Entrevista a Natalia Montesquieu (‘Las Petunias’): «Estar en un grupo es como tener un matrimonio»

La cantante y teclista de Las Petunias estrena su nuevo single ‘Patito’ entre exámenes y trabajos de fin de curso

Natalia Montes, mejor conocida como Natalia Montesquieu, es cantante y teclista de Las Petunias: una banda formada por tres jóvenes universitarias y uno de los grupos que mejor acogida están teniendo en los festivales de pop alternativo.

Con apenas 21 años y estudiando la carrera de Diseño Multimedia -de la mano de Ternura Fam ha dado 8 conciertos en lo que va de 2023 y asegura que no es nada fácil sentarse a estudiar el día después de ver como cientos de personas gritan sus canciones.

El éxito de su último EP: Nunca no he llorado le ha llevado a llamar a la puerta de grandes festivales indie como Madrid Pop Fest, Ebrovisión, Primavera Sound y otros que todavía no se pueden anunciar… Dejando claro que los grupos formados íntegramente por mujeres también tienen su espacio en el género.

ENTREVISTA:

Pablo Sáiz (PS): La primera pregunta es igual de tópica que de obligada ¿cuál fue tu primer encuentro con la música?

Natalia Montes (NM): Seguramente cuando siendo un bebé mis padres me “obligaban” a ir a ver a mis hermanos a los conciertos del conservatorio. Tenía envidia hasta de sus exámenes, prácticas y demás, pero pronto me apuntaron al “pre” y ahí estaba yo la primera. Me sentía muy segura dentro del escenario y yo creo que se me daba bien, sacaba buenas notas.

PS: Y dentro del conservatorio ¿siempre tuviste en mente formar un grupo?

NM: No, de hecho, cuando empecé a componer música era totalmente en solitario y llegué a contactar con discográficas para grabar mis canciones -tengo un libro con todas mis canciones-, pero gracias a Dios conocí a Elsa y Cecilia. Mis canciones se hicieron buenas cuando las conocí, -las suyas igual-, porque cada da un poco de sí misma.

PS: ¿Dirías entonces que te sientes más miembro -teclista- de Las Petunias que compositora en solitario?

NM:He de decir que componer, nos gusta mucho componer por separados -es cuando mejor sale- porque son vivencias muy personales que hacen difícil el comprender realmente lo que ha vívido cada uno. Y a veces queda bien, pero  otras solo para rellenar los huecos, como decía antes. Entonces, yo creo que me considero más una compositora individual. Pero más de banda a nivel performativo.

PS: Imagino que es más fácil llevar un grupo con amigas, pero, ¿resulta también sencillo cambiar el chip a modo profesional?

NM: Pues sí, porque al fin y al cabo… estar en un grupo es como tener un matrimonio. Y sí que son mis mejores amigas -yo lo digo- cuando quiero quedar con alguien, aunque nos hayamos visto trabajando o tal, quiero seguir viéndolas. Nunca me canso de verlas porque son mis mejores amigas. Además decir que, más que ser amigas nos ha ayudado para el grupo, el grupo nos ha ayudado para ser amigas. Por lo que no es que cambiemos el chip, pero sí que somos más conscientes de nuestras responsabilidades. Yo sé que si hago algo va a afectar laboralmente a todas y eso tiene que ver también con nuestra amistad. No hacer las cosas mal por nuestro bien laboral y el bien de la amistad.

Estar en un grupo es como tener un matrimonio

PS: Parece que ese matrimonio del que hablas funciona. Hace dos años disteis vuestro primer concierto en la Sala Maravillas y desde entonces: no habéis parado de darlos en sitios de cada vez más renombre ¿Qué se siente al ver vuestro junto al de artistas como Loquillo?

NM: Yo es que todavía no lo estoy procesando. Toda mi vida he estado tocando al piano canciones de Loquillo y de ciertos grupos que ahora compartir cartel con ellos… como que no lo estoy procesando. Siento que estoy yendo a tocar tanto a salas y garitos de Madrid que han sido unos zulos, como a tocar en un gran escenario de un festival gordo y compartir cartel con nuestros ídolos.

PS: Esto para tres jóvenes universitarias debe ser un shock ¿te es difícil lidiar con esos primeros baños de fama?

NM: Es totalmente como una embriaguez absoluta de eso, de atención, de fama, de gente que te está, al fin y al cabo, adorando un poco. Es eso, como una borrachera absoluta de emociones. Pero sí que siempre la hemos sabido controlar y decimos: “¿qué es esto? ¿cómo que un autógrafo o una foto”. Es raro, pero todavía no nos tomamos en serio y todavía no nos hemos llegado a creer nada. Simplemente nos lo tomamos como una broma. Porque al fin y al cabo, aunque esto pase el sábado, el lunes, vamos a estar en nuestra casa yendo a nuestras clases, levantándonos a las ocho de la mañana para hacer la compra y pasear al perro.

Es totalmente como una embriaguez absoluta de eso, de atención, de fama…

PS: Después de la borrachera de éxitos, llega la resaca de estudios. Con la gira, entrevistas, promociones… ¿Qué espacio le das a los estudios?

NM: Pues cada una se maneja un poco como puede y sobre todo buscamos que retroalimente nuestro trabajo con nuestra  carrera estudiantil. Yo cada trabajo de clase que hago lo intento orientar hacia la gira, pero es muy duro, es muy duro. Si ya una persona normal, yo creo que se ahoga con la universidad… Nosotras aunque parece que es un trabajo muy libre -somos privilegiadas al fin y al cabo- no deja de ser un trabajo y son horas, sobre todo, muy dispares. Entonces cuesta, cuesta manejar una rutina, estás un fin de semana entero de gira y otro al revés.. Estamos viviendo al límite con las horas que nos faltan al día, pero supongo que como todo el mundo que trabaja y estudia a la vez.

Estamos viviendo al límite con las horas que nos faltan al día, pero supongo que como todo el mundo que trabaja y estudia a la vez.

PS: Y ahora estás en un sello más independiente, pero si te llamase uno más grande que te permitiera dejar los estudios, ¿lo harías?

NM: Eso sería lo que siempre hemos soñado, y de hecho bromeamos diciendo “da igual la uni, podremos vivir de esto”… Creo que una cosa es dejar menos hueco a la carrera, o hacerla en más años, pero no sé dónde estaré el día de mañana. Lo bueno es que mi carrera se compagina bien con esto, toda la parte del diseño del grupo, la hago yo misma.

PS: En la música, y más concretamente en las bandas, los datos reflejan una gran diferencia numérica entre los formados por hombres y mujeres ¿notas también esta diferencia?

NM: Sí. Gracias a Dios, cada vez hay más mujeres, pero sí es cierto que se nota la diferencia. Aquí, o si hablamos de cine, en el cine. Se nota, pero poco a poco va habiendo más y es a lo que vamos. Si son buenas, hay que premiarlas por su trabajo.

Gracias a Dios, cada vez hay más mujeres

PS: Aún así, ¿consideras que hay un techo de cristal? ¿puede una mujer llegar a ser cabeza de cartel de un festival indie?

NM: Por supuesto, yo creo que el indie tiene sus cosas, pero también es un ambiente muy sano y muy responsable en este tipo de cosas. Los festivales cada vez son más variados en edad, género… Una variedad global por la que creo que nos están llamando. De hecho compartimos cartel con muchos señores, ya casi mayores -Loquillo por decirte-. Mola ese contraste, a la gente le gusta,

PS: ¿Crees que el hecho de ser una banda femenina te ha perjudicado a la hora de firmar con festivales o sellos?

NM: No, de hecho te diría al contrario, siempre se está ayudando a esta variedad. Además a la gente le gusta, le llama la atención, ver a tres niñas con cara de niñas y guitarras punks -como lo haría Sex Pistols-. Les gusta el contraste: que toquemos y luego salga gente que no tiene nada que ver con nosotras. Creo que sí que favorece, aunque otras nos han tomado menos en serio, la mayoría de las veces gusta.

A la gente le gusta -le llama la atención- ver a tres niñas con cara de niñas y guitarras punks

PS: Por cerrar, no sólo en clave ‘Las Petunias’, ¿cuáles serían tus expectativas a futuro de cara a que grupos formados íntegramente por mujeres sean capaces de romper los roles tradicionales en la música?

NM: Los nombres de mujeres indie internacionales, como Lana del Rey, suelen estar asociados a música triste, pero en España tenemos la suerte de que con  Cariño, Ginebras, Hinds… se está quedando un futuro muy abierto. Aquí si la canción es buena, la escuchan igual.  A veces no puedes ni relacionar si una canción la canta un hombre o una mujer y las diferencias están desapareciendo. Las canciones buenas no tienen género, y las mujeres también lo pasamos bien y hacemos pogos. Veo un futuro bueno, en el que lo pasemos bien y hagamos lo que nos gusta.

PS: Que así sea. Gracias por venir.

NM: A ti, muchas gracias.

 

NUEVO SINGLE: patito