Entrevista al escritor Salvador Bayarri

“Escribir Las Edades de Itnis me sirvió para escapar de las limitaciones físicas y mentales del confinamiento”

Avilés celebra la décima edición del festival de ciencia ficción, terror y fantasía Celsius 232. Salvador Bayarri (Valencia, 1967) acaba de presentar allí su nueva novela, Las edades de Itnis (Premium) y me reúno con él al terminar su presentación.

En primer lugar, te felicito por la publicación de Las Edades de Itnis, y su presentación en el festival Celsius. Presentas una historia de ciencia-ficción clásica de viajes espaciales; ¿qué autores o qué novelas han sido tus referentes, tus fuentes de inspiración?

Gracias por la felicitación, Ester. Siempre es un privilegio y un honor presentar en el Celsius, y este año fue muy especial, con más público, muchos reencuentros y nuevos lectores.

Yo crecí leyendo ciencia ficción clásica, con historias que sucedían en el espacio, desde Julio Verne o Asimov hasta Larry Niven, a quien tuvimos la suerte de ver en el Celsius, así que escribir Las Edades de Itnis fue en cierta manera como regresar a casa. Me sirvió para escapar de las limitaciones físicas y mentales del confinamiento. Funcionó como una especie de terapia.

El libro se abre con una cita de Stanislaw Lem, autor de Solaris o El Invencible, cuyo centenario se cumple este año. Para mí es un autor fundamental que reflexiona como nadie sobre la incertidumbre y la dificultad de la humanidad enfrentada a los misterios del cosmos.

Arthur C. Clarke y su Cita con Rama son otro referente que tuve en cuenta. Sin embargo, a medida que escribía la novela me encontré pensando con frecuencia en La Isla Misteriosa de Verne, que me impresionó mucho de pequeño. Creo que intenté recrear los sentimientos, las dificultades y el sentimiento de maravilla de esos náufragos y, como Verne, y a diferencia de Lem o Clarke, deseaba que el lector encontrara al final explicaciones, no solo preguntas.

Son tres los personajes principales, Mitch, Lene y Dorea, y los tres forman un triangulo de lo más curioso; ¿son más factibles los triángulos de amor, por muy bizarros que estos sean, en el espacio exterior que en la Tierra?

Desde mediados del siglo XX, autores como Robert A. Heinlein o Ursula K. Le Guin utilizaron la ciencia ficción para explorar roles y relaciones no convencionales, incluyendo el poliamor.

La colonización del espacio, con un número reducido de personas compartiendo el mismo lugar durante largo tiempo, nos obligará sin duda a replantear la estructura y el papel de las relaciones sexuales, amorosas y familiares.

En la novela se presenta una combinación particular de tres individuos que debe garantizar un equilibrio de aptitudes, conocimientos y personalidades en el difícil entorno de la colonización, con el amor como un nexo imprescindible.

No creo que sea más fácil conseguirlo en el espacio, aunque quizás sí más necesario. La historia nos ofrece ejemplos de estas relaciones, con frecuencia entre artistas y escritores, y son solo los casos que conocemos.

¿Qué hay de ti en los tres personajes? ¿Te sientes identificado con uno en especial?

Los personajes combinan, en diferentes proporciones, los tres ingredientes platónicos del alma: el componente lógico y racional, la parte emotiva y los apetitos instintivos.

Su complementariedad es la razón por la que fueron escogidos para la misión. No me identifico con ninguno en particular, pero seguramente comparto rasgos con cada uno de ellos: la curiosidad de Mich, a veces rayana en la temeridad, la frialdad lógica de Dorea, rota cuando las emociones escapan a su control, y el enfoque conciliador y pragmático de Lene.

Vamos a centrarnos ahora en Lene y Dorea, dos de los vértices del triángulo, ¿cómo planteas los personajes femeninos?

Creo que mis personajes femeninos responden a un cierto ideal de mujeres luchadoras e inteligentes con las que me gusta compartir la realidad y la ficción.

Están alejadas tanto de los roles tradiciones como de los papeles de víctima oprimida o de superheroína sin imperfecciones que parecen dominar el imaginario actual.

Si algo reivindican, implícitamente, es la liberación de las etiquetas excluyentes que las intentan aprisionar en conceptos morales y categorías ligadas al género, algo que resulta más evidente en el caso de Lene.

¿Cómo logras encontrar el equilibro en la historia para hacerla accesible a todos los lectores sin que nos saltemos algunas páginas más técnicas?

¡Cada quien es libre de saltarse las páginas que quiera! Yo lo hago, a veces, como lector. Pero, respondiendo a tu pregunta: intento que la información científica sea un ingrediente más de la historia, siempre ligado a la trama y a la acción.

En este caso, el lector la descubre al mismo tiempo que los personajes, cuando hallan explicaciones a los misterios de Itnis. Además, trato de que la exposición utilice un lenguaje sencillo y visual.

Acabada la novela, ¿tienes otros proyectos literarios en la actualidad?

Editaré próximamente con Apache Libros un volumen que incluirá dos novelas cortas muy especiales, en fase de corrección. Ahora estoy en fase de documentación para otro proyecto que combinará la novela histórica con elementos de ciencia ficción.

La verdad es que me gusta ir variando dentro del género, desde la space opera de la Trilogía de las Esferas al escenario postapocalíptico de El Espejo del Tiempo. Veremos si esta idea me da buen resultado.

¿Por qué es Las edades de Itnis una buena lectura para este verano? ¿Puedes recomendar a los lectores de YellowBreak otras novelas o autores?

Las edades de Itnis es ideal para transportarnos a otro mundo por unas horas, regalarnos una especie de vacaciones mentales y acompañar a los personajes en un viaje lleno de descubrimientos, sin más riesgo de contagio que el de las ideas e imágenes que persistirán en nuestra memoria.

Si os interesan las mejores novedades de ciencia ficción y del género fantástico, la Web de Literatura Fantástica de Mariano Villarreal es una referencia obligada.

A título personal os recomiendo dos novelas que se presentaron en el Celsius 2021: el último Premio UPC, Cielos Clausurados, una sátira refrescante y divertida; y Huella 12, una combinación de doce historias de investigación policial con maravillosos personajes y escenarios en el espacio.

Teniendo en cuenta lo caótico que está siendo todo, ¿a cuánto estamos de coger una nave espacial para colonizar nuevos planetas?

Yo, como Valentina Tereshkova, sueño con viajar a Marte, aunque sea sin billete de vuelta. Lo cierto es que carrera para la explotación industrial del Sistema Solar está comenzando, y pronto tendremos bases habitadas en la Luna y Marte, y quizás también en la atmósfera superior de Venus, los grandes asteroides y algunos satélites de Júpiter o Saturno. El viaje tripulado a otras estrellas llevará mucho más tiempo y la inversión será enorme.

Creo que la colonización del espacio es un paso inevitable y necesario de la evolución humana. Sin embargo, no debemos ver el cosmos como una panacea. La mayoría de la especie seguirá viviendo en la Tierra durante milenios y debemos plantearnos en serio cómo gestionar mejor el planeta. La ciencia ficción también ofrece ideas para conseguirlo.

Muchas gracias por charlar con YellowBreak y mucha suerte en tus próximos proyectos.

BREVE BIOGRAFÍA DEL AUTOR

Salvador Bayarri Romar (Valencia, 1967) es Doctor en Física y Licenciado en Filosofía y ha vivido entre Estados Unidos y España, compaginando su faceta de escritor con la de programador de simulación y realidad virtual.

Entre sus obras podemos destacar: Trilogía de las esferas (2013-2017), El espejo del tiempo (Apache Libros, 2019) y El profeta americano, guion sobre la vida del escritor Philip K. Dick, traducido en inglés como The Owl in Daylight. También ha escrito relatos de ciencia ficción publicados en diferentes antologías, tales como Teatronika y El abismo mecánico. Además, fue ganador del premio Pascual Enguídanos 2019 con El grial rojo de Ziryab y finalista del certamen de ciencia ficción Apolo 11 con La rama dorada, publicada en la antología Efeméride (Premium, 2020).