“Me gusta recurrir a coyunturas históricas que resulten atractivas y no estén trilladas en la narrativa”
Sira, El tiempo entre costuras, ha vuelto prácticamente donde la dejamos hace una década. Su rocambolesca vida de expatriada nos da una vuelta por la Europa y el Oriente Medio de los años de posguerra, cruza de una orilla a otra del Mediterráneo y nos introduce en las apreturas domésticas de Gran Bretaña tras la victoria aliada contra Hitler. A pesar de que ojea (sic) la prensa, Sira está más cultivada y madura en esta segunda entrega del personaje. Antes de hojear Sira, échale un vistazo a lo que nos cuenta María Dueñas sobre su heroína.
Qué entrañable forma de describir el origen del bolígrafo. ¿Es un homenaje a la herramienta de escritura más rápida, antes del dictado por voz?
Yo no escribo con bolígrafo, pero reconozco que fue un grandioso invento del siglo XX y, en ese sentido, quizá sí podría suponer un pequeño homenaje el hecho de que Sira descubra este novedoso artilugio por pura casualidad, durante su estancia en Jerusalén.
Tantas vueltas, y al tener un hijo podemos decir que a las mujeres nos trastorna. Al final, incluso a Sira le afecta mantener esa distancia con su hijo. ¿Nos cargamos nuestras carreras por culpa de las hormonas maternales?
No nos las cargamos, pero, en según qué sectores y en según qué circunstancias y dinámicas laborales o profesionales, indudablemente la maternidad afecta.
No creo sin embargo que la culpa sea de las hormonas, sino de la escasez de ayudas y facilidades para las mujeres que deciden ser madres. Faltan ayudas y facilidades económicas, infraestructurales, incluso de sensibilidad, flexibilidad y tolerancia. Cierto es que la cosa va a mejor, pero todavía falta por recorrer un buen trecho de camino.
La España franquista hace brillar el glamour y a Sira otra vez. Parece un poco irreal, cuando pensamos en las penurias de la posguerra. Ella ya no es española, más bien ciudadana global, sin raíces, pero capaz de escribir su propia historia. ¿Su sensación de soledad es consecuencia de su éxito?
Más que consecuencia de su éxito, la sensación de soledad que a menudo sufre Sira se debe a su desarraigo, por un lado, y a las adversidades que ha sufrido por otro.
Es cierto que ella ya no se amolda en absoluto al patrón de las mujeres españolas del momento, ni en su mentalidad, ni en su forma de vida o su estilo cosmopolita. Pero su estilo no la hace frívola o insensible, más bien supone una herramienta para desenvolverse con solvencia en ciertos entornos.
Da la impresión, al leer el libro, que a día de hoy Sira sería influencer: sin necesidad de estudios, sólo el desparpajo es necesario para llegar alto. ¿No es demasiado fácil?
¿Sira influencer? ¡Qué va! Carece de estudios porque es una hija de su medio social y de su época, pero ha trabajado duro desde muy joven y, de haber nacido en nuestro tiempo, habría ido sin duda a la universidad y tendría una sólida carrera profesional, seguro. Una Sira en el siglo XXI estaría en un despacho o quizá tendría un negocio; se pasaría el día gestionando, dirigiendo, resolviendo… Su función no sería nunca, desde luego, subir fotitos de su vida y sus milagros a las redes, ni mucho menos.
El fin de Palestina y el nacimiento de Israel, la visita de Eva Perón… ¿se reescriben los acontecimientos, o sólo nos recreamos en lo que queremos?
No sé si entiendo del todo la pregunta… Yo no pretendo dar una interpretación propia de los acontecimientos históricos, tan sólo los recreo convirtiéndolos en escenarios, aportando coordenadas de tiempo y espacio sobre las que construir mis ficciones.
Me gusta, no obstante, recurrir a coyunturas históricas que resulten atractivas para los lectores, que no estén trilladas en la narrativa y que puedan aportar originalidad a mis novelas.
Reaparecen muchos personajes del libro anterior. Hay que echar mano de El tiempo entre costuras, o al menos releerlo por encima para acordarse de todo. ¿Nos examinamos como lectores?
No, en absoluto. Esa convicción la tuve clara desde antes de empezar a escribir: esta nueva novela nos traslada a otra etapa de la vida de Sira, pero tiene su personalidad propia, su autenticidad como obra sin depender de la anterior para su seguimiento. Quien no haya leído El tiempo entre costuras, podrá disfrutar plenamente de Sira sin problema alguno.