El título original de esta gema de animación para adultos es ‘Common side effects’. Creada por Joseph Bennett y Steve Hely para Adult Swim de Cartoon Network.
Sinopsis
Marshall y Frances, excompañeros de laboratorio, revelan una conspiración en la que están implicadas las grandes farmacéuticas y el gobierno para extraer un hongo que podría contener la solución para curar todas las enfermedades del mundo.
Tráiler
Reseña
Acabo de ver el último capítulo de unas de la series que más me han enganchado últimamente.
Hace días leí un comentario sobre ella que decía algo del estilo “Es tan buena que se te olvida que es animación”. No leí la frase atribuyendo el sentido de que la animación no suele producir óptimos contenidos, si no como un recordatorio, para los que se refieren a la animación como un género a parte, que más que eso es una técnica para contar historias. Y esta en particular es entre mis favoritas del año.
Y es verdad, traspasa el estilo y la técnica con la cual está contada, lo cual es muy complicado de lograr. Sumergir tanto en la historia y sus protagonistas, hasta el punto que no te fijas en cómo está contada es algo que pocas producciones logran.
10 capítulos, personajes entrañables y una historia que, entre moraleja, escenas gores, y puntos de vistas, crea debate. Debate porque todo se basa en la siguiente premisa: ¿Qué pasaría si se descubriera un hongo capaz de curar cualquier enfermedad y herida o incluso evitar la muerte? Este es el hongo que encontró el protagonista Marshall que no quiere caiga en manos de fármaceúticas ya que no quiere alimentar un sistema capitalista si no que sueña con un mundo en el que todos puedan acceder a la posibilidad de tener ese hongo…
Final abierto que nos deja a la espera ansiosa de la entrega de la segunda temporada ya confirmada por Max.