Dan Houser se retira. Uno de los nombres más grandes de la industria del videojuego abandona su nave nodriza, Take-Two Interactive. ¿No os suena? Por que fijo que Grand Theft Auto V si que lo hace.
Ni más ni menos que el vicepresidente creativo, junto a su hermano Sam. Los hermanos Houser son los genios que hay detrás de la época más brillante de Rockstar Games. Una era que se inició con Grand Theft Auto III y que parece que cierra un paréntesis con Red Dead Redemption 2.
Este buen hombre ha sido productor y escritor de algunas de las joyas mejores logradas por la compañía. En especial GTA V y RDR2 (Si, el juego en el que los testículos de los caballos se dilataban según hiciera frio o calor), y no nos olvidemos de Bully. Ya sabéis, aquel juego que tuvo que venir con el nombre cambiado a Europa, conocido como Canis Canem Edit, por lo delicado que era por entonces el tema del abuso escolar.
No se sabe nada de los motivos de su marcha, la cual se dio a conocer por Take Two en un adelanto de sus resultados fiscales, pero sin explicar el porque de la misma.
La declaración de la editora fue:
“Estamos sumamente agradecidos por todas sus contribuciones. Rockstar Games ha dado forma en estos años a mundos de videojuegos mundialmente aclamados y ampliamente exitosos a nivel comercial, así como a una comunidad de usuarios muy apasionada y a un increíble y talentoso equipo de desarrolladores que se mantendrá centrado en proyectos actuales y futuros”
Personalmente, me planteo mil preguntas, y es que si bien en la industria del videojuego hay personas de interés (Ahí tenemos a Kojima, Yoko Taro, Ken Levine o Cliff Bleszinski), lo cierto es que los hermanos Houser culminan la lista.
Nacidos en Reino Unido, y con bastante carácter. Bastante famosas son las peleas entre ambos hermanos que acababan a piñazo limpio, incluso con saltos desde balcones incluidos.
Sus videojuegos estuvieron muy ligados a la polémica por su perfil adulto, y su violencia (mención especial a Manhunt, juego de terror y sigilo donde se coqueteaba con el cine Snuff). Tampoco es que se quede atrás la saga GTA, pues hablamos de una época en la que los juegos eran “juguetes para niños introvertidos”, y de un juego en el que podías moler a golpes a una vieja “por las risas”. Videojuegos solamente para un público adulto, y con una historia que no decayera en lo gratuito. Aquello igualmente, le ganó bastante detractores.
Hay quedó su querella contra el “curioso” (por no decir algo peor) Jack Thompson, procurador con excesivo tiempo libre que demandó a la compañía por vulnerar a los jóvenes en su (palabras textuales) “simulador de asesinatos”. Abogado que acabó demandando a media corte de Florida y le costó la licencia de derecho.
También tenemos la iniciativa de la BBC, que iba a traernos una película sobre Grand Theft Auto, y nada tenía que ver con las super(mediocre)producciones a las que estamos acostumbrados sobre videojuegos. De hecho, era un film biográfico de los hermanos Houser y aquella máquina de vomitar billetes que tenían entre manos. La película tenía actores como Daniel Radcliffe entre otros, y acabó en saco roto cuando Rockstar demandó a la BBC para protegerse del uso indebido de su imagen de marca.
Por último, como curiosidad, creo que muchos recordarán Hot Coffe. Con los violentos precedentes de GTA III y Vice City, los hermanos Houser, estuvieron a punto de abrirse también al contenido sexual en San Andreas. Al final hicieron recogida de cable, pero el contenido ya estaba en el código, y fue descubierto y expuesto por los mismos jugadores.
Al parecer en Estados Unidos reventar a tiros a un peatón esta bien siempre que nadie muestre una teta, con lo que los más puritanos pusieron el grito en el cielo. Esto les costó muchos quebraderos de cabeza a la compañía, y a las cabezas pensantes de la misma.
A día de hoy, su marcha deja una caída en las acciones de Take Two bastante importante. (Con lo que si sois un poco listos, aprovechad antes de que anuncien GTA 6).
