Con este titular no quiero desmerecer ni hacer un simple chascarrillo, porque salen asiáticos en la peli. Para nada. Voy bastante más allá de la simple superficie.
Resulta que Disney, tiene la churrería en modo ON y ya no es capaz de sacar sus películas del molde. Me atrevería a decir, que ahora sus propias películas, son imitaciones de sus propias películas. Productos de apariencia grandilocuente y atractiva, pero tan sencillas como un manual de instrucciones del Ikea.
En las siguientes líneas, voy a intentar explicar un poco sobre mi afirmación y por supuesto, desmembrar lo nuevo de Marvel.
Cuentos chinos
Para poder saber algo más de esta película, hay que conocer la historia.
Finalizados los eventos ocurridos en los Vengadores en Endgame, nos presentan a
Shang-Chi, nuestro protagonista, quien magistralmente huye de su pasado. Aunque él, atraído por la organización clandestina de los Diez Anillos, se ve obligado a afrontar todo lo que dejó atrás. Desde ese momento, se ve mezclado en un seguido de sucesos misteriosos.
¿Y si os digo que se trata de Percy Jackson y el ladrón del trueno? También cuela.
Como podéis leer, tampoco nos presentan la historia de nuestras vidas. Estructura clásica del camino del héroe y algún refritillo de corrientes actuales. Casi la misma estructura que la Viuda Negra.
Vamos a ver Disney, digo Marvel
Puedo entender que hagas películas para todos los públicos. Por ahí paso. Que sí, que vale, es un personaje nuevo y hay que contar cosas nuevas. Siendo así te sobran, tres cuartos de películas y te faltan otra media de peleas épicas, las cuales caracterizan a este personaje. Por no mencionar, el exceso de carga cómica que metes. Con un solo personaje que haga ese rol basta, no es necesario tener dos. Al final, el segundo carga.
Hundes todo tu peso narrativo en un drama familiar, comprendido por un padre milenario, que trata a sus hijos como armas de matar. ¡Qué vaya! Eso lleva a una crisis paterno filial, que abraza desde el inicio de la película hasta casi, la escena post-créditos.
Parece mentira, que a estas alturas , todavía no conozcáis a vuestro público. La gente quiere efectos especiales espectaculares, peleas súper épicas y poderes de otros planetas. Para ver dramas, veo la factura de la luz y listo. En ese punto se queda corta.
Por no mencionar, que la película se llama Shang-Chi y la leyenda de los diez anillos, cuando finaliza la película, se lo mismo que al principio. No gastan ni un minuto, excepto en la escena post-créditos, en explicar o dar alguna información añadida sobre ellos. Esta parte hace que el guion chirríe un poco. Demasiado hype creado para lo poco que explican.
El guion en líneas generales, es perezoso y de giros demasiado gratuitos. Pierde algunas lógicas en su transcurso. Como de repente, los protas salen fácilmente con un Jeep de la súper mansión del malo o, aparece una animal mitológico que sabe el camino al pueblo mágico. Leves detalles que te sacan un poco.
¡Si toca, compla!
Ahora vamos a entrar, en la calidad de las cosas que vende el nuevo bazar de Marvel.
En la primera línea de la tienda tenemos, las coreografías de artes marciales. Aquí tengo que decir algo bueno, me gustan las películas asiáticas de peleas y Kung-Fu, y que Marvel intente añadirlo a su universo me gusta.
Eso sí, dejar de usar movimientos de cámara y ralentizar la imagen, y contratar a un coreógrafo, porque las peleas son las que hacía Jackie Chan en su comunión. Sencillas y de iniciación. Os recomiendo que miréis The Raid hasta la fecha, la mejor que he visto en cuanto a coreografías de lucha. Esto lo digo desde mi ojo acostumbrado al cine de Kung-Fu, pero admito que las escenas de acción, son un pasada y cumplen con creces con el espectáculo que promete.
Mencionemos a los malos
En primera estancia el villano principal, su padre. ¿Qué te pasa? Entiendo que tengas miles de años, cosa que te hace muy sabio, pero ya. Resulta ser más plano que la vida laboral de una mosca.
Tantos años y no es capaz de desarrollar, el uso de sus anillos más allá de lo simple. El tío respira menos epicidad que un duelo de Metapods.
La pelea final, me recordaba a mi y a mi hermano jugando con el diávolo. Se comen la película con dramas y más dramas, para dejar de lado el misticismo y lo épico del personaje.
Además, de casi dos horas y media, el enfrentamiento solo son unos quince minutos. Necesario añadir, la de tumbos que da. Pasa de ser un malo maloso que conquista mundos, a un ser enamorado y familiar, a volver al inicio y ser un ser maligno y poderoso, a sentirse de nuevo prendido de amor.
También mencionar el monstruo final. Estéticamente una pasada, pero creo que para todo el sarao que monta, debería desplegar algún abanico más amplios de poderes, presentar más batalla.
¡Eh! Pero quince minutos de poderes de risa. Que no se dignan ni a poner al personaje en un aprieto, se enfrente a alguna lección moral o le den algún power up justificado. No, no, mejor bailar pegados y ya eres un dios.
Que los más fans dirán “¡A mí me ha recordado a Goku!” ¡Cállate niño rata! La película intenta arrancar algo de nostalgia del mundo Dragon Ball, con algunas referencias, que como digo al principio, made in China.
Lo positivo, es que el rumor de que Marvel quería hacer un universo Dragon Ball como el MCU, coge fuerza.
Falta céntimo
Para finalizar, decir que esta película es entretenida y al público al que se dirige, cumple con matrícula. Como he dicho, esta bien introducido el mundo mitológico chino, aunque de forma escasa y cuanto apenas, unas leves pinceladas.
Como en todas las películas de introducción a personajes, se dejan hilos de los que tirar. Marvel está presentando una nueva fase y esta vez le da un aire fresco y renovado.
En fin, están por llegar cosas nueva al universo MCU y aunque intente ser crítico con ellos, su cine funciona y sigue llenando salas. Algo están haciendo bien. Lo único que espero que no caigan en el mismo patrón a la hora de crear películas.
Y para abrir boca aquí os dejamos cómo se rodaron algunas de las más espectaculares escenas de acción de Shang-Chi y la leyenda de los Diez Anillos.