Saving and pension planning

Reflexiones desde mi espejo

Blog de Opinión

Manuel Gris

El borrego ahorrador

Nota del autor: este relato es pura ficción. Cualquier parecido que pueda tener con tu forma de pensar o de ser, de ver nuestro presente o comprender todo lo que te rodea, es fruto del nivel intelectual que posees y te empeñas en no mejorar apagando la tele y pensando un poco en la realidad todos los días después de levantarte. Ahora, si sabes leer y pensar, puede seguir con la lectura. Gracias.

Hoy empieza el primer día de mi nueva vida como ahorrador; y menos mal.

Me estaba cansando de que el medio ambiente se viera afectado por el modo de vivir que tenemos en España, un país lleno de gente amante de los toros e incapaz de mirar al futuro y entender que si no arrimamos el hombro a base de las magníficas prohibiciones de nuestro gobierno nunca, jamás, podríamos volver a dormir tranquilos u orgullosos de nosotros mismos.

Y es que muchos lloran porque creen que este tipo de leyes y no bajadas del IRPF o del IVA sólo buscan empobrecernos o convertirnos en un pueblo clientelar sometido al dinero del estado, y no. Mil veces no.

Este presente, que ya era hora de que llegase, es fruto de años de privatizaciones y puertas giratorias que empezó Aznar en su día, casi seguro, inspirado por la Falange y Franco.

Menos mal que nos ha pillado esta crisis con el socialismo en el poder, sino vete a saber dónde estaríamos.

Me preparo un café soluble (he jubilado mi cafetera desde que leí en eldiario.es que la empresa capitalista que las fabrica obliga a gente de países subdesarrollados a trabajar más horas de las necesarias por sueldos, al cambio a euros, muy bajos) para despertarme la cabeza y seguir estudiando para la oposición de… bueno, la que sea que me recomendaron estudiar.

En realidad ya me ha garantizado un puesto mi primo, que lleva años como alto cargo en una delegación de no sé qué museo de la ciudad, y me ha dicho que con sólo poner mi nombre en lo alto del examen el puesto de asesor ya es mío.

¿Que por qué estudio entonces?, bueno, por una cuestión de orgullo y no ser tan descarado entregando una hoja en blanco como hizo mi hermano hace dos años.

Ahora es vice secretario de alguna embajada española en algún país de Centro América.

Futuro, ¡allá voy!

Además de “estudiar” hoy no tengo ningún plan más, ya que a pesar de estar viviendo en un estercolero lleno de ropa sucia y platos sin fregar, de polvo por doquier acumulándose en cada recoveco de la casa, es importante que la electricidad no se use durante las horas señaladas por el BOE, ya que son las horas punta y podrían cobrarme más que hace un año.

Muchos hacen memes o buscan manifestarse como se hizo cuando gobernada Rajoy, pero eso es de idiotas. Aquellas manifestaciones se hicieron porque el 4% que quisieron subir buscaba que ellos se enriquecieran y no, como he dicho antes, lo que se busca ahora: la sostenibilidad del planeta y el apoyo al feminismo y la igualdad, a lo verde y la resiliencia, mediante dinero público que, como cualquiera con dos dedos de frente sabe, no pertenece a nadie.

Ese dinero debe usarse par eso, pues no es nuestro sino de los que están consiguiendo, mediante decretos ley, que vivamos mucho más tranquilos con nosotros mismos multiculturalmente y gayfriendly a tope.

Que sabrán los fascistas de solucionar problemas del mundo, si todo cuanto saben hacer es obedecer al líder y señalar al que no piensa como ellos.

Asco de gente.

La lavadora la pondré a las 2 de la mañana, cuando vuelva de la cena que tengo hoy con mis amigos de la asamblea por una vivienda digna que presidí en la universidad, y los platos, si me da tiempo, a las 4 o así; unas 5 horas antes de que empiece de nuevo mi día a día en este mundo bello y justo que estamos construyendo entre todos.

Voy a asegurarme de que están apagadas todas las luces de la casa, después abriré bien las persianas para vivir de la luz solar, y finalmente me pondré a estudiar cuanto antes, porque si le doy un buen tute antes de comer quizá me conceda un caprichito: ducharme fuera de hora.

Seguro que a mis padres, que me están pagando los gastos del piso, no les molesta que esa ducha suba un poco la factura de este mes, pero creo que me la he ganado.

Sí, me la he ganado por completo.

No todos los días puede disfrutar uno de vivir en uno de los países más generosos y con más asesores del mundo civilizado, ¿no?