‘Un lugar tranquilo 2’, engrasa las bisagras y cállate

John Krasinski ofrece en la segunda entrega de Un lugar lranquilo, un ejemplo de empoderamiento del género femenino y discapacitado en un mundo post-apocalíptico.

Una vez más, Emily Blunt se sale de la pantalla. Tanto, que el peso de toda la cinta se reparte entre ella y Millie Simmonds, joven intérprete sorda que asombra por su madurez ante la cámara.

En el equipo B están los aliens, a los que el ruidito más mínimo les despierta el hambre por la carne humana cruda. Siguen tan pedigüeños como en la primera parte, así como ágiles y flexibles, y sólo torpes como el caballo del malo cuando lo exige el guion.

Se hace un tanto irreal la facilidad de supervivencia sin los tuppers de comida, pero es que el ansia de vivir ayuda a mantenerse en pie cueste lo que cueste. Vamos, que la creatividad se agudiza con el estómago vacío. ¿Alguien dijo comida? ¿Pañales? ¿Y qué hay de las pilas de los audífonos? ¿Se cargar solos, con bluetooth, …? Ah, porque los audífonos son más destructores que el escudo de Capitán América, ahí lo dejo.

Camino por el sendero y no por las lindes

Claro, que, a cuestas con un bebé, ya un@ se imagina que las soluciones contra los lloros deben ser taxativas si el grupo tiene que sobrevivir. En fin, ahí lo dejo también para evitar el spoiler, pero que a nadie se le ocurra hacer algo así con su recién nacido.

Mientras, la vida en la pantalla es igual que fuera de ella. Los recados son los mismos que en la rutina cotidiana, así que hay que salir y encontrar el refugio. Lo de estarse quietecitos no, que hay que saltar en la butaca de vez en cuando. Incluso cuando se puede andar por la hierba verde y que se almohadillen las pisadas, mola más ir por el centro del sendero y que suene chasquidos al pisar ramitas. Qué campestre emoción.

Por lo demás, el hilo conductor queda un tanto difuso, el enigma de Bobby Darin también. He hecho escape rooms de nivel 4 que eran más fáciles que descifrar Beyond the Sea.

Si la historia empieza con un partido de béisbol, al que en España asistiríamos como si fuéramos Ted Lasso a la europea, digamos que el resto es más o menos lo mismo: no se entiende por qué aquí sí hay un alien y en esta otra parte no.

Lo bueno es la versatilidad de las razones por las que ir a ver la película. Se puede clasificar como drama, peli de horror, ciencia ficción o thriller. Para gustos los colores.

Además, Krasinski promete una tercera entrega porque la peli empieza en flashback, cuando el bebé ya es un niño de unos cinco años. ¿Y los aliens? Sí, ellos también celebran su cumpleaños. Qué hartura de bichos.