‘Ante todo, mucho karma’ por Laura Norton
El karma sigue superando expectativas
Mariví González
La segunda parte de No culpes al karma de lo que te pasa por gilipollas viene con mucha más fuerza, líos, amor, desamor, intensidad y más karma que nunca.
Laura Norton, quien además de publicar la bilogía de No culpes al karma ha publicado Gente que viene y bah, vuelve a demostrar a todos que cada libro que saca a la luz es mejor que el anterior. Norton se ha superado con la segunda parte Ante todo, mucho karma.
Sara y Aaron vuelven para emocionarnos de nuevo. Si sois como yo y la sinopsis no os parece demasiado llamativa para una segunda parte, donde los protagonistas tienen un hijo, no os dejéis influenciar por eso. Vale la pena leerlo desde la primera página hasta la última.
Sara Escribano y Aaron Humilde deciden tener un hijo y empieza el caos. Sara vuelve con sus inseguridades postparto, sus paranoias y su mal karma. La protagonista se queda embarazada y casi al mismo tiempo se mete de lleno en un trabajo que le puede abrir muchas puertas. Aún con la vida perfecta, termina desmoronándolo todo, si es que Sara y el karma son inseparables.
Volveremos a ver a Lu Escribano, tan suya, tan odiosa y tan adorable. Empiezo a verla como si fuera mi hermana, llego a no soportarla como Sara, y también la echo de menos tanto como la protagonista. Es que es para matarla. Pues Lu asienta la cabeza (o lo parece) en una relación muy a su estilo.
Volverá Roberto, el ex de Sara, más divertido y sorprendente que en la primera entrega, e igual de adorable y comprensivo.
Por supuesto los padres de Sara y Lu, que vuelven a estar bien hasta que la madre se vuelve tan loca como sus hijas y hace algo que le afectara durante casi toda la novela.
También tendremos personajes nuevos, como Martiño un modelo/veterinario gallego que no quiere que lo juzguen solo por su belleza y que tiene mucho que ver con Lu. O Roma, una diva famosa por sus diseños de vestuario que David (amigo de Sara) no la traga y nuestra protagonista idolatra, ¡menuda es Roma!
¿Qué? ¿Creíais que se me había olvidado Aaron? ¡Por supuesto que no! Aaron es… es… mucho Aaron. Sobre todo cuando se cabrea. Con lo zen que es él. Se desvive por su hijo, Guille. ¡Es todo un padrazo! Pero Aaron y Sara vuelven a encogernos el corazón con tanto drama por parte de ella, y tanto zen (en todo) él, hasta para enfadarse.
En definitiva, nadie puede perderse Ante todo, mucho karma. Un libro muy de película, que no solo te mantendrá en vilo, no solo te encogerá el corazón, también te hará soltar carcajadas, te quitará horas de sueño por no querer soltar la novela hasta llegar al final y con frases tan buenas como:
“No hay casas feas, solo hay casas deshabitadas. Que en el momento en el que se llenan de gente, de familia, de recuerdos ya se convierten en una extensión de ti”.
“Lo que tú necesitas es el DeLorean de Regreso al Futuro. Para que te lleve a la semana pasada”.
“Esta familia sin alcohol no se sostiene”.
Ante todo, mucho karma es adictivo, de diez. Yo de mayor quiero escribir como Laura Norton.
PD: Sigue escribiendo Laura, que tengo mono de más de ti.
Si quieres leer el primer capítulo pincha aquí. Ante todo mucho karma.