La sirena y la señora Hancock / Imoges Hermes Gowar
Pecados inconfesables y míticas criaturas en un cóctel perfecto
por Charo Sardina

La narración arranca en el despacho del Jonah Hancock, un viudo apocado a quien no le van mal los negocios. Una noche llama a su puerta de improviso uno de sus capitanes que ha regresado de un largo viaje y que le trae un gran tesoro, un ser sobrenatural que, según él, le hará aún más rico. El señor Hancock, que tiene buen olfato para los asuntos del dinero, ve en esa criatura deforme y fea una nueva fuente de ingresos y comienza a exhibirla. La sensación es tal que la sirena termina en la casa de citas más conocida de la ciudad, donde se pasean los más importantes políticos y aristócratas de Londres. A partir de ahí el señor Hancock, que a pesar de todo no ve con buenos ojos las prestezas que tienen lugar en el prostíbulo por muy de lujo que sea, ve ligada su sirena a una de las cortesanas más famosas del burdel. Una meretriz que cambiará su aburrida vida por completo.
La historia está contada un poco a saltos, personaje a personaje, con una especie de diario intercalado que el lector no tardará en adivinar quién es el autor. La sirena y la señora Hancock es rica en descripciones, fantásticas muchas veces. Y la autora se recrea de tal manera en los lujos y ‘exquisiteces’ de los burdeles de la época que al final quedan pintados como una de las partes más privilegiadas de la sociedad si se comparan con la noche oscura de la calles londinenses de la época.
La sirena y la señora Hancock es una novela entretenida, quizá un poco empalagosa y que a veces sorprende con la descripción de unos personajes y situaciones en los que la autora no escatima ningún detalle.
Imogen Hermes Gowar es una escritora londinense que estudió arqueología, antropología e historia del arte. La sirena y la señora Hancockes su primera novela y ya ha sido traducida a siete idiomas.


