Spider-Man: Homecoming

Spider-Man: Homecoming…
a ritmo de superhéroe

Lo primero, no soy un fan incondicional de Marvel, ni me he leído los cómics mil veces como seguro habrá hecho más de uno. El universo que se ha y se sigue construyendo con estas películas de manera conjunta está a la altura de los mejores, si no por encima. Reconozco que asistía bastante escéptico al preestreno, acostumbrado ya a la calidad de narración, construcción de la trama y profundidad de los diálogos de las últimas películas de Hollywood. Y he salido encantado, como con el resto de películas de Marvel.

Habiendo entrado con expectativas más bien nulas, como decía, esperando una película superficial, sin desarrollo de personajes, sin más profundidad que unos diálogos apañados entre telaraña y telaraña, me he encontrado con una película bien construida, narrada, y, sobre todo, que se disfruta. Ha sido una película de dos horas en la que uno no se aburre, ya sea por la trama principal de Vengadores, Iron Man, Spiderman y Vulture, como la subtrama de Peter Parker con sus amigos de instituto.

Respecto a Michael Giacchino (Up!, 2009; Rogue One: a Star Wars Story, 2016), habrá un blog solo para él, por razones que expondré largo y tendido en su momento. Respecto a la banda sonora de la decimosexta entrega del universo Marvel, hay que decir que no es la mejor obra de Giacchino, pero es, sin lugar a dudas, música de superhéroes de libro.

Se siente el espíritu jazz y blues que tanto ha demostrado tener el compositor, pero la música de Spiderman tiende más al sinfonismo que Silvestri utilizó para los Vengadores. De esta manera, el universo musical también cobra consistencia, haciendo uso de melodías, cadencias y armonías similares a las de la banda sonora de la película de 2012, así como hicieron Brian Tyler (Fast 5, 2011) y Danny Elfman (The Kingdom, 2007; Corpse Bride, 2005) en la segunda entrega de los Vengadores.

La película comienza con el montaje del logo de Marvel, con una versión del tema de Spiderman al más puro estilo Vengadores, que, en realidad, no volvemos a oír durante toda la película. Quizá sea porque Spiderman todavía no es realmente Spiderman, sino que está aprendiendo a serlo. Ya se verá en las siguientes entregas.

El resto de la música es audiovisualmente muy potente, aunque, por otro lado, evidente, en cuanto a momentos de acción, de melancolía, de transición, de montaje cómico, etc. Sin embargo, se percibe una música que tiene algo de complejidad por detrás, que no es una música escrita para salir del paso, o de cualquier manera. No estoy diciendo que sea la banda sonora del siglo, pero podría haber sido desastrosamente peor.

Con respecto a la argumentación, no se trata de una música basada en el argumento, sino en la narración, al estilo de las bandas sonoras más recientes de Hollywood, aunque no por ello peor. No debemos olvidar que la banda sonora tiene la función de aderezar, complementar, y mejorar los aspectos visuales, narrativos, conceptuales y argumentales de una película. Si bien es verdad que cuando la música cumple absolutamente todas estas funciones, como el caso de la saga Star Wars y The Lord of the Rings, el resultado es una banda sonora sin precedentes ni similares. Lo que tengo que decir según este tema es que el universo Marvel podría haber tenido una construcción musical mucho mejor si las bandas sonoras hubiesen sido encargadas siempre a la misma persona, o desde un principio a la misma persona, poniendo en perspectiva el proyecto desde el inicio.

Pero, no habiendo sido así, el universo musical de Marvel está resultando realmente bien, enriquecido por parte de los mejores compositores.

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