Reflexiones desde mi espejo

Blog de Opinión

Manuel Gris

Blog ‘Reflexiones desde mi espejo’: La automentira como arma arrojadiza

La automentira
como arma arrojadiza

Una de las cosas más fascinantes y que más me ponen de nuestra supuesta superior especie es la monumental facilidad con la que decimos que los demás apestan, que los demás no tienen razón, incluso para atacarles verbal y físicamente, mientras bailamos dentro de una piscina llena de mierda en la que sacrificamos, a cada salto que damos, nuestra propia credibilidad. En la que ahogamos la verdad sobre nosotros mismos con la única finalidad de que el resto de los mortales crean que somos los más mejores de lo mejor, aquellos a quien deben aplaudir y seguir. Y vivir de ello.

Una vez más, para variar, lo que mueve a estas personas no es la razón ni la injusticia, ni siquiera el dar ejemplo o tratar de cambiar el mundo; solo su propio y repugnante ego.

Vivimos en un momento de la historia en que gracias a las redes sociales (dadme un segundo y veréis como no es el típico discurso de “¡Facebook y Twitter ha acabado con nuestra libertad!”, más que nada porque esto lo voy a colgar ahí y, ¿recuerdas la piscina que he dicho antes?, pues jamás he tenido una) todos tenemos voz para opinar lo que queramos de lo que nos salga de los huevos, y eso es muy bueno porque así nadie se siente excluido y, aunque sea durante una tarde en la que un comentario reciba más Likes que nadie, algún perdedor puede llegar a sentirse dentro de un círculo que le acepta, sin importar si es una mierda de persona o el porqué de sus críticas. Pero el otro lado de la moneda de esta supuesta libertad es que, por desgracia para la GRAAAAN mayoría, todo queda guardado, todo puede revisarse, y eso hace que a los mentirosos y falsos, aquellos que gritan para cambiar el mundo o lanzan piedras contra el techo del vecino, sean desenmascarados antes de que los heridos lleguen a ese punto de no retorno.

Y, ¡joder!, como me pone cuando estas cosas pasan.

Hay muchos ejemplos:

1_Los que atacan etnias o territorios vecinos teniendo antepasados de esos lugares (ahora en Catalunya se está viendo mucho, y es divertido ver como insultan a sus propios antepasados como si eso fuera muy reivindicativo o los que sabemos la verdad idiotas que vamos a creerles).

2_Los que insultan como si les fuera la vida en ello al género contrario (posiblemente porque en el pasado alguien de ese sexo les jodió la vida, y generalizar les ayuda a colocar un escudo enorme ante los próximos problemas, logrando que queden como personas estúpidas cuando, al cabo de unos días, siguen con su vida como si nada y comportándose, como no, del mismo modo y recibiendo del mismo lado).

3_Mis preferidos; aquellos que hablan/viven de la política.

Los últimos me chiflan sobre todo porque, en el caso de los que hablan (después iré brevemente con los que viven) la manera de no caer en ese error es tan sencilla como leer diferentes medios, escuchar distintas emisoras, o hablar con personas que no son afines a tu ideología. Es todo. De veras. Créeme. Pero en estos casos nadie lo hace (posiblemente por miedo a sentir lo mismo que Edward Norton a la mitad de la película American History X), y por eso la gran mayoría de los que gritan y montan bulla, sin importar el bando, jamás tienen la razón de su lado, además de ir cegados por odios que pusieron raíces en su pasado o debido a las palabras de alguien a quien admiraban, haciendo que sus motivos de ataque y su defensa tengan el mismo valor que un cerebro abandonado en mitad del desierto.

Y, para más inri, cometen el mismo error que los forofos de futbol de los que algunos siempre se ríen; ven el penalti en el área contraria, pero nunca en la suya. Así es inevitable que cuando reciben jarabe de su propia cosecha no tarden en decir que eso está mal, que no debe hacerse, borrando de sus memorias lo que ellos hicieron hace, en realidad, relativamente poco. Que divertidos son. Debería haber atracciones con ellos dentro de una jaula, gritándose entre sí, y los demás tirándoles panfletos nuevos o banderas extrañas, para ver su reacción. Y de vez en cuando  cacahuetes, por eso de que no mueran de hambre al alimentarse solamente la razón.

He dejado lo mejor para el final, para darle a este artículo una rampa de las que hacen que salgáis volando de cara contra la pared que, de vidrio, muchos de vosotros no veis.

Allá va:

-Todos los políticos os han mentido, os mentirán, y os han fallado, u os fallarán-

La única diferencia es que algunos de los pocos que todavía nos queda algo de inteligencia somos conscientes y, con la rendición en la mochila, decidimos no defender a nadie y atacarlos a todos, colocándolos en la misma balanza que, al final, meteremos en un baúl y lanzaremos al fondo del mar para que nunca más vuelvan a salir a la superficie. Todos los demás, aquellos que defienden a un partido que les ha robado en la cara porque “ya que me roba alguien, que sea este”, o a los que les han lanzado por el acantilado del odio enfermizo a empujones mientras los “lideres” se escondían o huían muy lejos con los bolsillos lleno del dinero que tendría que haberse empleado en infraestructuras, o el que sigue levantando el puño ante ricos que llevan pañuelos de Palestina y conducen bicicletas de camino a sus mansiones de lujo que habrían quemado u okupado (o dijeron que se okupasen o quemasen) hace solo 2 años, todos esos, todos, tienen un problema muy gordo y nos están haciendo a los demás, a los que a veces nos da por pensar un poco antes de decir o hacer o insultar o tachar o bloquear, la vida imposible de verdad.

Y maldita puta gracia que nos hace.

Hay muchas maneras de mentir a los demás, pero la que está de moda últimamente es esa cuya única regla es decirle a los borregos lo que quieren oír (y que normalmente ni tú te crees), y rezar para conseguir lo que buscas antes de que nadie se dé cuenta. Porque la sociedad es tan rematadamente idiota que, como un ciervo delante de los faros de un coche, espera, paciente, inmóvil, a que alguien se la lleve por delante y se la meriende con un buen vino.

¿Y quién mejor para ser ciervo que los ciegos de mentalidad?