Se acaban las fiestas y hay que volver a la rutina. Si quieres mimarte un poco, por la vía cómoda, visitar un spa es lo que realmente nos pide el cuerpo.
La oferta en el sector de las terapias de relajación y los tratamientos de belleza ha evolucionado mucho en los últimos años. Es increíble lo que se puede hacer con una tableta de chocolate o a un vaso de vino… más allá de la obvio quiero decir.
Atrás quedan aquellos locales cutres con una camilla y un estilista con algún cursito de aromaterapia. La oferta se ha profesionalizado porque la demanda se ha vuelto muy exigente. Los locales son cada vez más lujosos y los profesionales que los atienden cada vez más especializados. El personal de estos centros son, en su mayoría, terapeutas.
Bueno, como ya hemos decidido que vamos a relajarnos y nos vamos a dejar mimar, solo hay que decidir qué tratamiento nos vamos a regalar.
La primera decisión que debemos tomar es si queremos seguir una terapia de relajación, de belleza o terapéutica. Hay para todos los gustos, necesidades y bolsillos.
Aromaterapia, piedras calientes, ozonoterapia, chocolaterapia, vinoterapia… ¿Alguien da más?
De la cabeza a los pies, literalmente, estos centros de la salud, la belleza y el relax nos ofrecen la posibilidad de olvidarnos durante unas horas del jefe, la hipoteca, los kilos que nos sobran o los niños.
Pero analicemos más en profundidad algunos de los tratamientos más originales y exóticos que han llegado hasta nosotros.
El que parece que ha llegado para quedarse es la chocolaterapia. Según los expertos el chocolate tiene propiedades que estimulan el buen humor y la producción de endorfinas. Las endorfina son esas hormonas que provocan bienestar y felicidad y que tanto echamos de menos en este tiempo tan gris. Si a todas estas maravillas le añadimos el efecto antiestrés, la hidratación de la piel y que combate la celulitis se acabó lo de comértelo y empieza a pensar en bañarte en él. Para más información en Biorelax.
Y siguiendo en la línea de cosas que hacíamos mal parece ser que el vino es más efectivo cuando te envuelven con él que cuando te lo bebes. La vinoterapia es un tratamiento que sirve para recuperar la piel, tonificarla e hidratarla. Los antioxidantes que contiene el vino neutralizan los radicales libros que envejecen la piel y le dan ese tono gris que tenemos la mayoría de nosotros en estos días. El vino añade luminosidad y firmeza a la piel… ¡Y, repito, que no es cuando te lo bebes! Si a esto le añadimos un masaje relajante en menos de dos horas estás como nuevo.
El ritual de orquídeas y piedras semipreciosas de Bali es un tratamiento a base de masajes relajantes que lo convierten en una experiencia única y multisensorial que permite mejorar la forma física, mental y emocional a través de texturas y aromas del Mar de Bali. Las piedras semipreciosas como el jade verde, el cuarzo rosado, el jaspe rojo y el cristal de roca blanco transmiten sus energía a través del contacto con la piel. Lo podrás encontrar en Divina Vanidad.
Masaje facial ‘Secreto de Hollywood’ el tratamiento de las estrellas. Así es como todas las famosas hacen sus apariciones públicas como si tuvieran diez años menos. El tratamiento Facial Oxígeno de Intraceuticals, con oxígeno bajo presión osmótica acaba con las células muertas. Resultados asegurados e impresionantes. Lo encontrarás en The Chi Spa.
Si a esto le añadimos la terapia con piedras calientes, el masaje podal relajante, el exfoliante corporal con té del Himalaya o el tratamiento hindú craneal, podemos decir que la oferta está completa. Estos tratamientos los encontraréis en Kempinski Hotel Bahía.
Así que después de una sesión de spa ya podemos coger impulso y prepararnos para la recta final de un año que ha sido realmente duro. Y para prepararos dejad que os aconseje el mejor tratamiento que he descubierto para ponerte de buen humor: la cosquilloterapia. Consiste en que te acaricien, con cosquillas suaves en sitios concretos de la piel. Se trata de una técnica de relajación que estimula los receptores táctiles de la dermis que segregan las famosas endorfinas que generan esas gratas sensaciones. ¡Para repetir!
