SOZIEDAD ALKOHOLIKA

El rock vasco nunca pierde la energía, ni la mala leche

El pasado viernes 23 de febrero los habitantes de Terrassa pudieron disfrutar de una de las bandas vascas en mejor forma desde, bueno, SIEMPRE, Soziedad Alkoholika, porque no importa cuánto tiempo pase o las canas y calvicie que azote al grupo, nadie les va a llegar jamás a la suela del zapato ni en actitud, energía, fuerza y agresividad en el escenario.

Y punto.

Pero vayamos por partes, porque me acabo de dar cuenta de que me he emocionado mucho al principio, y si no bajo un poco de velocidad voy a acabar escribiéndolo todo el mayúsculas y con más tacos de los que debería.

Vamos allá.

Lo que más me gusta de los conciertos de las bandas consagradas es que, sin ninguna duda, los teloneros salen al escenario con ganas de comérselo todo. Es como si la fuerza de los cabeza de cartel se transmita por el aire y, como una enfermedad deliciosa, todos los que tocan antes juegan sus mejores cartas, se dejan más tiras de piel y, sobre todo, demuestran porque los han escogido a ellos. O ellas en este caso. Porque WORTH (banda de Girona integrado por Anna, Francesca, Gloria, Marta y Cri) nos dejaron a los que no teníamos la suerte de conocerlas con la boca abierta, debido al metal gutural (¡cuidado con los coros de una de las guitarristas!) y duro con uno muy buenos solos y melodías. La cantante se comía el escenario a cada frase, y ninguna de ellas pecó del típico error de ser estáticas y no dar juego. Cada una, a su manera, demostraba que estaba hecha para eso, y ni os imagináis las ganas que tengo de ver su nuevo videoclip y tener su primer disco.

Lo dicho, ¡atentos todos!

¿Y qué se puede decir de S.A. que no se haya dicho mil veces en los casi 30 años que llevan destrozándonos los oídos y haciéndonos gritar con cada una de sus canciones? Poco, muy poco. Así que trataré de no parecer un fan loco (que soy) y me centraré en el brutal espectáculo que nos regalaron en la sala Faktoria de les Arts, que será muy difícil de olvidar.

Creo que ya me ha salido la vena groupie… vaya por dios…

Pero es que es difícil no emocionarse cuando, rodeado de más de 1000 personas (como nos confesó el camarero que no dejaba de bailar y gritar como un fan más), te sientes dentro de una enorme pelota de fuego que, poco a poco, va subiendo al cielo hasta explotar, mientras cantas como un loco temazo tras temazo y levantas el puño con cada estribillo de esos marca de la casa donde, sin pedir perdón porque ni falta que hace, despotrican contra la sociedad actual, la pasada, y en definitiva sobre todos los hijosdeputa que llevan años haciéndonos la vida imposible de mil y una maneras. S.A. es algo necesario, nunca han dejado de serlo, y aunque no te guste su música (tiene que haber gente para todo), solo con oírles ya sabes que estás de su bando sí o sí, porque no son de esa clase de grupos que cierran los ojos ante la sociedad, ni que pierden el tiempo en el escenario con discursos raros o fuera de lugar. Ellos fueron directos al grano, escalonando canción tras canción sin tan siquiera decir el nombre de la siguiente, ni falta que hacía porque: ¿hace falta anunciar un himno de los que nunca nos han abandonado?

S.A. siguen ahí por algo, y visto lo visto, y la forma de pensar de la mayoría de la sociedad, hacen falta tanto como el aire, porque de vez en cuando hace falta una buena patada en los cojones para que no perdamos la perspectiva ni la cordura, para que no nos engañen con las mismas mentiras de siempre.

¡Así que, joder, levantemos el puño y gritemos junto al inigualable Juan, contra el mundo que nos miente!

Veis… ya sabía que se me iba a ir la cabeza…