‘Sin decir adiós’, Reese Witherspoon y Harlan Coben

FICHA TÉCNICA: Título: Sin decir adiós | Autor: Reese Witherspoon y Harlan Coben | Editorial: RBA |Nº Páginas: 416 | ISBN: 978-84-1132-981-1 | Precio: 22,90€

Cuando pensamos en los límites de la muerte, este thriller nos recuerda que quizá lo definitivo no lo es tanto.

Sin decir adiós (RBA), de Reese Witherspoon y Harlan Coben, arranca con una premisa potente: Maggie McCabe, cirujana de guerra, ha perdido su licencia y su norte. Acepta un trabajo en medicina de élite, se sumerge en tecnología que roza lo insondable, y el paciente desaparece. Y con él, lo que creíamos seguro: la vida, la identidad, la verdad.

Bajo la superficie del suspense, Witherspoon y Coben exploran algo más audaz: ¿y si la muerte no fuera el final absoluto? ¿Y si la tecnología, el diseño humano, la inteligencia que ya no es solo humana, nos obligan a replantear qué somos, qué podemos perder y qué podemos “volver a tener”? En un mundo donde la IA, el anonimato médico y las identidades se funden, el libro se convierte en espejo y alarma al mismo tiempo.

La voz de Maggie se siente real: la fatiga del combate, la culpa que no se nombra, la urgencia de encontrar sentido. Su caída, su renacimiento en un trabajo clandestino, se transforman en metáfora de los tiempos que vivimos, en que lo visible y lo invisible se entrecruzan. El ritmo es nervioso, sí —pero también hay pausas que funcionan como respiraderos: momentos para pensar, para temer, para reconocer lo que subyace.

Donde algunos thrillers se conforman con sustos previsibles, este no. El matrimonio literario Witherspoon-Coben apuesta por extravagancia (tecnología, élites, sistemas médicos oscuros), pero sin perder el pulso humano. Porque el verdadero terror no es que desaparezca un hombre rico: es que desaparezca nuestra confianza en lo que creemos “final”.

Quizá en algún tramo la complejidad de la trama quiera abarcar demasiado. Tal vez los giros acelerados exijan al lector una suspensión de incredulidad mayor de lo habitual. Pero si estás dispuesto a dejar de lado lo convencional, el resultado recompensa: un thriller que abre puertas hacia lo inquietante, lo poshumano, lo incierto.

En definitiva: Sin decir adiós es más que un buen libro para pasar la noche en vela. Es una llamada de atención sobre la era en la que ya vivimos. Una apuesta original que, cuando nuestro tiempo para leer es limitado, vale cada palabra.

Disponible en librerías.

Más contenido en YB