Primavera Sound 2022 – Sábado 4/6

Último día grande en el Festival cargado de sorpresas agradables

Sábado 4/6/2022

Un fin de semana intenso y desaforado en el que la música ha vuelto a ser la protagonista indiscutible, algo que hay gente que todavía no tiene muy claro. No critico a la gente que va allí a ponerse hasta las cejas y desfasar sin complejos, pero quizás ponerle atención a los conciertos y saber disfrutar de la música sin estar todo el día quejándose, debería ser el objetivo de algunos para el próximo año. Y recuerda, si pagas 200 euros por el abono del Festival y te has estado quejando todo el fin de semana, no vengas el año que viene, tu bolsillo y tu estabilidad emocional te lo agradecerán.

OUIGO 16.45 – GUINEU –

Empezar la tarde con el proyecto de power pop catalán llamado Guineu, nombre bajo el que se esconde la peculiar visión musical de la vitalista Aïda Giménez, se convirtió en un acierto indiscutible. Alegría, efusividad, calor, amor y unas tonadillas infecciosas y adictivas como las que más, fue con lo que nos deleitaron Guineu a una hora de la tarde perfecta para la merienda. Acompañada de una banda súper compacta y con una estética visual (gorro de vaquera rosa incluido) más bien estrafalaria, algo que le iba de maravilla con su estilo nada fácil de encasillar, el concierto de Guineu me pareció el disfrute perfecto e ideal para empezar el día.

PLENITUDE 17.30 – PORRIDGE RADIO –

Lo de Porridge Radio fue simplemente descomunal. Con el anuncio previo de que tendríamos un concierto de Dana Margolin en solitario, a lo que Dana aludió diciendo que había habido problemas con la banda y el tema del pasaporte COVID, la sorpresa de encontrarla sobre las tablas del escenario Plenitude con un sol de justicia y acompañada únicamente de su guitarra eléctrica, creció exponencialmente al verla defender las canciones de su recién estrenado último disco llamado Water Slide, Diving Board, Ladder To The Sky de manera desnuda, visceral y desgarradora. Sus repetitivos mantras líricos que iban subiendo de volumen hasta desgañitarse o esa manera de interpretar desde las entrañas hicieron estremecer a más uno. Sinceramente, no esperaba encontrarme con una intérprete con ese nivel de veracidad, entrega y pasión. El valor de Dana fue comparable a tener a Sinead O’Connor y PJ Harvey en una misma persona sobre el escenario. Creo que con eso lo digo todo a la hora de exponer el nivelazo que mostró la de Brighton.

TOUS 18.45 – DIE KATAPULT –

La fusión de Ana (Los Ganglios) y Elena (Neleonard) en una rara avis como Die Katapult me ha parecido una maravilla inimaginable. Estamos hablando de una banda de krautrock (con unas habilidades pop inevitables) en la que ambas cantan en alemán sin que ninguna de las dos sepa el idioma. Apañarse con Google translator para hacer las letras y tener un desparpajo imbatible para defender el alemán como lengua para sus canciones, ya es un logro (o una locura) al alcance de muy pocos, pero si además a la hora de interpretar las canciones de su debut sobre las tablas suenan tan convincentes, divertidas, bailables y contagiosas, la cosa se eleva de manera irremediable.

Canciones reconocibles de estribillos coreables, sintes ochenteros para parar un carro, una estética claramente industrial y una conexión con el público impresionante (conquistando incluso los corazones de los seguidores de Dreamcatcher que se agolpaban en las primeras filas para disfrutar de su banda favorita una hora después de las catalanas), el concierto de Die Katapult fue otro de los aciertos incuestionables del día.

CUPRA 19.45 – MARÍA JOSÉ LLERGO –

A la Llergo ya la había visto en un teatro de Granollers hace un tiempo. Verla de nuevo a pleno sol en el Primavera Sound al descubierto tuvo sus ventajas y sus inconvenientes. El Cupra le ofrecía un espacio extra en el que las bailarinas estaban invitadas, unas acompañando al baile y otras interpretando algunas de las canciones cuerpo a cuerpo con la Llergo, momento estelar la verdad. Al trabajo instrumental teníamos sobre las tablas a xxx a la guitarra y a xxx a los arreglos electrónicos (como viene siendo habitual en sus directos).

El set-list volvió a ser maravilloso y muy parecido a lo que nos ofreció en el teatro. Un inicio plagado de versiones de flamenco clásico (entre las que cayó esa Pena, Penita, Pena de Lola Flores ya imprescindible en sus directos) y un resto de repertorio en el que acudió a su disco Sanación, con Nana del Mediterráneo como uno de los highlights absolutos, y a algunos de sus singles más recientes como Tu Piel o La Luz. Ella salió con un vestido de flamenca enorme y rojo y su voz brilló sobre el escenario Cupra como un lucero del alba potente y puro. El inconveniente viene cuando la Llergo hacía que su voz se convirtiera en un susurro, efecto que se perdía bastante en un escenario tan abierto, aunque eso no quitaba que cuando su voz explotaba de manera incontenible, prácticamente a la mitad del público se le cayeran las lágrimas de emoción. Un concierto que en el Auditori hubiera sonado mejor sin duda, pero no hubiera sido ni la mitad de emocionante y cálido que fue en un Cupra lleno hasta la bandera.

BINANCE 20.40 – BLAK COUNTRY, NEW ROAD –

Y ya que el día anterior me perdí a otra de las sensaciones del año, los Black Midi que por lo que me dijeron se pegaron un concierto de escándalo, tocaba el turno de ver a los Black Country, New Road, una banda inglesa que la prensa británica ha encumbrado hasta lo más alto con tan sólo dos discos en su haber. Siendo una banda (colectivo en realidad) a la que no consigo descifrar del todo, ni sus discos, ni su estilo, ni sus influencias, siempre me descolocan y me sorprenden, pero no logro ubicarlos del todo en que escena o estilo se mueven.

Algo que no tiene porque ser malo, eso denota una personalidad y un estilo únicos, y eso siempre es bueno. El concierto fue una pasada. Dedicaron prácticamente cada canción a alguien de su círculo, incluso tocaron una canción que acaban de componer hacía dos horas, y su repertorio no dejó duda de la pasión y el amor que se desprende de sus canciones. Para mí fue como ver a unos Godspeed You Black Emperor en versión folk luminoso. Una experiencia del todo reconfortante y valiosa.

OUIGO 21.45 – ABBATH –

Ver a Abbath en el Primavera Sound era el equivalente (al menos para mí) a ver a Mayhem o Slayer en su día también en el PS. Con esto quiero exponer la importancia que tiene la incursión de clásicos inmortales (que bien me lo he traído) del metal extremo en el Festival y el gusto que se toman a la hora de escogerlos. Con un nuevo disco bajo el brazo, el tercero de su periplo en solitario, Abbath ofreció un concierto demoledor, insuperable y devastador en el que, durante sus 50 minutos, nos ofreció el repaso perfecto a su carrera apoyado sobretodo en los temas de su último Dread Reaver. Tocando nada menos que cuatro temas de su último disco, los más brutales y agresivos, y accediendo, tocando un tema de cada uno, a sus dos discos anteriores, la sorpresa vino cuando soltó el Warriors de la banda I, un combo fraguado a mediados de los 2000 y que tan sólo publicó un disco con ese nombre. Pero la cosa no iba a acabar así. Lo mejor de la noche todavía estaba por llegar. Cuando empezaron a sonar los primeros acordes de In My Kingdom Cold, tema del disco Sons Of Northern Darkness de Immortal del año 2002, mis ganas, mi locura y mi emoción subieron enteros. Pero la verdadera sorpresa la guardó para el final. Tocar el Withstand The Fall Of Time de mi favorito At The Heart Of Winter del 99, estamos hablando de una de las catedrales paganas más impresionantes del black metal noruego, fue el regalo de despedida más insuperable y el cierre de concierto más impresionante de todo el Festival. Sangre, sudor, violencia  y mugre en un concierto en el que todo sonó  a las mil maravillas (atronador a niveles extremos) y pudimos contar con un Abbath perfectamente cohesionado con la banda y con el material.

TOUS 23.00 – DUKI –

Y llegaba el momento de volver a viajar a “País Lejano” (más conocido como el Primavera Bits). Un espacio en la que se realizaban la mayoría de los conciertos electrónicos del Festival y que quedaba a unos 15 minutos andando desde la zona del Cupra. Para mí un paseo, para muchos un suplicio más del que quejarse durante el Festival. Repetir con el que ha sido, y es, el trapero más importante de habla hispana desde que el estilo eclosionó al gran público hará ya más de 5 años, era algo que no podía dejar pasar. Acompañado de una banda al completo con dos guitarras, una batería y un sampler, Asan y Yesan volviendo a ser piezas claves en la propuesta en directo del argentino, Duki ya ha conseguido traspasar, de manera sólida y profesional, el estilo que lo vio nacer para convertirse en prácticamente un cantante de rock urbano argentino al uso. Su calidad vocal, su entrega, el despliegue de medios y su profesionalidad hicieron del concierto un momento memorable, en Goteo incluso bajó al foso para cantarla con el público, pero he de admitir que no superó su concierto en pandemia en el Fòrum de hace un año. No sé cuál era la razón, pero por mucha calidad de la que dotó al concierto en todos los sentidos, él parecía un poco desconectado del momento, pendiente de ponerse o quitarse la chaqueta en más de una ocasión y mirando todo el rato a su crew del backstage pidiéndole agua y demás. Yo opté por pensar que no estaba al 100% de salud y eso hizo que el argentino estuviera deseando irse.

TOUS 00.30 – ALIZZZ –

Después de perderme su concierto de presentación por sold-out en la sala grande de la Razzmatazz de Barcelona. la oportunidad de verlo en el Primavera Sound se convertía en providencial. Arropado por una banda al completo y un look (como normalmente lleva) que parecía un poco de señor mayor (rebequita de hilo, pantalones de pinza, zapatos rollo mocasín y una camiseta lila a juego con sus gafas de sol vieja escuela), el concierto que dio Cristian sobre las tablas del Tous fue una fiesta incuestionable. Repasando su disco debut prácticamente de cabo a rabo, el momento estelar llegó cuando Alizzz empezó a cantar Antes de Morirme (el hit que catapultó a Rosalía y a C. Tangana) y, en la parte en la que Rosalía canta su estrofa, apareció Amaia para saltar y disfrutar como la que más con ese éxito generacional formando un dueto que, sin llegar a las cotas del original, sonó más que consistente. Momento en el que aprovecharon ambos para cantarse su esperado El Encuentro. Lo dicho, una maravilla de concierto para bailar, cantar y desgañitarse con los hits de Alizzz.

PULL & BEAR 02.00 – TYLER , THE CREATOR –

No era la primera vez que Mr. Creator pisaba el escenario grande del Festival, pero sí era la primera que lo iba a ver tan de cerca y pudiendo disfrutar de su concierto de principio a fin. Lo que hizo Tyler en el escenario fue algo así como una representación teatral. Las capacidades interpretativas de Tyler, su desparpajo a la hora de conectar con el público, la calidad de sus canciones, su habilidad vocal ya fuera rapeando o gritando y toda la parafernalia que lo arropaba, estamos hablando de unas proyecciones paisajísticas cambiantes en 3D de locos y una montaña de pega de la que salían fogonazos y petardazos a todo meter, el mc americano nos regaló una actuación de un nivel insuperable. Ataviado con un outfit selvático muy acorde con el escenario que montaron y dispuesto a reventar el Festival con una batería de hits imparable, lo del fundador de Odd Future fue simple e indiscutiblemente magistral.

OUIGO 03.00 – BOY HARSHER –

Y para finalizar el Festival tenía dos opciones, ir al Cupra a desfasar como loco con el concierto de Disclosure, o hacerle caso a la recomendación indirecta de Pumba sobre lo imprescindible de ver al dúo Boy Harsher, una de esas bandas escondidas en el cartel. Pues bien, como me fío bastante del criterio de esa persona y a los Disclosure ya los había visto alguna vez, decidí tirar para el Ouigo (el escenario más pequeño del Festival) y comprobar en mis carnes si la cosa era para tanto. Pues bien, una vez allí, lo único que recuerdo de ese concierto es entrar en un trance danzatorio del que no pude salir hasta que finalizó.

Su electro-pop de aires oscuros y sintes ochenteros, mezclados con la sensual y sobria voz de su cantante hicieron las delicias de los allí presentes sumiendo al público en un estado hipnótico y delirante en el que el cuerpo funcionaba solo. Jamás habría podido soñar un fin de fiesta tan perfecto, sorpresivo y culminante. A partir de ya, Boy Harsher pasa a ser otra de las asignaturas pendientes más imprescindibles del Festival. Gracias a  los que (directa o indirectamente) me recomendaron este concierto, os debo una.