Para Porsche, cada detalle cuenta y eso incluye el sonido de sus vehículos. Desde el sonido del motor hasta el cerrar de las puertas, la firma de Stuttgart se esfuerza por afinar cada acústica para reflejar la excelencia de la marca.
Con el uso de herramientas vanguardistas como la cabeza artificial «Sam», Porsche no solo perfecciona los sonidos naturales del coche, sino que también crea una atmósfera sonora que transforma cada viaje en una experiencia sublime.
Un compromiso con el sonido perfecto
En Porsche, el diseño sonoro es una ciencia. Los ingenieros en el departamento de Control de Calidad y Análisis en Zuffenhausen trabajan incansablemente para asegurar que cada modelo emita el sonido distintivo de Porsche. Utilizando tecnologías avanzadas como «Sam», una cabeza artificial equipada con micrófonos de alta precisión, Porsche capta y analiza los sonidos desde una perspectiva humana, permitiendo ajustes que refinen cada ruido, cada tono.
Sam: más que una herramienta, un pasajero audaz
Sam no es una herramienta ordinaria; es esencial para el proceso de diseño acústico en Porsche. Esta cabeza artificial, con sus micrófonos incorporados, viaja en el coche, registrando cada sonido con una claridad inigualable. Desde el zumbido de un motor eléctrico hasta la sutilidad de una puerta que se cierra, Sam ayuda a los ingenieros a capturar la esencia de lo que debería ser un Porsche en movimiento.
Desde el rugido hasta el susurro: el sonido en los eléctricos
Con la transición hacia los vehículos eléctricos, el desafío acústico para Porsche se ha intensificado. El típico ruido del motor de combustión da paso a un silencio que puede revelar sonidos antes enmascarados. Aquí es donde la precisión de Sam se vuelve invaluable, permitiendo a los ingenieros ajustar y enriquecer artificialmente los sonidos para mantener la sonoridad característica de la marca, incluso en modelos como el Taycan.
La calidad acústica como objetivo
La búsqueda del sonido perfecto va más allá de la funcionalidad; afecta directamente la percepción del cliente de la calidad del vehículo. En Porsche, cada sonido —desde el sistema de audio hasta el ruido del viento contra la ventana— es evaluado y perfeccionado. Esta obsesión con el detalle acústico asegura que cada Porsche no solo sea un placer de conducir, sino también de escuchar.
En conclusión: una sinfonía sobre ruedas
Lo que para algunos podría ser solo un detalle, para Porsche representa un aspecto fundamental de la experiencia automotriz. El sonido de un Porsche no es solo un efecto, sino una declaración de ingeniería, diseño y pasión. Gracias a innovaciones como Sam y el talento de sus ingenieros, Porsche continúa liderando no solo en velocidad y estética, sino en cada susurro y rugido que define la experiencia de conducir un coche de lujo.