NETIQUETA: LA EDUCACIÓN LLEGAN A LAS RRSS

Aunque parezca que las comunicaciones online se han desarrollado de una forma natural y orgánica, prácticamente desde sus inicios, ha existido una guía de actuación que regula la relación de usuarios en internet. Y aunque esto es cierto, a veces, con el uso y el abuso estas pautas han caído en el olvido. 

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Hace ya 20 años que la IETF (Internet Engineering Task Force), la entidad que regulariza las propuestas y los estándares de internet, elaboró un documento que intentaba reglamentar las comunicaciones en la red. Este texto estableció un conjunto de normas de urbanidad que debían manejar los internautas en sus intercambios online y que se conoce en la actualidad como netiqueta, neologismo que tiene su origen en la palabra francesa etiquette (etiqueta) y de la inglesa net (red). Lo que viene a ser un código de buenas prácticas común a todos los usuarios de internet.

En la vida real todos hemos tenido, desde nuestros primeros pasos, una referencia que podrían ser nuestros mayores o el mundo educativo. Las reglas básicas de actuación en sociedad se convertían en directrices permanentes. Pero, ¿qué ocurre si esta situación nos la llevamos al mundo online? Pues que todos hemos ido aprendiendo sobre la marcha, con el uso y observando al de enfrente.

Las pautas que estableció la IETF demuestran que los criterios de educación y comportamiento que rigen el mundo real deben ser los mismos que en el mundo online. Solo es necesaria una ligera adaptación por la diferencia del medio.

La primera norma que se estableció, y que aunque parezca innecesaria la realidad ha demostrado que es imprescindible, es la obligación de presentarse. Cuando se conoce a una persona físicamente lo primero que se hace es saludar y decir tu nombre, y en el mundo virtual debe ser igual. En la red todos somos anónimos mientras haya una persona que no sepa quienes somos.

smartphone-571961_640El lenguaje utilizado en nuestras comunicaciones también es importante. Aunque es cierto que hay entornos virtuales que permiten un lenguaje más informal que otros, no hay que extralimitarse. 

Si nos referimos a la forma del mensaje tenemos que respetar ciertas normas básicas. Por ejemplo, escribir en mayúsculas es sinónimo de gritar y en ningún entorno esta actuación es bien recibida. Otra norma que se ha establecido, precisamente por el uso abusivo, es la recomendación de reducir el uso de los emoticonos.

Además, se puede asegurar, sin temor a equivocarse, que las faltas de ortografía quedan igual de mal en Facebook que en cualquier texto que escribas a mano, con la diferencia de su enorme difusión. También recordar que los mensajes en las redes sociales no son SMS (Short Message Service) así que las abreviaturas y las contracciones deben ser suprimidas. La limitación de caracteres no justifica saltarse las mínimas reglas ortográficas.

Y todo esto referido a la forma porque si nos centramos en lo contenidos hay reglas que son de sentido común. Si dejamos de lado las obviedades del tipo ‘está feo insultar’, existen unas mínimas normas de actuación que son necesario conocer. Si en la calle no insultarías, ni serías grosero con alguien que no estuviera de acuerdo contigo, en las redes sociales tampoco.

Además, ser generoso también es una buena cualidad virtual. No te centres en ti mismo y en tus mensajes. Compartir es el objetivo del entorno virtual y, cuando esto se hace, siempre se debe citar la fuente de la información.

Aunque estas pautas son generales para la comunicación en internet es necesario asegurar que dependiendo de la red social que uses, o el entorno online en el que nos movamos, existen unas reglas específicas. El lenguaje para comunicarse, por ejemplo, no es el mismo en Facebook, Twiter o Linkedin.

icons-847272_640Twitter: una red de información

Aunque parezca extraño, en Twitter son los mismos usuarios los que han ido estableciendo y marcando unas mínimas normas de urbanidad. 

En Twitter si que podríamos volver a la regla que nos anima a presentarnos. Ocultarnos tras un avatar o el famoso huevo que aparece por defecto en la plantilla de inicio, da una sensación de impunidad o dejadez que puede desaconsejar un intercambio de información.

Prácticamente desde los inicios de Twitter se considera señal de mala educación seguir a un usuario y dejar de hacerlo cuando él te empieza a seguir. Para evitar estas situaciones existe Unfollowers, una aplicación que limpia tus cuentas de las redes sociales de este tipo de personajes y los marca para que puedas decidir que acción seguir.

Agradecer y devolver los retweets (RT) y los #FF (Follow Friday), con los que un usuario te recomienda a sus seguidores, es imprescindible para una práctica correcta de Twitter. Por favor, ahórrate pedir retweets y followers porque transmite una imagen de desesperación virtual penosa.

Hay que asegurarse de poner la @ al mencionar a alguien. Parece algo obvio, pero si no lo haces no recibirá el tuit en sus menciones y puede que no la llegue a leer. Además es considerada una manera de hablar de alguien en Twitter a sus espaldas.

Intenta no inundar de tuites los timeline de tus seguidores y sé generoso con la información. Twitter es la red social por excelencia para compartir información interesante. Hay que se generoso, no se debe usar solamente para publicar las noticias que tú generas. Conversar y opinar son los cimientos de Twitter. Intenta dar contenido a tus tuits. Esta red social no se creó para compartir situaciones cotidianas como lo que has desayunado o cuantos kilómetros has hecho corriendo.

icons-842893_640Facebook: un grupo de amigos pero con normas

A diferencia de Twitter, Facebook ha sido, desde su creación, la red social con la más amplia guía de pautas que regulan la relación entre usuarios. Aunque hay que reconocer que a pesar de esto, no son muchos los que, tras crearse una cuenta, se acercan a interesarse por las normas de convivencia.

Una de los primeras razones que pueden hacer que te cierren una cuenta en Facebook es no usar el nombre real o hacerse pasar por otro. Así que, lo que en otros entornos es opcional, aquí es obligatorio. Compartir información personal de otros sin permiso también es motivo de sanción.

Algunas de las normas que debes tener en cuenta para comunicarte en Facebook, además de las básicas que ya hemos comentado y que son generales para cualquier comunicación online, son evitar el envío reiterado de solicitudes de amistad, los mensajes a personas que no desean recibirlos, el lenguaje que incita al odio o las imágenes pornográficas. 

La norma no escrita ‘Yo doy likes, tú también’ es real como la vida misma. Si yo he colaborado contigo para conseguir fans para una página que está arrancando espero, en el futuro, contar con tu ayuda. Hacer lo contrario estaría muy feo.

Hay que ser cuidadoso con el uso de los mensajes privados en Facebook para grupos demasiado grandes ya que utilizarlos puede obligar a usuarios a participar en conversaciones que no les interesa. 

A nivel personal, es recomendable no subir fotos embarazosas que entre amigos pueden parecer muy graciosas pero que al jefe de uno de los etiquetados en ella tal vez no le haga la misma gracia. Además, la competición por ver quien tiene más amigos es algo del pasado y con el tiempo, y la madurez, ha llegado a ser algo superfluo.

icons-842861_640Linkedin: una red profesional

Linkedin es la red social para uso profesional por excelencia y una de las más estrictas con las normas de comunicación entre sus usuarios. Aunque en los últimos tiempos ha cambiado ligeramente su interfaz para hacerla más social y poder compartir más contenidos, no hay que olvidar que su objetivo es profesional y no de ocio. Aquí no valen tus salidas de fin de semana o el último estreno al que has asistido. 

Como ya hemos comentado, si presentarse en cualquier situación social es importante cuando lo que estas anunciando son tus capacidades profesionales podríamos decir que es imprescindible. Así, sustituir la foto de perfil por el logo de tu empresa queda francamente mal y es una de las prácticas prohibidas expresamente por esta web.

El envío de mails a través de Linkedin también debe ser regulado siguiendo unas normas de urbanidad básicas. Si no conoces a tu interlocutor y le contactas a través de Linkedin como mínimo debes presentarte. Saludar no es opcional, es obligatorio.

Además, si pides contacto a una persona con la que no has trabajado y te acepta también es necesario contestar agradeciéndole el detalle y comenzando así una relación de networking.

Actualizar tu estado está bien pero sin saturar. Más de dos veces al día puede molestar a tus contactos. Un consejo, si vas a realizar muchos cambios en tu perfil desactiva las notificaciones. 

Una actitud que también está muy mal vista en Linkedin es solicitar una recomendación a alguien que no te conoce o que no ha trabajado contigo. Esto queda al mismo nivel de desesperación virtual que pedir retweets o followers.

Estas son las redes sociales más importantes pero también podríamos comentar la pésima imagen que dejas al inundar tu cuenta de Instagram con miles de selfies y primeros planos de tu comida, o la pesadilla de los grupos de Whatsapp y el estrés que produce en las personas que tienen una vida más allá del móvil.

En definitiva, la base de una correcta relación online podría ser la frase ‘trata a los demás como quieres que te traten a ti’. Pero si algunas personas no lo hacen en la calle con el anonimato que facilita la web esto es casi imposible de controlar.@l_canamero