Antón Álvarez, ‘El madrileño’

Antón Álvarez se desprende definitivamente de Tangana con ‘El madrileño’ y asume su papel de referente en la música española actual.

Si con Ídolo (Sony, 2017) Antón Álvarez (Tangana) y Cristian Quirante (Alizzz) supieron redefinir y mostrar el camino del nuevo pop, de eso hace ya 4 años y no ha habido nadie capaz de ponerse a la altura del dúo dinámico, con El Madrileño, Antón ha creado un nuevo personaje que se desprende por completo de Tangana para materializar su nueva personalidad en una visión artística única y poderosa.

Antón ha querido desmarcarse claramente de aquel idolatrado Ídolo para recoger el testigo de la canción popular española de herencia añeja para reformular su bases y sus maneras y entregar uno de los discos más deliciosos, sorpresivos y letales del año hasta la fecha.

De manera consciente para Antón, todo comienza con el single Nunca Estoy, tema perteneciente a su anterior referencia en forma de EP titulado Bien:( (Sony, 2020). Corte que ha incluido en el disco a modo de primer single sin que realmente el público lo supiera, ya que de cara a la galería el primer single del disco habría sido Demasiadas Mujeres.

Una jugada extraña que puede llevar a pensar a su seguidores que la canción se ha metido en el disco a modo de relleno, nada más lejos de la realidad.

De manera inconsciente, al menos en el momento de componerlo,  Un Veneno (Sony,  2018), un bolero envenenado  junto a El Niño de Elche que llegó a interpretarse en directo en OT y del cual Antón habla diciendo que es la primera canción de verdad que compuso en su vida, es el auténtico paciente cero de la evolución conceptual de Tangana hasta convertirse en El Madrileño. Tema que ha sido regrabado para la ocasión junto a José Feliciano en un nuevo esfuerzo para señalarla como el corte más importante de su nueva transición artística. 

Una nueva etapa en la canción española

Lo de reformular la canción popular española es una idea que ya se veía venir. Algo que ya había presentado y puesto en práctica con los dos singles de presentación previos al lanzamiento del disco. Demasiadas Mujeres y Tú Me Dejaste De Querer, esta última en colaboración con La Chunga y El Niño De Elche, mostraban de manera inequívoca lo que iba a ser este El Madrileño, confirmando la idea tan sólo unos días antes de la salida del disco con Hong Kong y Nominao, con Andrés Calamaro y Jorge Drexler respectivamente.

El Madrileño es un disco que investiga, explora, experimenta y actualiza la canción popular española con una osadía, una curiosidad, una valentía, una convicción, una capacidad y una habilidad incontestable.

Claras influencias

Antón depura influencias y personalidades como si de un catálogo de inagotables referencias se tratase. Su maestría a la hora de expresar su amor por la música y la pasión que siente por sus héroes musicales se hace fácilmente palpable cuando hablamos de La Húngara, Eliades Ochoa, Los Gipsy Kings, Kiko Veneno, José Feliciano, Jorge Drexler o Andrés Calamaro.

Una estrategia que, más allá de madurar su sonido y abrirlo de manera bárbara a una audiencia mucho más amplia, nos regala un nuevo Antón al que alabar por una cualidades que, hasta el momento, solamente se habían mostrado de manera superficial en sus canciones y que aquí cobran un sentido y una clarividencia impensable.      

Antón Álvarez vuelve a convertirse en una presencia y una personalidad ineludible a la hora de entender la vanguardia de la música nacional y demuestra, una vez más, la capacidad del artista para llegar al público de una manera personal, atractiva y única.

Después de dos años de cocción, viajes, encuentros, colaboraciones y variados paisajes inspiradores, El Madrileño se ha convertido en un nuevo hito en su carrera, de la misma manera que lo es para la escena nacional.

Marcando el camino

Cada vez que Antón saca un disco, reconfigura patrones, estilos y maneras para ponerse a la cabeza de un movimiento que él mismo lidera gracias a una creatividad, ambición e inquietud musical epatante y El Madrileño hace todo eso y más, por mucho que él diga que ya no le importe estar ahí.

En el plano personal tengo que decir que ha tenido que llegar Antón para que una canción de Jorge Drexler o Andrés Calamaro me gusten, de la misma manera que lo ha hecho con todo un catálogo de estilos musicales a los que ni suelo, ni quiero acceder y que en con El Español me he sorprendido a mi mismo disfrutando sobremanera de ellos.

Logros que, con mis más de 40 años, nadie había conseguido hasta la fecha a los niveles de adicción que me ha creado el nuevo artefacto de Antón Álvarez, por ello, y por todo lo que representa este El Madrileño, tengo muy claro que va a ser muy difícil superar la hazaña para cualquiera que quiera ponerse a la altura.