Mis 13 discos nacionales favoritos del 2024

En un principio, mi intención era la de no incluir en el lista ningún disco que durara menos de 30 minutos, pero haciendo balance, me he dado cuenta de que hay muchos mini álbumes o ep’s que no llegan a los 30 minutos de duración y han sido de mis más disfrutados del año. Por esa razón, en la lista han acabado referencias tan breves como la de Antony Z con Vera GRV o el concentrado debut de Mushkaa, dos trabajos que no podía dejar en el tintero cuando hablamos de mis favoritos del año.

Poco a poco, y cada vez de manera más evidente, el formato de disco largo, no es el objetivo final para el artista. Mientras que antes el larga duración era la máxima consideración para un artista, a día de hoy tenemos gente como el argentino AgusFortnite2008, al Bugg desde Granada o a ese misterioso artista llamado Nusar3000, haciendo canciones que, en su mayoría, pocas veces pasan de los dos minutos de duración.

Obviamente estamos hablando de música reciente y encarada a ese target de público que pasa sus días en la urgencia de los reels y los vídeos de tik tok, algo que también tiene que ver con el ritmo hiperacelerado que tiene esa escena musical que engloba el mal llamado urban en toda su extensión, pero hay que admitir que desde la democratización de la música y el cambio radical en el paradigma de la industria musical, la oferta es tan amplia, variada y extensa, que prácticamente todas las escenas y géneros sufren en mayor o medida esa aceleración continua.

Entiendo que para el artista, su música es lo importante, lo que los demás deberían escuchar y dejar de lado el resto, pero para el oyente que disfruta de manera constante de nuevos estímulos, estilos y escenas emergentes, la vida no nos da para tanto. Lo único que conseguimos con ello es no ahondar lo suficiente ni en el artista ni en la obra convirtiendo nuestro hábito musical en un ejercicio más superficial que edificante. Desacelerar está en nuestras manos, aunque me haya quedado muy de la DGT, jajaja.

Sin duda, uno de los nombres más originales, misteriosos (siempre con la cara tapada y una estética fuera de lo común) y experimentales que han surgido de la escena urbana este año, es el del artista madrileño Nusar3000.

Sin ser un debutante, ya nos había ofrecido algunos de los momentos más intensos y explotados de los últimos años con el remix del Despechá de Rosalía, que ha supuesto su mayor exposición hasta la fecha, o el  Canijo de Judeline, su concierto en el Sónar de 2023 o su reciente sold out en la sala Nau de Barcelona, corroboran su valía como artista ecléctico y multifuncional con un potencial enorme para salir del underground.

Su versatilidad reside en unas influencias que, aunque el Jersey Club está bastante presente en sus mezclas, sus referencias a la world music, la música étnica venida de los balcanes y el folklore mediterráneo, hacen de su presupuesta una de las más refrescantes, originales e identitarias de todo lo que navega a día de hoy por la amplia etiqueta del urbano.

Ya llevo varios años diciendo que la creatividad musical dentro de nuestras fronteras no tiene límites convirtiéndonos en referencia para muchos, gente como $kyhook, Ralphie Choo o Rusowski son buena muestra de ello, pero la barrida para casa que hace Nusar3000 con tan solo un mini-álbum de 16 minutos, es exagerada.

Nusar3000 tira de raíces, para enseñarnos la música del futuro.

A estas alturas de la película, no hay nadie capaz de quitarle el sitio a Yung Beef, eso es inapelable. Pero este chaval llamado El Bugg, salido también de Granada, está claro que sigue las enseñanzas de Fernandito Kitkat al dedillo.

Desde la entonación, las temáticas, las vivencias y el storytelling, hasta lo más importante, la voz, todo nos remite al papá de todo esto,

El Seco. Entregando su mixtape más sólida y desarrollada hasta la fecha, el sonido de El Bugg en Nueva Cabra viene marcado por Kilvertz, Pipo Beatz, Pochi, Merca Bae, Ess y Mercaloops, productores afines a La Vendición, que aportan una personalidad única a la mixtape trabajando con una variedad estilística muy marcada pero que, de alguna forma, consiguen darle esa cohesión y empaque necesaria para dotarla de entidad propia y un carácter único.

Pero lo más destacable de ella, es el paso de gigante que supone en la calidad y la maduración de un artista con un potencial multi tentacular en la escena.

Eso sí, no hay que obviar Kitipones, la última mixtape del granadino en la que practica el reggaeton sucio y el dembow más efectivo para mayor gloria de sus fans más festivos.

Hace ya un tiempo que LaBlackie estaba preparada para dar el salto a lo grande y La Favorita es la confirmación, en formato debut largo, de que estamos ante una de las raperas más duras, sensuales y seguras de la escena actual.

Dándole a una variedad de estilos envidiable, tenemos rap, trap, reggaeton, urban y (sexy) drill sin distinciones, las contadas colaboraciones que nos regala LaBlackie en el disco son tan acertadas como redondo es su debut.

La descomunal Villano Antillano en Maremoto, Muévete con el siempre brutal Israel B, Spice Girls en colaboración con el cachondo de We$t Dubai y You Can Sit With Us junto a la más desconocida Deva, conforman las alianzas al micro en el disco.

Pero no se reduce todo a un debut de infarto y un grupo de productores en los que fijarse, la mayoría desconocidos en mi caso, LaBlackie centra muchos de sus esfuerzos en el apartado visual y eso se nota.

Llevando ese concepto a su máxima expresión, la de Barcelona ha firmado un vídeo para cada uno de los temas aunando lo visual y lo musical a un nivel experto.

Eso por no hablar de las diferentes estéticas, todas y cada una de ellas flow 2000, con las que nos deleita en los vídeos haciendo gala del auténtico chonismo ilustrado. Nada hacía presagiar un debut de este tamaño y esta contundencia pero, visto lo visto… These Niggas Got Me Fucked Up.

De la mano de su actual pareja sentimental, Antony Z y Vera GRV se han sacado de la manga el Ep más romántico, bailable, fresco y poderoso del año.

Culminado con un concierto en sala Wolf de Barcelona en el que ambos se cantaron tres de los temas contenido en este Amoríos Del Albayzín, mi amor por Anthony Z no ha parado de crecer desde que en 2021 sacara aquel notable Mandela.

Su siempre marcado amor por Granada le ha hecho firmar un Ep que expone el amor a su ciudad y a su pareja, de una manera incondicional, eterna y sincera.

Su carácter del sur, hace que siempre esté dispuesto a encender la fiesta a ritmo de las palmas y la guitarra, y para eso, es indispensable la figura de Toni Anzis, su productor de confianza y prácticamente el cincuenta por ciento del proyecto.

Sobre las tablas, se puede palpar la química que hay entre ambos. Formando un dúo Imbatible a la hora de enamorarte, hacerte sentir el duende y crear imágenes sugerentes en tu mente, Antony y Vera se han convertido en la pareja más cute de la escena.De lo que no hay duda, es que Amoríos del Albayzín va directo al corazón.   

Por mucho que de primeras me pareciera una referencia menor dentro de su discografía, irónicamente siendo su primer larga duración y su disco más completo y estudiado, con el tiempo he conseguido apreciarlo de manera bárbara más allá de sus singles previos que ya me habían gustado horrores.

Acompañado de un documental del mismo título en el que se narra la odisea ocasionada por el continuo retraso de la salida del disco, provocado en su mayor parte por la discográfica, La Joia es un logro épico en la carrera de Alba Farelo, eso es indiscutible.

Encarado de manera evidente al gran público, estamos ante la Bad Gyal menos arriesgada y más accesible hasta la fecha, en el disco se echa de menos esa experimentación con los ritmos venidos del dancehall y a una Alba más chabacana en sus líricas.

Pero la calidad expuesta en el álbum, tanto en los ritmos como en las colaboraciones, vuelve a poner el listón por las nubes en cuanto a efectividad, números y potencial se refiere.

Convertida ya en una referencia dentro de la escena, Bad Gyal puede permitirse entregar un disco como La Joia.

Un disco que no la desvincula de sus raíces, pero que mira a su público desde una perspectiva mucho más amplia y menos generacional. Podríamos estar hablando tanto del disco de maduración de la catalana, como del disco de transición de la catalana, pero no es una cosa ni la otra porque estamos hablando de su debut. 

Es de sobra conocida mi devoción absoluta por Carla, Leia y Jazz, el trío inalterable que compone el núcleo de la banda Mourn, ahora con el añadido de Oriol Font sustituyendo en la batería a Antonio Postius.

La quinta referencia de la banda, esta vez bajo el sello Montgrí una vez desvinculadas de Subterfuge Records y Capture Tracks, suena como un tiro.

Explorando nuevas formas dentro del rock de ascendencia punk y posthardcore, Mourn siguen tergiversando sus influencias a conciencia para desarrollar el estilo de la manera más personal y auténtica sin que nada de lo que hagan nos remita a una copia, ni tan siquiera de ellas mismas.

Pero su fuerte no está únicamente en entregar discos de rock atemporales y pluscuamperfectos, Ultramarinos Costa Brava mediante, donde verdaderamente explotan su potencial es en esos incendiarios y enérgicos directos.

Nada fuera de lo normal cuando tienes una confianza ciega en el material que estás manejando, pero se agradece sobremanera esa capacidad de emocionar a la hora de subirse a un escenario.

Si hablamos de calidad, ellas la tienen de sobras, si hablamos de canciones, ellas las tienen de sobras, y si hablamos de actitud, también van sobradas. The Avoider es simplemente una muestra más de ello.

Mano a mano junto a su otra mitad en el proyecto, el productor D.Basto, y tomando como inspiración figuras tan referenciales en la escena como pueden ser La Zowie o La Albany, La Metrika nos entrega el debut largo más contundente, oscuro, festivo y desprejuiciado de la escena urbana.

Dada al trap más creativo y explícito, de la misma manera que se abre en canal para expresar sus emociones más íntimas y sinceras en su vertiente emo-sad, en esa dicotomía reside parte de su atractivo.

Algo que no resulta fácil de equilibrar en un disco tan duro y desfasado, pero que a ella le funciona como un tiro.

La de Castellón consigue crear todo un universo propio alrededor de su imagen, ofreciendo un imaginario conceptual en torno a un álbum siniestro, plagado de drogas, nihilismo y excesos, en el que la maldad aflora en más de una canción.

D. Basto aporta su bagaje dentro de la música de club ofreciendo una propuesta que bebe directamente del bakalao y el maquineo sin complejos y que lleva los tempos y la suciedad hasta niveles extremos, algo parecido a lo que hace La Metrika con la carga sexual y la postura radical que expresa en sus líricas no exentas de bacanales sexuales, nocturnidad y alevosía, y drogas de diseño.

No es para todos los oídos, ni tan siquiera dentro de la propia escena, pero si te dejas seducir por el desfase festivo y el concepto de oscuridad al que nos acerca la castellonense, con esos terroríficos interludios inspirados en el villano de Saw, te atrapa sin opción a escapatoria.

Otra que estará por la sala 2 de la Razzmatazz de Barcelona en febrero. 

Dentro de esos discos breves que comentaba en la introducción, nos encontramos con el debut del dúo madrileño Agosto y su irresistible colección de canciones encapsuladas bajo el evocador título Un Narciso Atropellado.

Su fácil etiquetado pasa por ponerlos en el saco del indie nacional, algo que resultaría bastante acertado, pero dentro de esa etiqueta que denota una variedad estilística demasiado amplia como para definir a una banda, no erramos si decimos que Agosto bebe tanto del shoegaze (My Bloody Valentine), sin necesidad de explotarlo de manera excesiva, como lo hace del dream pop (Slowdive), sin llegar a las cotas de belleza de este.

Las habilidades de María con las líricas romántico-depresivas, chocan de frente con la capacidad de Nacho para las melodías de guitarra punzantes y preciosistas. Parte del encanto del disco, reside en esa atmósfera imperante en todos los temas y que empuja al oyente, al menos en mi caso, a acudir al disco simplemente por cómo suena.

No es que sean abanderados de ningún nuevo sonido ni nada por el estilo, pero cuando una producción se convierte en el motivo por el cual tienes ganas de volver a escuchar un disco, dice mucho de la intención de la banda en cuanto a sonido y personalidad se refiere.

Breve, conciso, adictivo, humilde, sincero y sin nada de relleno, así es Un Narciso Atropellado, uno de los discos de pop más redondos y abrazables del año.

La única colaboración es junto a Interrogación Amor en Incendio Forestal dándole un toque de hiperpop al disco exquisito.

Demasiado hemos tenido que esperar para corroborar el triunfal regreso de La Mala después de ese ansiado regreso materializado en 2020 con su actualizado y sorpresivo disco autotitulado.

Trabajo que tuvo un extraño recorrido durante la pandemia dejándonos uno de los conciertos al aire libre más memorables de aquellos fatídicos días.

Pues bien, cuatro años después, podemos afirmar la perfecta forma en la que se encuentra la artista y lo infalible que es a la hora de sacar discos perfectamente equilibrados entre su carácter más callejero y su vertiente más romántica.

Un disco que cuenta únicamente con dos colaboraciones vocales, ella solita se basta y se sobra para manejarse un disco excelso sin despeinarse, y un estelar equipo de productores formado Bull Nene, Santo y Gabo que funciona a las mil maravillas en la amplia paleta de tonalidades que expone el Mundo Raro de María Rodríguez.

El disco no está exento de rapeos providenciales marca de la casa, de la misma manera que navega por el flamenco pop y el reggaeton sensual llevándose a su terreno cualquier estilo en el que La Mala se sienta cómoda.

Otro de mis discos más escuchados este 2024 según mi wrapped de Spotify.

Tomando tanto del shoegaze como del rap, Cancionero de los Cielos, por eso de que todas sus canciones hacen referencia al cielo de una manera u otra, es la evolución de una banda tan inquieta en sus formas, como aventurera en su contenido.

Sin necesidad de poner limitaciones a su visión artística y teniendo en sus filas a un letrista tan sincero y efusivo como Cándido, la nueva referencia de Viva Belgrado tiene un peso específico tanto en la banda, como lo tiene en sus oyentes.

Sin dejar de lado ese carácter screamo que los dio a conocer y con un Cándido que tampoco se desprende del todo de ese estilo a lo spoken-word que utiliza como característica especial en los fraseos de algunas de sus canciones, tanto el sonido, como la intención, las formas y la ejecución han llegado a una posición más pop, intimista, personal y definida, en un disco que sorprende desde sus primeras escuchas, engancha en las siguientes y lo convierte en una obra magna una vez has conseguido vincularte a su universo de manera irremediable.

Grabado en Sevilla a cuatro manos entre Raúl Pérez y el omnipresente Santi García, la personalidad sonora que emana del disco, es uno de sus mayores logros.

Sofisticada y cruda al mismo tiempo, la producción está plagada de detalles que van surgiendo a medida que tu experiencia con el disco evoluciona con las repetidas escuchas.

Cancionero de los Cielos es, posiblemente, el disco que más cerca del cielo (y del infierno) me ha llevado este año. Un disco poético, político y algo espiritual.  

Y si hablamos de discos de rock del año, no podíamos dejar pasar la oportunidad de incluir en la lista a una de las mejores bandas noveles y discos debut de los últimos cincos años.

Alcalá Norte han entregado el mejor disco de post-punk del 2024.

Lo voy a decir ya,  lo mío con Alcalá Norte, ha sido el flechazo del año.

Tomando prestado tanto de The Cure como de Parálisis Permanente, su capacidad para retratar con humor negro e ironía crítica la vida social de los jóvenes de su generación, no hay que obivar la habilidad de Álvaro Rivas para la poesía urbana de carácter cultivado, los coloca en una posición en la que tanto la gente de una generación posterior, como los de una anterior a la suya, se pueden sentir altametne identificados con sus letras.

Cerrados en su propia burbuja estilística, su enorme crecimiento desde la publicación del debut, que ha corrido como la pólvora por la escena gracias al clásico boca-oreja, los ha colocado en una posición privilegiada.

Tanto es así, que en su segunda visita a Barcelona han conseguido agotar las entradas en la sala grande de la Razzmatazz.

Una pena que a su cantante, un día antes, le diera un ataque de apendicitis que lo dejara ingresado, aplazando la fecha hasta el próximo 14 de febrero. Conozco a dos que todavía no se lo han perdonado.

Superando claramente todo lo entregado hasta el momento, Mushkaa nos regala unos de los mini-álbumes más sorpresivos, adictivos, bailables y expansivos del año con este Sexy Sensible.

Un trabajo en el que la artista catalana abre de manera consciente su espectro estilístico para avanzar en su propia identidad.

Contar con una eminencia como Bexnill a los ritmos, en prácticamente la mitad del disco, denota las ganas de explorar e innovar dentro de su propia fórmula.

Tanto ella como su inseparable Roots, consiguen exponer una visión artística y musical indiscutiblemente avanzada y madurada, sobre todo teniendo en cuenta la juventud de la pareja.

Será por eso que la mayoría de bandas de la escena catalana han querido contar con Mushkaa para incluir una colaboración con ella en su nuevo disco. Siendo la de Tyets y la de Figa Flawas las dos más sonadas, no hay que olvidar los dos singles que ha sacado este año con su amiga Julieta.

Poco voy a remarcar la ansiada colaboración entre Mushkaa y Bad Gyal que contiene el disco, ya que la considero la canción más floja del bloque.

Canciones como El Disfraz, con Gallery incluido, Imperio o Señal de Respeto, esta última junto a su hermana gemela Greta, exponen una capacidad y un potencial para cantar en castellano impresionante.

En breve, para marzo concretamente, la tenemos en su primer concierto grande en Barcelona dispuesta a poner el Club Sant Jordi a perrear al estilo sexy sensible. 

– La Calçota es un evento gastronómico en el que el plato principal es un tipo de cebolla que se cocina al fuego (siendo Valls el mayor productor de dicho vegetal) y que va ligada a una celebración colectiva del sentimiento catalán y la hermandad entre culturas – .

Mientras que el pasado 2023 supuso una esplendorosa explosión para la escena catalana, poniendo en el mapa a artistas tan notables como nuestras queridas Julieta y Mushkaa y convirtiéndose en el año del reggaeton en catalán con The Tyets en la cresta de la ola, este 2024 se lo ha llevado de calle ese descarado dúo venido Valls llamado Figa Flawas formado por Pep a los canturreos y Xavier a los ritmazos.

Conciertos multitudinarios como el de la Mercé o el del Cruïlla, sin olvidarnos de su sold-out en el Apolo presentando el disco, confirman la efectividad del dúo para reunir unos cuantos miles de fans dedicados a cantar y bailar sus canciones como auténticos devotos.

El meteórico ascenso de Figa Flawas se debe a esa imbatible capacidad que tienen para conjugar el imaginario y el folclore catalán, con cualquier tipo de ritmo urbano, latino o mediterráneo consiguiendo quitarle las vergüenzas hasta al más parado del lugar.

Imposible no moverse con el rollo caribeño de La Salsa, el pop caliente de 4 Kissus, la rumbita catalana de Solucions I No Problemes, el reaggeton de Diabla con la colaboración estelar de Mushkaa, el bachateo de Mussegu o lo festivo de Xtraterrestres, incluso se llegan a atrever con los corridos catalanes en Aurora, saliendo de cualquiera de estos imposibles e impensables mestizajes, crecidos y renovados.

Que les expliquen a cualquiera de estos dos el concepto de apropiación cultural, que las risas van a ser épicas.