Bong Joon-ho te invita a reírte del futuro, a cuestionarte si el trabajo te está matando (spoiler: sí) y a disfrutar de una peli que no es para todos. Pero si te mola el cine con mala leche, esto es para ti.
Si la vida es una mierda, imagina tener diecisiete
Hay algo peor que que tu jefe te explote. Peor que te hagan volver a la oficina un lunes después de un puente. Peor que te digan que Black Mirror ha vuelto con otra temporada de capítulos flojos.
Sí, amigo. Lo peor que te puede pasar es ser Mickey 17.
Porque, verás, en esta película no solo te matan cuando la cagas en el curro. Es que te imprimen otro clon y te mandan de vuelta a la mina espacial con un «gracias por tu servicio». Y así, hasta el infinito y más allá.
Bienvenidos a Mickey 17, la última ida de olla de Bong Joon-ho, un tío que, después de reírse de los ricos en Parásitos, ha decidido reírse de absolutamente todo: el capitalismo, la muerte, la clonación y de paso, de ti si esperabas algo convencional.
Es ciencia ficción, sí, pero de la que no te da confort. No hay épica, ni héroes en mallas, ni discursos de «podemos salvar la galaxia con el poder de la amistad». Aquí solo hay un pobre diablo que intenta sobrevivir en un sistema que lo recicla como si fuera una servilleta usada.
Y es glorioso.
Trabajo basura en el espacio (sin opción a paro)
Vamos a la trama: Mickey Barnes (Robert Pattinson) es un «Prescindible», que ya el título del cargo te da una idea de lo bien que le va en la vida. Su trabajo consiste en hacer tareas suicidas para que la humanidad pueda colonizar un planeta de mierda que, francamente, no tiene pinta de ser un sitio donde quieras pasar las vacaciones.
Lo bueno es que cuando Mickey muere, lo imprimen otra vez. Lo malo es que empieza a preguntarse si realmente quiere seguir en este bucle de precariedad infinita.
Imagínate que cada vez que te despiden de un curro te meten en un horno de microondas, te regeneran y te sueltan de vuelta en la oficina. Algo así.
Robert Pattinson, el actor que sigue callando bocas
Mira, ya va siendo hora de que todo el mundo acepte que Pattinson es un actorazo. El que siga diciendo «el de Crepúsculo« merece que le obliguen a ver la saga entera con los ojos abiertos como en La naranja mecánica.
Aquí se marca un papelón. Se pasa la peli con cara de «no me pagan lo suficiente para esto» y logra que sientas cada microsegundo de su angustia existencial. Está jodido, está confundido y encima tiene que lidiar con la gente que le trata como si fuera un puto bolígrafo desechable.
Lo mejor es que no es el típico héroe que va a salvar el mundo. Es un pobre desgraciado con cero épica y cero paciencia para seguir siendo el pelele del sistema.
Y eso lo hace infinitamente más divertido de ver.
¿Y qué tal la dirección? Pues una fiesta de la paranoia
Bong Joon-ho es un cabrón brillante. No tiene miedo de hacer lo que le da la gana, y Mickey 17 es la prueba.
Visualmente, la peli es un espectáculo. Hay escenas que parecen sacadas de una pesadilla futurista dirigida por alguien que lleva tres días sin dormir. Los colores, la iluminación, la sensación de opresión… todo está diseñado para que sientas que estás atrapado en un mundo donde nadie valora tu existencia.
El problema (para algunos) es que la historia no sigue un camino fácil. No es una película de acción ni de terror ni de comedia. Es todo eso y nada de eso al mismo tiempo.
Un crítico dijo que es como un episodio de Rick y Morty, pero sin los chistes fáciles. Y algo de razón tiene. Hay humor, pero es el tipo de humor que te hace preguntarte si deberías estar riéndote o replanteándote toda tu vida.
Entonces, ¿obra maestra o fumada pretenciosa?
Depende de a quién le preguntes.
Los críticos más rancios han dicho que la peli es una «sátira política sin gracia». Que «Bong Joon-ho ha perdido el rumbo». Que «parece un chiste demasiado largo».
Otros la han amado porque, joder, al menos es diferente. Y eso ya es mucho decir en un mundo donde la mayoría de las películas parecen salidas de la misma fotocopiadora de Hollywood.
Lo que está claro es que Mickey 17 no es para todo el mundo. Si buscas ciencia ficción de la que viene con manual de instrucciones y final explicadito, aquí no lo vas a encontrar.
Pero si te gusta que las películas te desafíen, te incomoden y te hagan reír en los momentos más inapropiados… amigo, esto es para ti.
Mickey no quiere morir por el sistema. Y después de ver la película, puede que tú tampoco.