Llevaban tiempo soñando con compartir su tierra, su mar y su cielo con todos nosotros y, tras dos años de negociaciones, lo han conseguido: la Siberia Extremeña ya es Reserva de la Biosfera por la UNESCO.
por Paloma Tejedor
Son sólo 11 municipios al nordeste de Badajoz que se reparten 11.000 habitantes en total, pero sus 156.000 hectáreas tienen todo lo que uno puede desear para pasar tres días inmejorables: buena comida, basada en el córdero (del que hacen incluso hamburguesas) el aceite de oliva y la miel; tranquilidad en sus alojamientos -que apuestan mas por la calidad que por la cantidad- distribuidos en sus pueblos, y la posibilidad de realizar todo tipo de deportes acuáticos, senderismo… y, lo último, avistamiento de estrellas, en un cielo que no conoce el significado de la palabra contaminación.
La Siberia Extremeña ha conseguido ser galardonada por la UNESCO como Reserva de la Biosfera gracias a todo eso y mas: la mayor costa de agua dulce de España, unos bosques generosos en todo tipo de setas, principalmente níscalos, y donde escuchar la Ronca del gamo o la Berrea del ciervo, y todo conviviendo con pequeños e históricos pueblos, que conservan castillos, restos arqueológicos y casas solariegas con sus tradiciones vivas y amantes de la buena mesa.
Y se han preparado en plan moderno para recibirnos este otoño (poquito a poco que no quieren un turismo masificado) y cuidarnos con detalle: cervezas artesanas, planes familiares en torno a la matanza para diciembre, un día en el monte con un pastor…
La Siberia Extremeña y sus Pinceladas de Otoño, el destino perfecto para pasar el Puente de Noviembre
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