¿Te imaginas cómo sería una ciudad ideal?
Roberto Scalmana, ingeniero, de 41 años, sí. Se lo imagina desde que era pequeño y desde hace más de 25 años es un proyecto que lleva a cabo en escala 1:25 en el jardín de su casa en Remedello, Brescia (Italia).
La pasión por el arte y la historia, transmitidas por su madre, y la carrera de ingeniero, son una mezcla perfecta que junto con la genialidad de Roberto, hacen posible que esta ciudad exista.
La construcción de la ciudad empezó con toda la ilusión en 1996, con tan solo 13 años. Al principio Roberto tuvo que hacer frente a las (plausibles) dudas de sus padres, que no podían imaginar lo que él tenía en mente, y que realmente con el tiempo, el esfuerzo, la constancia y la paciencia, ha llegado a lograr con los años.
¿En qué consiste la ciudad? Te estarás preguntando
Bien, al día de hoy, la ciudad que fue fundada en el 2000, incluye más de 100 edificios, cientos de metros de red viaria pavimentada, un yacimiento arqueológico, tres arroyo, un lago, un sistema de alcantarillado, y un bosque de más de mil árboles en una superficie de más de 350 metros cuadrados.
Construida en cemento (más de 100 toneladas de mortero de cemento utilizadas hasta ahora), el material perfecto trás varias pruebas al principio de la construcción con yeso y otros materiales. Los edificios, tienen interiores con suelos de mosaico, escaleras para acceder a los varios pisos y hasta ¡chimeneas en funcionamiento!
Cada barrio, representa un periodo histórico. Tiene un teatro romano, los templos de la edad imperial, la plaza barroca con la iglesia con su cúpula perfecta. Las torres de güelfos y gibelinos y mucho más.
Ahora mismo está construyendo el palacio del año 600 / 700 que ves en la foto de arriba y es una auténtica maravilla. ¿Qué ganas de verlo acabado!
Tuvimos la suerte de visitarla hoy mismo, aunque siempre está en construcción, Roberto nunca para. Porque es importante decir que con construirla no es suficiente, hay también que mantenerla.
Además ahora que se acerca el invierno y los días se acortan, también ha puesto unas luces que rodean las calles de la ciudad haciendo que todo sea aún más sugestivo.
Vamos, se va a convertir en una etapa de visita fija cuando visite mi ciudad, Bergamo, que está a tan solo una hora de esta maravilla, porque quiero ver la evolución del increíble trabajo de Roberto, que, no está mal destacar, ha hecho y está haciendo solo y por pura pasión.
Las visitas son gratuitas, aunque se recomienda una donación para que Roberto invierta en la compra de los materiales para seguir la construcción.
Puedes ver más info en su web y el perfil instagram