Feliz de encontrar a Happy!

Feliz de encontrar a Happy!

Siempre me ha fascinado como podemos retorcer hasta la saciedad un género y, lejos de lo que popularmente se piensa, esta forma de manir lo manido, de inventar nuevas formas  de rizar un rizo, creo que lejos de pecar de falta de originalidad, considero que muestra nuevas formas ingeniosa de re-imaginar… Cuando se ejecuta bien, claro. El riesgo está en la delgada línea que separa la genialidad de la copia mal inspirada.

SyFy ya me demostró que cuenta con gente dispuesta a re-descubrir los clichés establecidos con Z Nation, la enésima serie de zombies, pero que en vez de intentar desvincularse hacia el drama más humano (Walking Dead) o buscar un giro en su premisa (la fantástica In The Flesh), se cuelga como medalla su propio género y busca el divertimento más loco demostrando lo bien que le sientan las drogas recreativas a sus guionistas. Para que os hagáis una idea… mientras que series del género buscan eludir la palabra “zombie” como si la redundancia provocara “vergüenza”, Z Nation no solo la porta con orgullo, si no que se divierte de si misma con armas como el mítico bate de pinchos de la prota a la que ella misma apodó el “petaZetas”.

…y ahora me encuentro con Happy!, también de SyFy. Si Z Nation es un redoble de tambores a su propio género Happy! lo es al género Noir o negro de detectives caídos en desgracia, mafias y corrupción dentro de un contexto oscuro/navideño… y un unicornio azul volador sacado de un programa clónico de Pocoyo.

No, no has leído mal. El argumento de Happy! se centra en la investigación de Nick Sax, ex-policía, ahora matón a sueldo, que tras sufrir un infarto después de su último trabajito, es perseguido por un unicornio azul volador llamado “Happy the horse”que clama su ayuda diciendo ser el amigo imaginario de una niña pequeña que ha sido secuestrada por un Papa Noel desfigurado con intenciones poco sanas.

Ni que decir que lo primero que golpea con fuerza es el choque de personalidades. Por un lado Happy es un personaje completamente infantil, con pensamientos y atributos dignos de un programa para niños pequeños, y su ingenua y tierna personalidad le hace enfrentarse a un contexto al que el adjetivo “turbio” le hace poca justicia… y por supuesto al cinismo de Nick Sax. Nuestro protagonista es, como dije antes, el típico y carismático detective de novela negra pero al que el mero “alcoholismo” cliché del género le sabe a poco, siendo adepto de cualquier sustancia psicotrópica que caiga en sus manos y que está interpretado por un MAGISTRAL (En mayúsculas) Christopher Meloni y que deja su elegante porte para dotar al bueno de Nick de ese aura que está a medio caballo entre el genio y el yonki/vagabundo desquiciado (con buen gusto para las bufandas ¡eso si!). Descarado, carismático, pasota y completamente cínico, Nick Sax es el antihéroe ideal para mantener a Happy! Sobre sus hombros, cosa que no hace falta por que el resto del elenco está igual de llevado y la dirección de Bryan Taylor es tan oscura como desenfadada, dotando a la ficción de ese punto de diversión que siempre estará por encima de la oscuridad de su contexto, salvo cuando así lo exija el drama.

Todo lo que engloba Happy! es pura y turbulenta diversión de la mejor calidad siempre y cuando aceptes pasar por los entresijos de sus oscuro universo en el que la corrupción, la sangre, y las drogas campan a sus anchas removiéndolo todo…. Y es sumamente funcional como “Comedia Negra”de sal muy gruesa. Todo está magistralmente hilado, desde los divertidísimos diálogos (cada frase de Nick Sax merece ser tatuada), hasta el ritmo del montaje jugando con la cuarta pared a la hora de mostrarnos flash backs o reírse de las típicas ficciones televisivas para “toda la familia” que abundan en la navidad. Los actores (en especial Chris Meloni) están majestuosos en sus papeles y las situaciones de su guion se van degenerando hasta el delirio a medida que la trama avanza y vamos ahondando en el choque de personalidades de sus protagonistas.

¿Y de dónde sale esto? Pues desde el germen que culmina en historia hay que decir que su base reside en la novela gráfica homónima del mismo nombre creada por Grant Morrison y re-creada por Bryan Taylor para televisión. El primero es un guionista de culto en el mundo del comic y la novela gráfica que tiene entre su espaldas obras de tal magnitud como la aclamadísima Arkham Asylum, y el segundo es el loco que dirigió la gamberrísima Crank: Veneno en la sangre. Si juntas gasolina y fuego tienes un bonito incendio, y con Happy! ha ocurrido eso mismo, saliendo el que probablemente sea una de las mejores series (En términos de diversión) que he tenido la oportunidad de devorar en este 2018 que aún no ha alcanzado su cenit central.

¿Os gusta Rick y Morty? ¿Os partís la caja con Ash Vs Evil Dead? ¿Lo pasáis guay con los desvaríos  de Z Nation? Comedia, drama, suspense y terror se dan de la mano en esta última apuesta de Netflix por SyFy en una de esas series que tiene en su mano el potencial para convertirse en algo realmente grande… ¿Y os he dicho ya que hay una segunda temporada gestándose mientras hablamos?