‘Fantasy Island’: ¡Bienvenidos a la peor fantasía de vuestras vidas!

Se pone curioso el momento en el que me pongo delante de mi portátil a escribir sobre valiente adefesio de película. Me muevo en la dualidad crítica de un crítico impío, porque podría ser malvado sin ningún escrúpulo y ni piedad o podría tener corazón e intentar levantar alguna cualidad del film…

… Si Kill Film se llama esta sección, “laceraciones” y “sangre” debe de haber.

 Para los amantes de las sangrías críticas, os voy a poner en contexto acerca de esta peliculilla. Añadir un dato, antes de nada, y es que esta película es la precuela de una serie llamada igual, ojo al vídeo

De esta forma, la historia nos presenta el viaje idílico a una isla, que no solo es un paraíso en sí misma, si no que la isla tiene algo mágico que hace cumplir tu mayor fantasía.  

A raíz de aquí, vemos en la primera escena a una rubia prototípica de película palomitera de Antena 3 un domingo de resaca y desde ahí, ya todo mal.

Si es que vaya tela, el director de esta película se ha dado un viaje entre los géneros que al final no sabía si lloraba de risa, se reía de miedo o temblaba de sobredosis.

Una película que nunca jamás llega a ser nada claro; nunca se oscurece tanto como para ser una película de trama terrorífica donde esperes pasar miedo, tampoco el humor que emplea, es escaso y vacuo de gracia, las escenas de acción son irrisorias con coreografías de primero de stunt.

Vamos que todos los elementos que la componen la inducen a convertirse en una pieza que únicamente despertará en ti, un bostezo y una pereza dignas de una buena siesta.

Round 1: El guion

 ¿Nadie ha pensado que si la primera frase de la película, ya nos delata quien es el malo, ya sabremos quién es el malo?

Vaya, tampoco es ninguna ida de olla por parte de nadie. Este punto tiene aguas y boquetes descomunales. La historia baila con millones de agujeros que, la verdad, se te pasan de alto únicamente por las ganas que tienes por reírte de ellos.

Empezando por lo predecible de cada giro de guion, los elementos son simplemente clichés del género repetidos, una y millones de veces. La rubia tonta, la atormentada de niña, el chinito gracioso, el guapo, el sexy, pero vulnerable y si seguís pensando, pues esos también están. Lo dicho, sin novedad y sin ningún amor.

Round 2: El arte

 Todavía me sangran los ojos.

Una mezcla muy drástica entre diferentes ambientes que al final no te sitúa en nada. Una isla paradisíaca de fondo, un viaje a Venezuela, un incendio en medio de una ciudad, un festival, una tribu perdida…

Toda esta amalgama de lugares, se representa de forma confusa en sus vestimentas, que como no, las chicas guapas pueden correr por medio de la selva con tacones, nadie suda o ni siquiera, bueno mejor dejar terminar ya el round…

Round 3: Los actores 

 Madre mía de mi vida, ¿quién hizo el casting?

La cosa es que claro, si no sabes de que va tu película malamente elegirás a los actores, ya que eliges a Michale Peña como villano introspectivo que da mal rollo. ERROR. A Jimmy O. Jang, el chino cómico de Silicon Valley como héroe. ERROR. El reparto en general es malo, por no hablar de la cara de sorpresa que tienen siempre, es como si poner carusa de sorprendido fuera en el contrato.

Final round: Fatalitie

Tal vez será a la próxima querido director, que por cierto se llama Jeff Wadlow para que os alerte, porque esta vez has patinado de tal manera que no has conseguido un producto ni cuanto a menos fumable.

Lo de Fantasy Island, le viene gigante, porque esta película es sin duda una pesadilla total, que se vuelve estúpida y te da vueltas entre lo inane y lo que yo llamaría, un insulto.

La película es todavía peor de lo que puedas ser capaz de imaginar, todo cae en un saco roto de despropósitos. Un desastre tan estrepitoso, torpe y olvidable que se vuele lastimero, ya que ni siquiera induce a poder reírte de él por lo mala que es.

Deseo terminar haciendo un llamamiento al ente que este al cargo de los crímenes contra el cine, porque Fantasy Island es un asesino en serie que se merece cadena perpetua o muerte súbita.