Dios se mueve con Cruz Cafuné

El artista canario colgó el cartel de Sold Out en el Palacio de Vistalegre en Madrid, tras presentar hace pocos meses su último proyecto Me Muevo Con Dios, que para muchos ha sido el mejor disco del año.

“Llevo seis meses esperando este puto día… siento que hoy va a ser una peli” decía Cruz Cafuné, Cruzzi para sus fan, tras subir al escenario del Palacio de Vistalegre  y ver a la gran masa de público madrileño frente a él. Dos horas después, respiraba profundo con ojos llorosos mientras le apuntaban miles de  linternas. Una larga ovación de aplausos confirmaba que la tormenta había pasado y la misión estaba cumplida. Ya solo quedaba tragar saliva y disfrutar del momento. Un momento que ha tardado años en llegar pero que ahora sabe a gloria.

En mayo de este año Cruz Cafuné estrenó Me Muevo Con Dios, un disco con más de 20 canciones y una estética común: los tiburones.“Los tiburones no tienen vejiga natatoria y para que les entre agua en las branquias tienen que moverse siempre, incluso dormidos. Nos pareció un símbolo muy potente: si el tiburón se detiene,deja de respirar”, explicó el artista canario. Su estreno fue todo un éxito, colocándose como el cuarto disco mas escuchado en el día de su lanzamiento en Spotify España. La redondez, el cuidado y el cariño con el que se ha  hecho el proyecto debe ser un ejemplo para las generaciones futuras de como hacer un disco.

El concierto tuvo un inicio muy ágil y frenético. Turbo// Epifanía fue el disparo de salida de una sucesión de varias canciones sin pausa entre ellas que hizo que el público se encendiese desde el minuto uno como si del último día de su vida se tratara. Sus barras, ostentosas, con toques cómico y con  pensamientos muy íntimos, se entonaban al unísono por todos los asistentes: “Si muero y en vez de cielo sólo hay negro, estoy contento, me la vacilé: Canté, viajé y amé”. Sin duda, no hubo ningún espectador que no quemase tantas calorías como en una dura sesión de gimnasio. “A quien se quede quieto lo echo y paro el show”, bromeaba.

Pasada la primera media hora del concierto el protagonista desapareció del escenario y comenzó un vídeo donde salía el momento de La Gala de los 40 Principales en el que se entregó el premio a mejor album del año, el cual ganó Aitana. Me Muevo con Dios no estuvo si quiera nominado y Donde Quiero Estar (disco de Quevedo) pese a estar nominado, no consiguió ganar. Una vez acabó el vídeo comenzó a sonar Sangre y fe, la canción que tiene Cruzzi junto a Quevedo, apareciendo este por sorpresa. Los dos mayores exponentes de Canarias revindicando sus raíces bajo los gritos de 922! y 928!, prefijos de Las Palmas y Tenerife como símbolo de identidad.  Además, durante las dos horas de show también aparecieron invitados como Abhir, Hoke o Dawaira. El propio Quevedo ha querido remarcar en sus redes sociales, reposteando el siguiente post, que la intención del vídeo no era criticar a Aitana, sino a la industria.

 

Polémicas a parte, no pudieron faltar los enormes pogos que se han convertido ya en costumbre en los conciertos del artista cuando suena Mina el Hammani. Por supuesto, tampoco faltaron los momentos más emotivos, con Vistalegre a oscuras y una cruz blanca proyectada en la pantalla de fondo para crear un clima lo suficientemente íntimo para entonar Te enamoraste de un G o con Fabiola, la canción dedicada a su hermana, la cual cumplió años el mismo día del concierto.

La última canción fue Issey Miyake: tonos suaves y samples vocales como lienzo para que el canario deje fluir su alma por varios minutos. “Les deseo salud a todos ustedes para que nos volvamos a ver aquí (Madrid) el año que viene”, sentenció Cruzzi, quizá dejando entrever un próximo concierto en 2024 en el Wizink Center…