Cruïlla 2019 (03/07)

Super Disco Fashion

por Àlex Caballero

Aurora (Estrella Damm) 19.30 (8)

Obviando el peliagudo tema de estar ante el cartel más flojo de su historia precisamente el año en que se cumplen los 10 años de vida del Cruïlla, hay que admitir que los días previos al Festival grande, que se celebra entre el viernes y el sábado, hemos podido disfrutar claramente de algunos de los grupos más gordos de esta edición, algo incomprensible pero cierto.

Y el primero de todos estuvo protagonizado por la joven noruega Aurora. Lanzando su primera referencia con la mayoría de edad recién cumplida hace tan solo 4 años en formato Ep y con dos discos largos en el mercado a día hoy, Aurora se ha convertido en la representación de una personalidad socialmente comprometida.

Su lucha por la igualdad de género y por los derechos y la visibilidad del movimiento LGTB (llegó a sacar la bandera arcoíris en uno de los temas para desplegarla con orgullo) han hecho de ella una artista que va más allá del entretenimiento puro y duro para traspasar la barrera de lo social de manera contundente.

La expectación se palpaba en el ambiente, los fans estaban esperando la salida de Aurora sobre las tablas con gran ansiedad, incluso había gente en el público que llevaba pintada la cara con esas líneas rojas tan características con las que Aurora suele salir a escena, y fue salir, y el respetable explotar de emoción.

Apoyada en una banda sumamente profesional, incluso hubo algún que otro dueto vocal con la teclista que nos dejó a todos más que sorprendidos, la noruega salió a escena descalza y vestida con un ligero vestido de tul verdoso azulado que todavía acentuaba más ese carácter naturista y místico que respiran sus temas y su persona.

Como si de una hada guerrera de los bosques gélidos se tratase, Aurora desplegó su magia y su intensa vitalidad sobre un escenario que vibró en su máxima expresión con temas de la talla de Warrior, Soft Universe, Runaway, Apple Tree, Forgotten Love o la imprescindible Running With The Wolves durante la hora justa que duró su show.

Amable, cercana y agradecida en todo momento, su aparente fragilidad y timidez se transforma en un torbellino de emociones arrebatadoras cuando se sube a las tablas de un escenario a cantar, ilusionar, divertir e iluminar al personal de manera tan efusiva e intensa que no puedes más que contagiarte y disfrutar sobremanera con sus intensos agudos y su gracilidad sobre las tablas. Una personalidad que irradia luz y que tiene una proyección y potencial por delante incalculable. 

Black Eyed Peas (Estrella Damma) 21.15 (7)

Con los Black Eyed Peas voy a ser muy sincero, me parecen una de las bandas más comerciales y desechables del imaginario popular de la década de los 2000.

Formándose en el rap puro (al que dicen que han vuelto en su último disco siendo una verdad a medias) a finales de la década de los 90 con dos discos que me parecen joyas del rap de la época, su siguiente paso con aquel ya mítico Elephunk en el 2003 fue el ampliar filas añadiendo a Fergie y convertirse en una fábrica de hits inagotable e incontestables sirviendo a la masa de manera certera y poniéndose a disposición de la radiofórmula más típica y tópica desde una vertiente nïve y utópica en la que el amor, el compañerismo, la diversidad y la diversión se convirtieron en sus armas de batallla con un capitán de barco llamado Will.I.Am capaz de todo eso y mucho más.

Pues bien, su aterrizaje sobre Barcelona 10 años después de su última visita a la ciudad Condal se saldó con un concierto en el que Will.I.Am volvió a ser el protagonista indiscutible convirtiéndose en el maestro de ceremonias más cómico de la semana, utilizando su gracioso castellano para preguntar por la señoritas, hacer alusión a su color chocolate (yo soy chocolatino) y animar de manera de descomunal entregado como borregos (me incluyo) a una bacanal extrema e incomparable hits en batería con modo god puesto en on de principio a fin.

Filmándose y haciéndose fotos entre ellos desde el principio, algo bastante extraño para una banda de su envergadura, y ataviados de cabeza a pies con su propio merchandise plagado de fluorescentes y riñoneras dobles (además del logo de su nuevo single llamado Nice con un smiley de ojo tuerto), quizás lo más destacable fue el poder comprobar como la sustituta de Fergie, J-Reyso (Jessica Reinoso) superó con creces a su predecesora tanto en voz como en carisma y movimiento.

Mención especial al momento en el que Will.I.Am se quedó solo sobre las tablas del Estrella Damm para ofrecernos casi 20 minutos de pinchada descomual, cantes varios y bailoteos clásicos, en lo que acabó convirtiéndose en una especie de disco-movil al más puro estilo orquesta de las fiestas del pueblo en la que todo cabía, incluidos los nada deseados samplers del Smell LiKe Teen Spirit de Nirvana.

De su set-list rescataron temas tan incrustados en nuestros córtex cerebral como Where Is The Love, Let’s Get Started, Hey Mamma, Just Can’t Get Enough, Don’t Stop The Party o I Gotta Feeling por nombrar alguno de los más sonados, bailados y laureados por un público entregado en cuerpo y alma al combo americano. Para mí lo mejor del concierto, el montaje audiovisual.