Mi mejor amigo, el móvil
por Rosa Panadero
Que el mejor amigo del ser humano es un perro, o que el amigo de la infancia es el único que de verdad nos conoce…nanay, es el teléfono, dueño de nuestra vida real y virtual, el que se encarga, con esas aplicaciones para pasar datos de un móvil a otro, el que rige nuestros destinos y nuestro histórico de consentimiento en las informaciones personales. Sabe más por viejo que por diablo podría ser la descripción de Nen, el móvil que acompaña al protagonista. Un móvil con tecnología 5G, de los últimos presentados en el Mobile World Congress 2019 de Barcelona, puede mejorar el ritmo de trabajo, pero seamos honestos, el cacharro de toda la vida, el trasto vintage en nuestro bolsillo es lo que realmente nos hace felices. Cómo deshacerse de ese testigo mudo de nuestra vida, que escucha, analiza y clasifica nuestro comportamiento según nos desplazamos, hablamos, fotografiamos… Eso es lo que nos cuenta Nen, el fiel amigo de Capo, cuya historia a los dos lados del charco nos hace ver que el mundo es más pequeño de lo que imaginamos y que en todas partes somos humanos, con más o menos glamour hollywoodiense, pero siempre añorando la comida casera de la abuela o la pizza recién hecha en la cantina de ese amigo argentino que nos da un poco de alegría con ese acento inolvidable.
Bruno Oro debuta en la literatura dando voz a un móvil que busca cobertura para hablarnos mientras su dueño busca el amor, esa relación que, de tan perfecta, acabó rompiéndose. Cada pareja es un mundo. El cosmos privado de Capo y la Musa pertenece al pasado, pero se alterna con los testimonios de Nen sobre el abandono personal de su dueño en los últimos doce meses que permanecerá a su lado. La obsolescencia programada, la vida útil del móvil, no nos dejará saber qué más cosas le ocurren a Capo, pero despertará en nosotros un cariño entrañable por ese espía silencioso cuya batería alimentamos religiosamente enchufado a la electricidad o conectado al power bank de emergencia en la mochila.
