Concierto Love of Lesbian

Porque “lo esencial es invisible para los ojos”

Agus Scab y YellowBreak estuvieron en el concierto que el pasado sábado ofreció el grupo Love of Lesbian en su Fin de Gira Halley ‘El gran truco final’ en el WiZink Center de Madrid. Los fans vivieron un momento único y esta es la crónica del evento… o algo así. Porque “Lo esencial es invisible para los ojos” ¿no?

A veces pasa.

Sí.

A veces pasa que la vida te deja sin palabras.

A veces pasa.

A veces pasa que la vida llega para quedarse.

A veces pasa que cuando estás distraído intentando comprender el universo, y tu mente ha perdido su órbita interestelar… aparece una musa del espacio que solamente se deja ver una vez cada 76 años. Dejarla escapar sería una locura. Una locura que solamente está al alcance de aquellos que quemaron sus retinas al intentar tocar el sol con la punta de los dedos.

Hoy no va de música.

Hoy no va solamente de un grupo.

No.

Hoy va de vida.

Dicen que la música es el espejo del alma. O algo así.

Dicen y dirán muchas cosas de ella. Algunos la dejan morir llorando en un descampado. Otros prefieren manosearla y escupirla entre luces de neón y hielo con sabor a ginebra, sin ningún miramiento, incluso sin desprecio.

Pocos se acuerdan de soñar cuando en la autopista de la vida se han pasado la salida sin mirar.

Pero entonces sucede.

Llegan ellos y te lo recuerdan. Te recuerdan que para ganar hay que morir. Hay que dejar que tus sentidos mueran y desaparezcan en un huracán que hace tiempo arrasó Belice, y de sus ruinas construyeron un imperio lleno de males pasajeros en el 99’.

La música tiene algo oculto que a todos asusta. Yo no sé qué es, pero sé que ellos te lo recuerdan.

Te agarran del cerebro, sin guantes ni anestesia. Entre lágrimas y versos mueven las islas de tus recuerdos hasta que grites ‘’basta’’.

Asusta porque te hace pensar, te hace flotar para mirar con perspectiva. Y eso asusta.

Cuanto te miras desde fuera, asusta. Cuando piensas, asusta. Cuando sales de tu día a día a día, de tu rutina y pasas de la monotonía a vislumbrar por unos segundos que la magia existe, asusta.

Al fin y al cabo, la música son los ojos del alma. Y cuando esta aparece en escena, no necesitas mirar para ver.

Dicen que el indie se ha vuelto maisntream. Dicen que ya no es lo que era. Pero es mentira. Puede haberse vuelto mainstream el canal. Pero os aseguro que la forma de entender todo esto, no. Entender la música como una pasarela sin barandilla hacia tus recuerdos y sentimientos nunca será mainstream. Escuchar la música sin necesidad de oírla, nunca será mainstream. Mirar más allá de un grupo que suena en spoti, nunca será mainstream. Entender el mundo acariciando por dentro una canción, nunca será mainstream. Sentimientos reservados en el olimpo de los que miramos sin mirar y buscamos respuestas en escenarios sin salida pero con trampolines hacia el cielo.

Ellos llegan… y te lo recuerdan. Te recuerdan que la música es algo más que lo que te han contado, la música ayuda más que mil psicólogos, enseña más que cien mil tutoriales e inspira más que un millón de coaches.

Llegan y te hacen entender que nada tiene sentido para que empieces a dárselo. Notas y versos que tumban muros, que acorralan gigantes con las manos desnudas y construyen torres sin hablar para jugar con Dios al ajedrez.

Entonces llegan… se apagan las luces y aparece Love Of Lesbian en el escenario del Wizink Center. Miro hacia atrás y me pregunto qué hará toda esa gente allí. ¿Por qué han venido?

Entonces suena una nota al aire.

Sin avisar.

Sin gritar.

Cierro los ojos y estoy solo.

Al fin y al cabo, la música son los ojos del alma. Y cuando esta aparece en escena, no necesitas mirar para ver.

“Lo esencial es invisible para los ojos”, y hoy soy un príncipe republicano que solamente quiere “dejarse bailar” sin rumbo por su mundo interior.