‘Capone’, crepúsculo de un casi, pero no

No siempre el cine va a llamar a tu Instagram.

En esta ocasión, por azares de la vida, me encontré esta película. Nada más llegó me impresionó, que con tal actor de protagonista y tocando tan jugoso tema, no se hubiera hecho mayor difusión. He estado contrastado puntos de vista. La cosa es que nadie pone muy bien este film, a pesar de ello, considero que hoy os traigo una joyita muy interesante.

Alphonse Gabriel Capone

Ni siquiera sin tener ni idea, ya sabéis todos de lo que hablamos. Es muy cierto que no han sido pocas, las películas sobre este personaje, una figura muy golosa para la gran pantalla. Desde direcciones magníficas como la Brian de Palma en Los intocables de Elliot Ness, con interpretaciones tan sublimes como las de Al Pacino o Robert de Niro e incluso, la serie Broadwalk Empire, son algunos ejemplos de su inclusión en las narrativas cinematográficas.

A pesar de las muchas de su aparición, es en esta cuando por primera vez, se la da un estilo narrativo distinto. Este nuevo enfoque, es la guinda que hace interesante al film. Ello y Tom Hardy.

¿Qué me estás contando?

Esta película, nos presenta a un Al Capone muy deteriorado. Tras pasar diez años encarcelado, el gánster sufre una severa demencia. Su mente ha empezado a destruirse. Los recuerdos de su pasado más violento le acosan y no le dejan vivir sin que le atormenten. 

Durante casi dos horas, estaremos en la mente enferma de tal capo mafioso. Todo transcurre en el ultimo de año de su vida. Según avanza la película y a modo de delirios, se nos presentan, a modo biopic, sus actos más vandálicos. 

El planteamiento inicial es muy seductor y atractivo.

¿Josh Trank?

Supongo que este director no tiene tanto renombre. Es cierto, pero enseguida sabréis quien es.  Su carrera en el cine, arrancó con una película que fue la delicia del género superpoderes, Chronicle. Su obra prima fue todo un fenómeno, su nuevo punto de vista refrescó la taquilla plagada de superhéroes.

Luego le dieron un proyecto maldito, Los cuatro fantásticos (2015). Ya sin duda, os hacéis un imaginario sobre el director. No voy comentar nada, esta película nunca debió existir.

La caída de Al Capone

Esto es lo que nos cuenta la película. Vemos como se desvanece una figura histórica del crimen. Como un hombre mayor con pañales, vemos como balbucea sin entenderse y es una carga para su familia.

En todo momento nos situamos en su mente. El director con gran arte, nos hace cómplice de su enfermedad. Incluso hay momentos, en los que nos hace pensar “que tierno ancianito”.

Mención de honor a Tom Hardy. La película es él. Luce por encima de todo lo demás. El actor tiene una capacidad de interpretación, que hacen veraz al personaje. Hardy es un experto interpretando a personajes guturales. Este nuevo personaje, lo vuelve a poner en valor.

Con un apuesta arriesgada, el director se atreve a reimaginar el mundo de los gánster, desde la perspectiva creativa de Kubrick o Lynch. Con algunas escenas que nos recuerdan al Resplandor o incluso a la Naranja mecánica.

A pesar de su intención crepuscular, no es mafia todo lo que sangra.

La película cojea por algunos lados. Tiene muy buenas intenciones. Es arriesgada y muy entretenida.

Lo que ocurre es que cuando tienes un gigante como Tom Hardy, todo lo secundario debe acompañar. La trama principal, se vuelve confusa por instantes. Lo secundario a ella, se trata de cualquier forma con  conclusiones a medio hacer. Se hace necesaria un mayor entendimiento de las cosas que pasan. Te hunde es su enfermedad y por momentos, el que siente enfermo es uno mismo.

Capone no es una mala película. Nos plantea una visión refrescante de Al Capone. Se nutre mucho de los excesos, mofándose a modo de justicia cinéfila. Justicia que ya nos ha presentado Tarantino, reinventando las historias de Hitler o Sharon Tate. En esta ocasión, Josh Trank se divierte viendo el final de este criminal.

Con el paso del tiempo, este trabajo cogerá mayor fama.

El gran motivo de ello, es sin duda Tom Hardy.