Reflexiones desde mi espejo

Blog de Opinión

Manuel Gris

Siempre podría irnos peor

Hay días en los que te despiertas con el canto de los pajaritos y el croar de las ranas. Días en los que una increíble sonrisa de oreja a oreja te dibuja el futuro que vas a vivir durante las próximas 24 horas o semana o mes, y te llenas de esa energía positiva que ni el mejor de los supuestos amigos ha podido regalarte nunca.

Ya sabéis, esos que creen saber lo que es la amistad verdadera hasta que se encuentran en una encrucijada y, entonces, demuestran que nunca lo han sido.

Pues en uno de estos días, llenos de sol y niños riendo y bukkakes gratis para todos, me he despertado hoy. Desde el primer momento todo estaba de color rosa (que para ser daltónico no está nada mal para empezar), y como me va la marcha, he optado por hacer aquello que nunca recomiendan en estos casos: leer las noticias.

Sí, el masoquismo mola, amigos.   

Pero entonces un rayo ha atravesado mi cerebro y unas gafas de optimismo han nublado mi visión sin dioptrías, permitiéndome entender que aunque estamos en la peor de las mierdas inimaginables, a pesar de que nos queda poco para que vivamos en la miseria más absoluta y, debido a ello, todos entiendan de una vez la basura que nos gobierna, siempre podríamos estar peor. Muchísimo peor.

Así que, con vuestro permiso, voy a meteros por el culo un poco de esperanza, de esa que solo los más despiertos e intelectualmente maduros podrían tomar por una mentira más dicha por Don Simón. Y espero que, por una vez, los de siempre no se sientan ofendidos.

O que lo hagan, estoy tan lleno de paz que ni sus complejos van a poder abollarme el culo.

Vamos allá.

Al menos todavía nos quedan los bares

Porque sí, más del 80% de los negocios se han ido al huevo, obligando a muchas familias de valientes a vivir de migajas o hacer colas en comedores sociales o esperando a que lleguen las prometidas ayudas del estado.

También Razz y Apolo, dos símbolos de la cultura de Barcelona, están a un paso de irse a la mierda, y pasear por el centro de cualquier ciudad es como hacer un viaje por la Venezuela y la Argentina más pobre y abandonada (que coincide con los barrios de gente que se niega a comerle los huevos al lider supremo), ¡pero aún hay algún bar abierto!

Así que los más estúpidos podréis seguir alimentando vuestras ganas de no sentir o pensar, de no luchar o buscar una salida a esto, mientras bebéis y bebéis como gilipollas.

Si es que, ¡de qué coño me quejo!

Falconeti al menos es un ser humano

Porque vale, es menos útil que un peine sin púas y sabemos que es tan dañino como hacerse una paja con la mano llena de chinchetas, pero es uno de los nuestros, es decir, que respira, come, ama, llora (supongo), sueña por las noches, y eso, al menos, es mejor a que nos gobierne un Reptiliano.

Y no es que haya visto alguno, pero he leído lo suficiente como para saber que estos seres ocultos entre nosotros, y que tienen planeado gobernarnos en un futuro, son bastante más fuertes que los humanos, y por eso que nuestro actual presidente, el mismo que de ser de un partido diferente al PSOE ya estaría su cabeza en una pica, sea humano, al menos nos da la esperanza de saber que cuando seamos todos esclavos del estado nuestro líder será uno de nuestros semejantes.

Parece una tontería, pero que sea uno de los tuyos te hace, aunque sea un poco, amarlo.

La marioneta Torra no se va a ir con las manos vacías

Porque el pobre, además de ser superior a la mayoría de nosotros (incluso que Rufi), también es un líder nato, y saberse en la calle es un duro golpe para alguien con su superior inteligencia.

Él sabe que nació para hacer algo grande, que saldrá en los libros de historia, y aunque se le va a recordar como uno de los más inútiles gobernantes regionales de la democracia, o como el Muppet más nacionalista del universo, al menos podrá subirse en el montón de dinero público que se ha llevado y que seguirá cobrando de nuestro sudor.

Y es que envidiarle no es que sea la mejor opción del mundo, pero volverse millonario en dos años sin haber hecho nada en absoluto, ¡joder!, tiene su mérito y anima a los demás retrasados del mundo a tener esperanzas de un futuro mejor.

EcheNiKe podría ser Español y Monedero estar trabajando en algo

Porque… bueno, creo que ésta ya está.

Saber que uno de estos no ha salido del útero de alguien de nuestro mismo país, y que el otro no se dedica a algo necesario para la humanidad, anima mucho en la evolución de nuestra especie.

Podríamos tener 47 ministros

Porque ver a tanta gente sin graduado escolar o con medio cerebro podrido en el gobierno, reconozcámoslo, es divertido, pero como pasaría en cualquier circo siempre debe haber un límite en el número de payasos.

Y aunque ser robados por 23 sanguijuelas a las que no les importamos un carajo pues jode, al menos no son 47, o 69, e incluso 100. Gracias a eso aún tenemos algo de dinero en el banco con el que comprar las mascarillas que ellos mismos nos obligan, bajo amenaza de multa, a tener.

También podríamos tener solamente uno y que fuera el Moños; sería algo así como tener a un híbrido entre Carrillo, Hitler, un matón de discoteca (por el machismo y el poco buen gusto a la hora de vestir) y al monstruo del pantano (por el olor corporal y el tractivo),  por lo que todavía podemos sonreír tranquilos. 

La Marquesa de Vanity Fair podría ser fea

Porque si ya es un coñazo con temas feministas, atacando a las actrices guapas y los hombres blancos heterosexuales al tiempo que se declara conservadora en las relaciones de pareja (no sabía yo que a los conservadores no les importaba que la gente de fuera se comiera sus pepinos), imaginaros si no fuera un seis, ¡imaginaros que fuera un 3!

Estaríamos hablando de posiblemente en orco máximo hinchado de poder luchando con zarpas y rímel contra la amenaza constante del mundo heteropatriarcal, sería el demonio de Tazmania en la defensa de los “problemas” género. Pelos de punta… tíííá.

Pero por suerte solo es una pija inculta, que te girarías para mirar en cualquier verbena de pueblo, y que necesita agarrarse de los bajos de los pantalones de un machista para poder comer… lo que sea.

Además se depila las piernas, que en el Vanity Fair las tenía muy bonitas. Eso nos da pistas de que al menos uno en Galapagar sabe dónde se guarda los productos de aseo.

Podríamos vivir en 1936

Porque este 2020 está siendo una monumental mierda, lleno de prohibiciones sin sentido y miedos infundados, pero vivir a principios de 1936, durante la Segunda República, sería muchísimo peor.

Salir a la calle no sería un coñazo, sino más bien jugarse la vida, porque te la jugabas a que cualquiera te señalaran como católico o no perteneciente a cualquiera de los bandos que había entonces, y eso te colocaba un pie en la tumba. Y eso si tenías suerte de haber dicho algo a favor de la Republica ante quien fuera, porque de lo contrario el revanchismo de los más catetos del Frente Popular te aseguraba un pelotón de fusilamiento sin recuerdo histórico democrático que valga.

Ya no hablemos de vivir en la Cataluña que había antes del asesinato de Calvo Sotelo (ya sabéis, el que perpetro un socialista y que fue el desencadenante de la Guerra Civil que ahora está tan de moda), en la que porque al asesino del Companys le salía del papo podías acabar junto a otros 7999 catalanes en una cuneta de esas que nadie nunca querrá encontrar.

Así que, amigos, el que no sonríe por las mañanas es porque no quiere o, directamente, no le apetece.

Recordad, tras cada desgracia propia siempre hay un alivio ajeno, y aunque nos demos un golpe contra una pared seguramente alguien acaba de quedarse paralítico en un accidente de tráfico.

Nuestro país es actualmente el peor del mundo, pero siempre podríamos estar más llenos de mierda o viviendo en algún lugar menos cómodo. ¿Os imagináis vivir en el centro de la Tierra?

¡Joder, como molaría, con todos los dinosaurios por ahí… Estaría tó guapo.