Reflexiones desde mi espejo

Blog de Opinión

Manuel Gris

Estallido: Cuando la mejor guía es la ficción

Un amigo me dijo una vez que la mejor manera de quitarte el miedo a algo es viendo una película en la que ESO fuera el protagonista.

La verdad, nunca me creí demasiado esa teoría, sobre todo porque, por ejemplo, si alguien le tiene miedo a los payasos lo último que querrá hacer es ver It (además, seguramente acabará dándole un ataque, y eso poco iba a ayudarle), pero debido a la cuarentena que todos estamos viviendo le he echado valor y me he sentado para ver una película de mis añorados años noventa.

Ya sabéis, esa década en la que el cine era de verdad cine, con guiones y actores y directores con cojones, y no una fábrica de hacer dinero a base de ofrecernos a los espectadores una y otra vez la misma mierda reciclada pero con mejores CGI.

ESTALLIDO es, con diferencia, una de las películas que más vi en mi adolescencia, junto por ejemplo a Poli de Guardería y Aladdin (lo sé, es una lista muy rara…), pero hacia bastantes años que no echaba una mirada adulta y cinéfila, al nivel que ahora tengo, en el que distingo directores, fotografía, planos y actuaciones buenas.

Así que ayer me senté en el sofá, abrí una bolsa de Rufles con sabor a jamón y queso (sabe mejor de lo que suena), y la vi.

Y joder, que bien ha envejecido esta película. Y, por desgracia, que de actualidad está.

Por si no la habéis visto, os haré una breve sinopsis sin spoilers: un grupo de científicos del ejército tienen que luchar contra un virus mortal que mata a su huésped en tan solo 48 horas.

Entre los científicos hay un matrimonio que se están divorciando (los americanos si ponen amor en las películas revientan), por lo que además de tratar de encontrar la mona portadora el virus original y así poder hacer un antídoto, y hacer frente a los generales que quieren mantener vivo el virus para usarlo en el futuro como arma, deberán enfrentarse a lo sienten el uno por el otro.

Así de simple, y a la vez de compleja, es la historia, y si por algo creo que ha envejecido como un buen vino es porque hay cosas que incluso ahora no están para nada desfasadas ni obsoletas, y al no haberse creado dentro del buenismo de mierda actual (porque me juego lo que queráis a que alguien se quejaría HOY porque el animal con el virus fuera una MONA, o por el trato que le dan a los animales en la película), las cosas que pasan no buscan gustar o acomodarte, sino que ocurren simplemente porque debe ser así. Porque la historia debe avanzar así.

Además que la relación de la pareja protagonista está muy bien llevada y es del todo lógica (exceptuando que Dustin Hoffman y Rene Russo no pegan ni con cola, pero en fin); el modo de actuar del general cabrón (Donald Sutherland 4ever) es un cliché pero es fríamente lógico; el general bueno (Morgan Freeman es Dios, y punto) es cercano y amistoso, haciendo que la figura del ejercito de los USA no quede dañada por el malo; y los compañeros de los protagonistas (un Kevin Spacey monumental y un Cuba Gooding Jr. pletórico) están muy bien escritos, colocados en sus escenas, y sus evoluciones llenan la pantalla de seriedad y realismo.

En estos días extraños que vivimos, en mi opinión, es bueno no olvidar el pasado y, a poder ser, aprender de él.

Y si eso debe hacerse viendo como un virus mortal de cojones contagia a todo un pueblo a base de toses en el cine, besos con lengua, descuidos estúpidos o desconocimiento básico de lo que pasa, me da que cualquiera, incluyendo a los memos que siguen saliendo a la calle sin un motivo real, sabrá aprender aunque solo sean un par de cosas.

¿No ponemos con 28 días después? Yo creo que sí…