‘Dios mío, ¿pero qué te hemos hecho… ahora?’, y todo queda en casa

por Ester C. Murillo

A Claude y Marie Verneuil, interpretados por Christian Clavier (Astérix y Obélix) y Chantal Lauby (La jaula dorada); matrimonio francés, conservador, blanco y católico donde los haya; el hecho de ver cómo ninguna de sus cuatro hijas se casaba con el hombre de sus sueños; esto es, a su imagen y semejanza, casi acaba con ellos, especialmente, con el Señor Verneuil.

Afortunadamente para todos los interesados, superado el amago de parraque paterno inicial con la que se presentaba su deliciosa primera parte, Dios mío, ¿pero qué te hemos hecho? (2014) dirigida por Philippe de Chauveron (Con los brazos abiertos, 2017); la sangre no llegó al río, y el conservador y clasista Señor Verneuil, tendría que asumir que su familia se iba tornando cada vez más variopinta.

Así pues, la hija mayor, Isabelle (Frédérique Bel), se casó con su colega de profesión, el abogado musulmán Rachid Ben Assem (Medi Sadoun). La segunda, Odile (Julia Piaton), dentista, se casó con el empresario y judío sefardí, David Benichou (Ary Abittan). La tercera, Ségolene (Émilie Caen) artista, se casó con el banquero Chao Ling (Frederik Du Chau), un chino.

Los padres depositaron sus esperanzas en la benjamina de la casa, Laure, (Élodie Fontan) también abogada; y cuándo ésta contó a sus a sus padres, que tenía un novio católico, que se llamaba Charles (como el Presidente De Gaulle), que era francés,  y que se querían casar, el padre ya estaba descorchando la botella de champagne.

Sin embargo, y cómo no podía ser de otra manera, Laure siguió la estela de sus hermanas y cuando les presentó al tal Charles (Noom Diawara), resultó que era descendiente de costamarfileños;  muy negro, como bien recalcaba el padre, y con rastas.

A estas alturas la macedonia ya estaba preparada para repartirse a lo largo de toda la película con piques culturales y xenófobos desternillantes entre suegro y yernos, entre consuegros, y entre cuñados, dirigiéndose entre ellos con motes tan cariñosos como Woody Allen, Jackie Chan, Netanyahu o Tío Tom.

Y la trama se complica

En la nueva entrega, Dios mío, ¿pero qué te hemos hecho… ahora?, también dirigida por Philippe de Chauveron, vamos a seguir teniendo a la misma familia disfuncional con sus mofas raciales y culturales de siempre; pero han pasado ya cinco años y ahora todos se quieren un poquito más.

Por eso, en esta nueva entrega cuatro grandes noticias amenazan con romper la paz familiar (ríete tú de la O.N.U.): las cuatro hermanas han decidido emigrar al país de su marido correspondiente; con la excepción de Charles y Laure, que se quieren mudar a La India para que éste triunfe en Bollywood.

Para más inri, Laure está embarazada, y eso significa que Claude tendrá que ver de nuevo a su antigua némesis, su consuegro André Koffi (Pascal Nzonnzi); igual de conservador que él. ¿Podrá Claude aguantar tanta avalancha de noticias ahora que por fin se había acostumbrado a verles la cara a sus yernos?

La película se estrena el 19 de diciembre y es perfecta para verla en el cine si quieres pasar un buen rato estas Navidades (época familiar por antonomasia).

Y si sientes que tu familia es peculiar, recuerda que en todas las casas cuecen habas, y en la de la familia Verneuil, a calderadas.