Mientras que el año pasado no encontré tiempo para generar mis solicitadas (ja,ja,ja) listas de los 25 favoritos del año, tuve que reajustar ambas a 13 entradas para reducir el trabajo, este año me he vuelto a emocionar, sorprendentemente más con la internacional que con la nacional, y he recuperado los 25 comentarios por lista para mi propio uso y disfrute. Y espero que el de algunos pocos más.
Con un año en el que de nuevo las giras de estadios con sold-outs, prácticamente automáticos, han sido las noticias culturales más sonadas en los medios, lo de Bad Bunny no lo vamos a recordar pero ha sido histórico en el mundo entero, todavía hay quien es capaz de agradecer el sufrimiento de las colas virtuales, el estrés generado días anteriores con las consecuentes pesadillas relacionadas y la ansiedad inevitable que se crea en ese espacio virtual indefinido y multidimensional que es el acceso previo a la cola, para pagar una entrada de, como mínimo, 120 euros y ver a tu artista “fomorito” (palabro compuesto de FOMO y favorito) con suerte, por las pantallas del estadio. Un chollo. En breve tocará el sufrimiento de la gira de Rosalía.
Al final la industria le tenía que dar la vuelta a la falta de ventas físicas. Ahora el negocio está claramente en los directos y es ahí donde están moviéndose las cantidades más escandalosas de dinero. Antes eran los contratos discográficos, que algunos como C. Tangana o Rosalía han sabido volver a exprimir exageradamente, pero ahora el dinero de verdad, está en el caché de los artistas en directo cobrando barbaridades insultantes que se traducen en entradas inasumibles para muchos de los fans, aunque está claro que no para todos.
Un tema del que podríamos hablar largo y tendido, eso por no comentar el problema de los precios dinámicos, pero vamos a lo que vamos y entremos en la materia que realmente nos ha traído hasta aquí, la música grabada.
Como siempre, espero que disfrutéis leyendo la lista tanto como yo la he disfrutado confeccionando y que, en la medida de lo posible, os ayude a descubrir alguna banda, artista o personalidad de las que yo he considerado mis más destacables del año. Ya sea por no saber de ellas, porque se te haya escapado del radar por alguna razón, o simplemente por repasar mi laborioso trabajo, aquí va mi lista de favoritos..






Si con su debut, Congregation (Music For Nations, 2022), ya pusieron las cartas sobre la mesa, y de qué manera, el cuarteto oscurantista de Manchesterllamado Witch Fever, vuelve para darnos el golpe de gracia con su recién estrenado FEVEREATEN (Music For Nations, 2025). Con algún que otro adelanto previo que ya indicaba un rumbo más siniestro, violento y pesado que lo mostrado en su debut, el punk metalizado de Witch Fever explota sin contención ni concesiones en temas tan adictivos como la inicial Dead To Me! o la machacante Drank the Sap. El legado de Black Sabbath está presente, no han podido escapar de la proximidad y la leyenda del gigante británico, pero está claro que más allá de esa escogida influencia, la personalidad de la banda es capaz de darle a la propuesta la suficiente autenticidad como para no ser comparada con nadie. Con temáticas que abordan problemas tan serios como la salud mental, la dominación patriarcal, el trauma religioso, la identidad de género o la autodestrucción humana, verlas en directo como teloneras de los también británicos Bush (a los que amo y sigo con locura desde su primera época) y Volbeat (a los que omití por el consciente rechazo que les tengo), fue toda una experiencia (anti-) religiosa. Con la vocalista y la bajista robándose el show en todo momento, la capacidad que tienen para combinar sus habilidades para la interpretación y su presencia sobre las tablas es tan imponente como arrebatadora, su calidad en el escenario es directamente proporcional a su embrujadora y atractiva personalidad como banda.


















