Reflexiones desde mi espejo

Blog de Opinión

Manuel Gris

‘YOU’, la serie que escuece a los que les gusta estar escocidos

Hay series que no gustan por su tonta historia principal, otras porque la gracia que aparentan tener no existe, o también porque tienen los humos demasiado altos y se acaban cayendo con todo el equipo y de un modo absolutamente ridículo.

Como habréis notado no he dado ejemplos en ninguno de los casos, porque, como es lógico, las series como los libros o las películas y discos van dirigidos a cierto público, más o menos objetivo, y por tanto decir que una serie es mala o buena debería estar solamente enmarcado en algo tan personal como el grupo sanguíneo.

Pero también hay algunas series que son atacadas o apartadas por ese miedo que suelen tener algunas personas cuando les ponen delante algo que no saben o quieren comprender, y que son, mira tú por dónde, las historias que más me gustan, porque hacen que en todo momento me plantee el mundo en el que pasan, los personajes que en ella circulan y, sobre todo, ese mensaje que suele estar detrás de una cortina translucida y que, ansioso, espera que llegue hasta él.

Son esas series, las que tocan temas peligrosos y que debido a la sociedad mema e infantil que tenemos suelen ser atacadas ciegamente y con argumentos bastante patosos, las que más necesarias son para nuestra sociedad, porque nos colocan a todos en el camino por el que pasan los protagonistas y, sin miramientos, nos pisan sin distinción alguna según pida la trama.

Son series como YOU las que, para molestar a los cortos de miras, deberían existir más.

Pero vayamos poco a poco a entrar en ella, ¿sí?, porque hay mucho que analizar y que debatir, empezando por algo tan lógico como: ¿de verdad sabe alguna gente leer entre líneas?

Por ejemplo, Joe, el protagonista, es alguien que desde el principio de la primera temporada se nos coloca como un perturbado, ajeno al modo en que las personas se relacionan en realidad, y como persona enferma que es (sobre qué enfermedad tiene hay mucho debate, así que no me aventuraré a decir nada de ella) entiende el mundo y a las personas que viven en él como sus juguetes, figuritas que puede mover de aquí para allá con la misma facilidad que haría un niño.

Y aquí viene el primer problema que muchos “intelectuales” de los medios y espectadores ofendidos no comprenden: en ningún momento la serie defiende la actitud de Joe. NUNCA.

Entiendo que muchos no comprendáis que la voz en off en la ficción es algo que sirve sobre todo para que el espectador se meta con más facilidad en la piel del protagonista, y que por eso mismo las mejores voces en off son las que vienen de villanos o de gente ajena al mundo real, porque así nos hace sentir cosas diferentes a las del típico bueno que defiende la libertad y el bien y demás blablabla aburridas.

Pero de ahí a creer que cualquier cosa que nos digan a la cara en una serie/película/libro es un discurso literal por parte del autor y que debemos abrazarlo como un dogma o atacarlo como a un enemigo… en fin… ahora comprendo lo que pasa en las elecciones de este país de pandereta.

Las personas que no ven en esta serie una clase magistral de lo que JAMÁS debería hacerse en la vida (en el caso de Joe), y de que TODOS tenemos nuestras falsedades y caras ocultas y demonios interiores (todos los demás personajes), deberían comenzar a plantearse sus vidas y el modo en que pretenden vivirlas, así como las cosas por las que creen que vale la pena luchar, porque me da que van por un camino muuuuuuy peligroso y que no les va a traer más que una hostia tras otra.

¿Pero volvemos a la serie?

La han tachado tanto de machista como de defender la relaciones tóxicas, hasta incluso de que, en el fondo, le está diciendo al espectador que la forma de acosar, vigilar y tratar a las mujeres por parte de Joe es algo que tratan los creadores de normalizar o mostrar como algo que debería hacerse porque, ¿no lo veis?, ¡el protagonista razona los motivos por los que actúa así! ¡YA ADEMÁS SON MUY BUENOS!

Solo para las personas con miedo a pensar o a entender lo que dicen los demás (o aquellos que para adoctrinar optan por mierdas como BatWoman, Black Panther o Capitana Marvel, porque las sutilezas o las enseñanzas sin buscar partir la sociedad o el respeto por la inteligencia de los demás no saben ni como cogerlo) pueden ver en esta serie cosas así.

O quizá, a lo mejor, lo que a estas personas les molesta y quieren que los demás no veamos es la despiadada crítica que Joe hace de nuestro día a día, como de las tecnologías, de la sexualidad, de los veganos, de los modernos, de los sueños por cumplir, de los ricos, de los pobres, y en definitiva de cualquier cosa que pase por delante de la “peligrosa” mente de este “machista” “asesino de mujeres” (cuando, solo con verla se ve, mata indistintamente a hombres y mujeres, movido por su propio código. ¿Os hace pensar estos ataques en eso de que la mató porque era mujer que muchos usan como bandera y aquí tratan de meter a calzador, o son cosas mías?).

Y me volveré a repetir: Joe es un psicópata, sí; una persona peligrosa a la que no debemos acercarnos, también; alguien que vive y busca el amor de un modo completamente ajeno a la realidad o lo que cualquiera entiende como algo sano o bueno, desde luego; pero también es alguien inteligente, culto, que sabe interpretar su entorno y atacarlo sin piedad con lógica, y que, algo que muchos de estos defensores de la televisión no saben ni quieren hacer: razonar las cosas.

¿Acaso nos hemos olvidado de lo mucho que amamos a Dexter, Hannibal Lecter, a Moriarty, o a Pinki y a Cerebro? ¿Es que todavía en este siglo hay personas que no saben admirar a alguien por algunas frases o razonamientos bien lanzados, pero no olvidar NUNCA que son personas que jamás deberíamos seguir ni defender ni muchísimo menos poner al frente de cualquier cosa que queramos que nos haga un mínimo de bien?

Los verdaderamente peligros de estas series son aquellos que las atacan buscando aplausos de colectivos que quieren censurar cualquier cosa que les haga pensar mínimamente; porque ya se sabe que los borregos solo son importantes siempre y cuando sigan al amo y no miren hacia los lados.

Series como YOU les obliga a entender cosas como ficción, agobio, pena, ira, admiración, desconfianza, y alguna otra palabra que, sin dudarlo, pondría a los que les llevan con correa en medio de una diana cubierta de luces de colores con forma de flecha que parpadearían sin parar.

La segunda temporada es, si cabe, mejor que la primera, y profundiza de un modo perfecto en lo que es la mente de alguien enfermo y que, dentro de su cordura y lucidez, no sabe entender como es la vida en pareja, el amor, y todo lo bueno que estas cosas conlleva.

No es un documental para la buena vida en pareja, para el funcionamiento correcto de las redes sociales, ni siquiera busca que mucha gente despierte y deje de beber batidos de apio (egs….), solo es una historia bien rodada, mejor interpretada, y con unos personajes tan bien escritos y que evolucionan de un modo tan lógico, que no me extraña que la ataquen y la traten de censurar.

Por suerte, y leídas muchas respuestas de espectadores a artículos que la tachan de peligrosa y demás comentarios ofensivos, nuestro mundo está empezando a despertar y a ver lo que de verdad a quienes tenemos delante con el bolígrafo de tachar en la mano, y saben cómo apartar de un golpe todas las palabras huecas que no quieren conseguir otra cosa que la rotura de la paz que todos ansiamos.

¿Y ese final de temporada?, ¿todo lo que nos está diciendo sin decírnoslo? Brillante. Sin más.

Netflix, a veces te quiero; pero solo a veces, que Tierra Errante no hay por donde cogerla…