Maria Chiara Franco

Tortugas marinas en Italia: cuando el mar necesita una mano

Una de las cosas más bonitas de viajar por Italia es descubrir que, además de pasta, arte y en mi caso familia, cada vez puedes descubrir tesoros vivos en su costa: las tortugas marinas.

Y no hablo solo de verlas nadando en el Mediterráneo (eso es un golpe de suerte), sino de la enorme red de personas que trabajan para rescatarlas, curarlas y devolverlas al mar cuando lo necesitan.
Una red que las protege
En casi 7.500 km de litoral hay centros de recuperación, de primeros auxilios y puntos de recogida donde biólogos, veterinarios y voluntarios de Legambiente hacen equipo. Allí llegan las tortugas heridas en redes de pesca, golpeadas por barcos o varadas en la arena. Las cuidan en piscinas especiales, las operan si hace falta, y cuando recuperan fuerzas… las devuelven al agua con un chip de seguimiento.
Manfredonia y el corazón del Gargano
De esto nos ha hablado Massimo, responsable del centro de rescate en Manfredonia.
En Manfredonia está uno de los centros más activos, dentro del Parque Nacional del Gargano. Allí cada año se salvan más de 100 ejemplares, muchos gracias al aviso de pescadores locales. Además, el centro no se queda solo en rescatar: experimenta con sistemas innovadores para reducir las capturas accidentales y hasta sigue a las tortugas con monitoreo satelital para entender mejor sus rutas.
La mala (o buena suerte) de la tortuga que conocimos
Cuando visitamos el centro de rescate solo había una tortuga ya que en ese periodo de Agosto había parón de pesca y la probabilidad de que se hicieran daño con redes tortugas era menos elevada.
Esa tortuga pero tuvo la mala suerte de encontrarse en el medio de las redes dos veces seguidas. Massimo nos contó que la primera vez la acogieron, cuidaron, le pusieron el número de seguimiento en la coraza y la libraron y a las dos semana de vuelta otra vez.
Ahora está recuperándose y deseamos que cuando vuelva al agua esté a salvo.
¿Sabías que…?
•En el Mediterráneo hay tres especies de tortuga marina, pero la más común es la Caretta caretta, también llamada tortuga boba.
•Este animal lleva 150 millones de años en la Tierra, pero hoy sus amenazas principales son las redes de pesca, la contaminación y, sí… el plástico.
•En verano, los voluntarios vigilan los nidos en la arena para asegurarse de que las crías lleguen al mar.
Lo que emociona de verdad
Lo más bonito de todo es que, detrás de cada número, hay historias: pescadores que cuando pueden (porque a veces las tortugas pesan demasiado como para subirlas) se paran porque una tortuga se ha quedado enganchada en sus redes, voluntarios que pasan noches enteras vigilando nidos, turistas que tropiezan con un rescate inesperado en la orilla.
Viajar también es esto: descubrir que existen rincones donde la naturaleza y las personas se cuidan mutuamente. Y que, a veces, la mejor postal de Italia no es un aperitivo in piazza, sino una tortuga entrando al mar al atardecer.
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