Tiempos negros con edición de Ernesto Mallo

Tiempos Negros / Edición de Ernesto Mallo

Delicias veraniegas

por J. Víctor Esteban

El verano es tiempo de actividades intensas, aceleradas y normalmente breves. Visitas rápidas a ciudades que seguirán siendo desconocidas, salas de museo que pasan ante nuestros ojos como estaciones de metro, baños rápidos en playas que no volveremos a pisar, temerarias raciones de chiringuito playero deglutidas como pavos en víspera de Navidad y  sexo… Este (con acento argentino, por favor). Bueno. Sexo como siempre, cada uno según sus posibilidades.

Ernesto Mallo nos propone en Tiempos Negros unos cuantos complementos nutricionales de literatura breve para mantener equilibrada la dieta intelectual durante este verano. Trece, sí trece, relatos negros repletos de visiones negras, asesinatos negros, negras perspectivas y mucho humor negro. Trece relatos cada uno de su padre y de su madre. Desde fantásticas piezas experimentales con Eduardo Berti, a “literatura histórica” con Lorenzo Silva o corazones de psicópata con Espido Freire. Muertes en el Japón imperfectamente perfecto de BEF, venganzas migrantes con Taibo y postales latinoamericanas con Dios y el Diablo en el propio Ernesto Mallo.

El verano es tiempo de fotografías y paisajes aunque a veces al descargarlas en el ordenador y ampliarlas para ver mejor los detalles descubrimos desconchones en fachadas, ventanas rotas y aquel pibonazo que quisiste incluir en el retrato de tu familia forzando la perspectiva…hurgándose la nariz.

A la manera de Relatos salvajes la estupenda película argentina, los autores de cada pieza nos proponen diferentes perspectivas de la oscuridad del comportamiento humano. Jenn Díaz, Alexis Ravelo, Patricia Soley-Beltrán, Cristina Fallarás, Pablo de Santis, Petros Markáris, y Ana María Villalonga completan las propuestas de esta estupenda recopilación. Y no les menciono por orden de disfrute. Eso le corresponde a cada uno según sus propios gustos.

Pero ¡atención! ¡Tengo que prevenirles! ¡Corren ustedes un gravísimo peligro! Van a descubrir a un grupo de escritores que les enganchará de por vida. De quienes querrán descubrir más obras y una vez más llorarán porque la mayoría de nosotros nunca tendremos tiempo de disfrutar de todo el veneno literario que destilan estos canallas. Por que por más tiempo que pase, seguirán sintiendo la necesidad de leerlos y como se decía en la película ya mencionada; “Cuándo un veneno caduca, este, ¿mata menos o mata más?”

Feliz verano.