‘Tuppersex’: tu peluquera te conoce mejor de lo que crees

¿Eres consciente de que lo que le pides a tu peluquero@ a) sólo las puntas b) no sé lo que quiero c) cambio radical, refleja tu vida sexual? ¿No? Pues se lo cuentas periódicamente a tu estilista cuando te acaricia la nuca con unas tijeras.

por R.P.

Qué mejor forma tenemos para encarar las solitarias Navidades 2020 que una buena panzada de risas. Y como la Comunidad de Madrid apoya las salas de teatro, además de ayudar te lo pasas bien. Entre los allegados al Teatro Nuevo Alcalá había algunos convivientes, pero la inmensa mayoría no éramos ni lo uno ni lo otro. Igual que cuando vas a la peluquería. O a una charla de Tuppersex, como la comedia que dirige Edu Pericas y que se representará hasta el 14 febrero en el Nuevo Teatro Alcalá.

Hace ya décadas que en España combinamos el confesionario dominical (antes de comulgar) con la visita entre semana al terapeuta de familia (léase psicólogo infantil, consultorio de parejas, …). Lo que se mantiene, y a mucha honra, es la confesión con tu terapeuta capilar. Qué capilar, capital, diría yo.

Nada como una buena peluquera, como la que borda Roma Calderón, para dejar que la energía interior vuelva a fluir de tu melenón de leona al salir a la calle. Porque a pesar de los esfuerzos marketinianos de la jefa de ventas del tuppersex de turno, lo que importa es lo que importa.

Y si esa jefa, que Alicia Garau representa cual indiscutible brand manager de My Secret Flower, lleva la batuta seria al principio, habrá que esperar a que se despendole la historia y cambie su perspectiva. Al final, hasta la misma jefa agradece que la doctora enviara a una sutil conocedora del instinto básico que todos llevamos dentro.

En uno de los momentos en que se rompe la cuarta pared, se respira el suspense cuando descubrimos la clasificación taxidérmica que l@s peluquer@s tienen de nosotr@s: ¿que no lo sabías? Pues sí, según nos cierran el velcro de la bata y nos sientan frente al espejo infinito, la mayoría abrimos nuestro corazón sobre nuestros sentimientos capilares: a) sólo las puntas b) no sé lo que quiero c) cambio radical. ¿A que tú también se lo has dicho en más de una ocasión a tu peluquer@? ¿Ves ahora la relación con tu frecuencia… sexual?

Bueno, pues que sepas que la próxima vez que vayas a retocarte las mechas (qué triste, cada cuatro o seis semanas) o arreglarte la barba (quincenalmente), se lo habrás confesado sin darte cuenta. Relájate y disfruta, ya sabes que con la tijera o la cuchilla en la mano mandan ell@s.

Se supone que, además, vas a aprender a vender las chocholatas y demás artilugios a pilas o con cargador en USB porque, eso sí, al final de la obra hay un examen para ser vendedor autorizado. De la sala de teatro a tu móvil, te bajas el enlace y respondes al cuestionario como si te examinaras del teórico para el carnet de conducir. De verdad que algunos habrían tomado notas en su butaca si le hubieran dejado.

En la retina quedan esas noticias sobre succionadores que llenaban los telediarios a falta de noticias durante el confinamiento, ¿verdad? Nada de qué extrañarse. Ya lo dice la estadística de la jefa: 8 de cada diez mujeres se masturban. Once de cada diez hombres se masturban. ¿Te cuadran los números?

Tuppersex, una comedia dirigida por Edu Pericas que habla sobre las posibilidades del sexo y la masturbación desde la perspectiva de dos mujeres muy diferentes. Una función que habla de sexo jugando con la incredulidad, con el morbo o con el asombro. La sexualidad es una asignatura pendiente que todavía colea en nuestra sociedad a pesar de tener que convivir con ella a diario. Un tema que siempre oscila entre el descaro más inocente o la provocación más perversa. 

¿Preparad@ para echarte unas risas?