Primavera Sound 2025: Dominación, sobriedad, fantasía, trenes y repeticiones

El sábado 21 de junio fue último día grande del Festival venía coronado por la actuación de Chapelle Roan, un concierto que no me iba a perder por nada del mundo y que iba precedido por mis amados Fountains DC y sucedido por el rapero inglés Central Cee. Estando en el recinto de los main stages del Festival, esas cinco horas me las iba a pasar allí sin mayor movimiento.

El final del día lo iba a completar con tres de mis más esperados, Chat Pile, Yung Beef y Turnstile, y el inicio del día, como no podía ser de otra manera, comenzaba en el Schwarzkopf a primera hora de la tarde con Euskoprincess y un sol abrasador. Se presentaba un día de lo más variopinto.

16.35  SCHWARZKOPF

EUSKOPRINCESS : FUCK TERFAS

La de Hernani vino para dejarnos las cosas bien claritas y ponernos las pilas a ritmo de reggaeton sucio y electrónica de club. Acompañada por dos bailarines de lo más sensuales y su inseparable Mattin a las bases, Euskoprincess ofreció uno de los shows más liberales, explícitos y desprejuiciados de toda la jornada. Su frase de entrada fue: – a mi concierto son bienvenidas las chicas con polla, los chicos con toto y cualquiera a la que todo ello le parezca bien, ah por cierto, si hay alguna terfa despistada en el público, ya se puede ir yendo – .

Toda una declaración de intenciones que nunca está demás exponerla para poner a cada una en su sitio. Con un debut largo recién estrenado el día anterior, Totosaki (2025, Oso Polita), y un EP de seis temas fechado del 2022, Hollywood Star System (2022, Oso Polita), Euskoprincess lo dio todo en un show repleto de sensualidad, sexualidad, desparpajo, humor, cara dura y mucha, mucha actitud.

Quizás se echó en falta algún colaborador, pero temas como D1ck P1ck junto a Ben Yart, en la que comentó, – no enviéis foto polla si no os la han pedido, es una bajona y de muy mala educación -,  Oni Chan con Glrorysixvain, o Manin, también con Glorysixvain y la Metrika, sonaron a las mil maravillas incluso con las dolorosas ausencias. Quizás su tema más emblemático sea Totaína, esa barbaridad firmada a seis manos junto a Metrika y Main Costa, un hit descomunal que puso a todo el mundo a mover el culo sin excepción.

El disco cayó prácticamente entero, siendo Euskañol otro de los momentos más álgidos del show, pero aún con esas, hay que decir que esta vasca desprejuiciada con influencias otaku, nos dejó con muchas ganas de más. El cierre con tema de la Mushkaa sonando por los altavoces, fue toda una sorpresa. ¿Para cuándo una colaboración con Villano Antillano?.

17.50 ESTRELLA DAMM

JUDELINE O LA DOMINACIÓN DE ÁNGELA

Judeline creó a Ángela para personificarse en Bodhiria (2024, Interscope records), y gracias a Ángela, y a los fans de la jerezana, Judeline ha podido subirse al escenario principal del Primavera Sound con su debut largo, algo muy poco frecuente en un Festival de esta envergadura. Agradecida sobre todas las cosas, tanto a la organización como a su público, Judeline dio el recital perfecto para imbuirnos a todos dentro de ese personal y particular universo creado en Bodhiria.

Universo que, más allá de las magistrales y sentidas interpretaciones de Ángela en la piel de Judeline, la producción que la acompaña ayuda sobremanera a fijar tu atención de manera irremediable. Con una parte de duende andaluz, otra de bailarina sensual, otra de rapera, otra de reggaetonera y mucho de artista que quita el sentío, el show de Judeline fue muy parecido al que ofreció pocos meses antes en su agotadisima gira por salas españolas presentando el disco.

Con un tiempo algo más reducido que en el formato sala y añadiendo al setlist su última Tú et Moi, Judeline consiguió incluso arrancarme alguna lágrima con Zahara, un tema que, en su voz, me llega de una manera inhumana.

Contando con un cuadro de bailarinas que se acercaba más a las artes escénicas que al baile y un bailarín, que al parecer era el coreógrafo, sin el que el espectáculo no sería lo mismo, esas contorsiones del cuerpo, las muecas de la cara y su impactante estética, son ingredientes primordiales del show, la química y la compaginación entre ambos sobre el escenario, representando con mímica varios de los temas y con una Judeline dominando en todo momento la situación, es pura magia en movimiento.

Su mezcla de teatro, arte visual, música y dramaturgia, hicieron del concierto un firme competidor de lo ofrecido por FKA Twigs pocos días antes en el mismo escenario.

Nada que envidiar excepto por las horas y el nivel económico. Su público, se despedía de ella con ese clásico grito coreable que reza, – y reina, y reina y reina, y guapa y guapa y guapa -, y ella, tan reina y tan guapa, se despedía de su público con la emoción a flor de piel y la promesa de volver.

19.00 ADIDAS HIDDEN STAGE

ROJUUGANDO EN CASA

Localizado de manera itinerante dentro del propio Festival, Adidas disponía de un espacio en el que, pocas horas antes de empezar el concierto, se anunciaba por redes.

Como si no hubiera suficiente con combinar los conciertos existentes, los amigos de Adidas añadieron varios eventos a tener muy en cuenta si lo tuyo es el urbano nacional. Barry B, Villano Antillano, Yung Beef o el catalán Rojuu, quien nos ocupa, fueron algunos de los seleccionados para esos conciertos sorpresa.

Rojuu y su compañero de armas Akira, se subieron al box de Adidas, algo así como contenedor de hierro de esos que van en los barcos pero en tamaño más reducido, para soltar varias de sus bombas hipersónicas poniendo a bailar, brincar, hacer pogos, wall-of-deaths y volatines hardcore a todo el que estuviera dispuesto para ello.

Haciendo un repaso, aunque muy reducido, de sus temas más actuales y los más emblemáticos de su carrera, tuve la suerte de encontrarme con la chilena Akrilla entre el público, cambiar impresiones sobre su revolucionario Epistolares (2024, Warner Music), y hacerme una foto con ella.

A Rojuu ya lo he visto en varias ocasiones y su intensidad, su entrega y su pasión por poner a su público en vilo, prevalece de manera incuestionable ante una interpretación que siempre está justo en el límite de lo permisivo.

20.35 REVOLUT

FONTAINES DC : SOBRIEDAD Y SERIEDAD

Si hay algo que no se les puede discutir a los irlandeses Fontaines DC, es su calidad a la hora de meterse en un estudio, y menos aún, a la hora de subirse a un escenario. De nuevo con esas pintas totalmente aleatorias e indefinidas, el quinteto capitaneado por Grian Chatten, subió al escenario principal del Primavera, a una de las mejores horas del día, para defender su más reciente Romance, (2024, XL Recordings), iniciando la noche justamente con el tema que da nombre al disco.

El show estuvo claramente enfocado en el nuevo disco, del que tocaron nada menos que nueve temas, pero también hubo espacio para lo mejor de su anterior Skinty Fia, (2022, Partisan Records), del que ejecutaron hasta cinco cortes.

Como ya he dicho, su calidad en directo es indiscutible, una banda que funciona como un tiro en todas las expresiones de estilo que pueden abarcar, que son muchas, y un frontman que se entrega a su interpretación vocal de manera espectacular. Pero tengo que admitir que esa noche, la sobriedad, la seriedad y la densidad, rompieron un poco con la emoción, la fuerza y la expresividad que suelen mostrar en sus directos.

Siendo Romance un disco que los ha puesto aún más altos en el Olimpo de las bandas de rock actuales, el concierto fue creando una atmósfera de importancia y concienciación cada vez más evidente, hasta llegar un momento en el que el directo se convirtió en toda una declaración de principios en contra del genocidio israleí.

Quizás fue por eso, que la banda estuvo tan seria y poco comunicativa. Supongo que su idea era la de trasladar al público lo crucial de los momentos que estamos viviendo y lo importante de tomar partido en el asunto de manera activa con un mensaje muy claro. Free Palestine, stop genocide. Un mensaje que no se puede lanzar desde lo festivo o lo frívolo, algo que los irlandeses tuvieron muy claro esa noche. Conciencia y coherencia por encima de todo.

22.05 ESTRELLA DAMM

LA FANTASÍA DRAG MÁS ÉPICA DE LA ACTUALIDAD

Chapell Roan, el personaje que Kayleigh Rose Amstutz ha creado para presentarse al mundo, ha llevado el concepto drag a su faceta más fantasiosa y exponencial con su elogiado debut The Rise And Fall Of The Midwest Princess, (2023, Island Records). Un disco que se crece, explota e impacta en directo, elevando la propuesta estética y musical de la americana hasta lo más alto de lo conocido como éxtasis emocional.

Un directo el que entraron prácticamente la totalidad de los cortes de su debut, dejando fuera California como la única en discordia, y en el que sonaron con todo su esplendor y grandilocuencia hits tan inciensos y coreables como Femininomenon, Naked In Manhattan, HOTTOGO!, Kaleidoscope, Red Wine Supernova o la final Pink Pony Club, himnos adoptados ya por toda una generación de jóvenes liberales y desprejuiciadas.

Con una intro en las pantallas que bien nos podría recordar al estilo de aquellas películas oscuras de los ochenta que Disney ponía en circulación para los más pequeños, Tarón y el Caldero Mágico me vino a la mente de manera automática, y con una producción descomunal que incluía puertas varias, alturas en diferentes niveles, escaleras de fantasía, una visuales de lo más siniestras y un diseño espectacular en los trajes, tanto en el suyo que iba mutando a medida que pasaba el show, como el de esa colosal banda íntegramente femenina, lo más imponente de todo era el castillo que rodeaba todo el escenario y se alzaba hasta lo más alto con sus gigantescas torres en la parte derecha del escenario. Un montaje impresionante a todos los niveles.

Bebiendo claramente del synth pop y el arena rock de los ochentas, no podía evitar relacionar a la Roan con gente como Boy George o Cindy Lauper, la explosión de colores, temazos, crudeza, diversión y calidad de la Roan, puso en evidencia al resto de cabezas de cartel del Festival ofreciendo uno de los shows más preciosistas, fantasiosos, hedonistas y desprejuiciados de la historia su historia.

No voy a negar que sigo quedándome con las tocadas de genitales y la explícita sexualidad de Troye Sivan, pero lo de Chappell Roan supuso una de las sorpresas más inesperadas del Festival para mi. Jamás hubiera pensado que, con tan sólo un debut en la calle, la californiana pudiera traer una producción de esa envergadura a Europa y regalarnos una noche absolutamente inolvidable.

23.50 REVOLUT

PASOTISMO MADE IN UK

Dinero, fama, reconocimiento, respeto, sexo, violencia… en una palabra, Central Cee es calle. Su vídeo de presentación lo dejaba muy claro, la grandeza no se puede apresurar, tal y como reza el título de su último disco.

La actualidad del rap pasa por muchas ramificaciones, y el drill de UK es una de las más significativas y representativas de la música hecha allí.  Un estilo que siempre me ha parecido demasiado monótono en todos los sentidos, temáticas, ritmos, flows.. pero Central Cee consigue atraparme de alguna manera gracias a sus deliciosas melodías y esa habilidad para jugar con sonidos del reggae y el dancehall de forma natural y metódica.

Su último disco de estudio, Can’t Rush Greatness (2025, Columbia Records), el tercero en cuatro años, se ha convertido en uno de mis favoritos del año gracias a temas tan imponentes y pegajosos como No Introduction, bailables como Gata (con Young Miko), crudos como Ten (con Skepta), celebratorios como Band4Band (con Lil Baby) u oxigenados como Must Be. Una colección de canciones absolutamente insuperable que en directo quedaron algo ensombrecidas por la pasividad y la apatía de un Central Cee que vino al Festival a cumplir con el contrato y poco más.

Sin poder ponerle ni una pega a su voz, ni a su ejecución, perfecta en todos los sentidos, lo único que conseguía emocionar de verdad, eran los sustos que nos pegaban los cohetes y los cañones de fuego colocados por el escenario de manera estratégica para explosionar en el momento justo en el que el beat pegaba más fuerte.

No entiendo cuál es la intención cuando se pone la colabo de fondo a un volumen ridículo en el que casi ni se oye, y pasarte la mitad del tema sin hacer nada. Concierto correcto, sin más.

01.05 TRAINLINE

CHAT PILE O CÓMO SE SIENTE SER ARROLLADO POR UN TREN DE MERCANCÍAS

Camperizados e industrializados, el cuarteto de Oklahoma era uno de los absolutos must-see de la jornada  para cualquier amante del metal que se precie.

Convertidos en una especie de sensación en la escena gracias a su segundo disco de estudio, Cool World (2024, The Flesner), la banda encabezada por el dotado vocalista Raygun Busch y completada por Luther Manhole a la destructiva guitarra, Stin con su martillo percutor en forma de bajo y Cap’n Ron y su expansiva contundencia a la batería, resultaba curioso ver cómo toda esa brutalidad desatada, se convertida en un sonido de lo más definido y pulcro sin perder un ápice de lo abrasivo y ruidoso que los caracteriza.

Chat Pile son un puñetazo en el estómago ejecutado por un gigante de dos metros y ciento veinte kilos de peso, sí, una barbarie, una animalada, una cafrada de las gordas. Su estética redneck y su impoluta técnica a la hora de interpretar sus balas de cañón, canciones gordas y potentes con una capacidad destructiva notable, los emparenta de la misma manera tanto con Melvins como con Converge, os podéis imaginar la película.

Porque precisamente de películas también iba la cosa. Dentro de toda esa brutalidad y contundencia, el sentido del humor de Raygun, descalzo, sin camiseta y con unos pantalones cortos tirando a pijameros, salía a relucir entre canción y canción recomendando películas, algo que, al parecer, tiene como norma en todos su conciertos cambiando las recomendaciones según se preste la situación.

En el caso del Primavera, y tocando en el escenario Trainline del Festival, a Raygun se le ocurrió recomendar películas de trenes. No las pillé todas, pero sí la mayoría, entre ellas Runaway Train de Konchalovsky, probablemente la mejor película de la factoría Cannon Films. Hubo un momento que se le acabaron las películas de trenes y, al estar muy cerca de la playa, empezó a comentar películas ambientadas en playas. Entre las que salió la polémica Time de M. Night Shyamalan.

Un ejercicio cinéfilo que amenizaba sobremanera la crudeza de su show y daba el respiro necesario tanto a la banda, como a su entregado público.

02.10 SCHWARZKOPF

EL DÍA DE LA BESTIA ON REPEAT

Para los que ya habíamos visto la gira conmemorativa de los años de carrera de Yung Beef hace no demasiado en Barcelona, con el mayor espectáculo entregado por Fernandito hasta la fecha y que llevaba por nombre El Día De La Bestia, lo del Primavera fue muy similar pero en formato reducido. Sensuales bailarinas enmascaradas, diversos actos relacionados con los pecados capitales para dividir el show, esa mesa de punta en blanco presidiendo el escenario y tres pantallas en las que podíamos ver el espectáculo en directo gracias a las habilidades de una técnico de cámara que lo perseguía por todo el escenario, lo mejor de todo fue verlo tan cerca y tan cómodamente como lo hice en el escenario Schwarzkopf del Primavera.

De la misma manera que los bloques se iban sucediendo, las personalidades de El Seco iban apareciendo ordenadamente. Exponiendo su lado más macarra, su lado más romántico, su lado más hedonista, su lado más sexual, su lado más desafiante, su lado más emocional  y su lado más cercano dependiendo de cómo se fuera desarrollando el show, Fernando Gálvez Gómez hizo gala de ser el papi del trap, el papi del reggaeton y el papi del malianteo corroborando porque está considerado el Rey del género urbano.

Un reinado del que la corona lleva indiscutible e indisputable en la cabeza de Yung Beef desde hace más de diez años. El bis con Ready Pa Morir, algo ya inevitable en todos sus conciertos, llevó el cierre de la noche a otro nivel.

03.15 AMAZON MUSIC

EXPRIMIENDO LA FÓRMULA

Con un recién estrenado Never Enough, (2025, Roadrunner Records), los de Baltimore se presentaban en el Primavera Sound, por segunda vez en el Festival y por tercera en Barcelona si contamos con su inmediato soldout del pasado año, con su disco más esperado hasta la fecha.

La papeleta de Turnstile era complicada de resolver. O seguían exprimiendo esa personal fórmula en la que el dream pop y el hardcore colisionan de manera providencial o, por otro lado, intentaban darle una vuelta de tuerca a su sonido para ofrecer algo fresco, renovado y diferente dentro de la amplitud de miras y estilos que practica la banda de “hardcore” más famosa del planeta.

Pues bien, la solución al problema ha sido tirar por la via facil, repetir el mismo disco en todos los sentidos, hasta el punto de tomar riffs, melodías y conceptos del Glow On, (2021, Roadrunner Records), prácticamente calcados, para intentar mantenerse en el candelero y no perder ni un poco del impulso que les ofreció su disco estrella.

Eso no quita que el disco sea otra maravilla de kilo firmada por una de las bandas más interesantes del momento. Tienen estilo, son guapos, saben manejar al público en los directos, cuentan con una legión de fans en continuo crecimiento y, sobre todo, tienen una colección de canciones absolutamente irresistibles.

Quizás la hora no era la mejor, esa franja horaria es cuando la gente está más acabada y derrotada, pero aún así, el público se volcó sobremanera con el quinteto de Maryland, expresando todo el amor posible, en forma de pogos, ollas y cánticos colectivos, en el que sin duda fue uno de los conciertos más esperados del Festival. Nada que objetar a la entrega de la banda, la ejecución, la calidad, el sonido o incluso el setlist, pero no puedo evitar volver a sacar el tema del ritmo en sus conciertos.

De la misma manera que sus dos últimos discos pecan de tener interludios ambientales inservibles, intros y outros de temas demasiado largas y aburridas y no encontrar del todo el tono justo para tener la cohesión necesaria en sus trabajos como para ser considerados obras maestras y creerse a pies juntillas la fórmula, en sus directos pasa exactamente lo mismo. Cuando la banda toca, lo hace con maestría, contundencia y convicción y es capaz de poner a medio mundo a brincar y corear sus temazos, pero cuando se anclan en los interludios o divagan musicalmente entre tema y tema, alargando aún más las partes ambientales, el ritmo y el mood del concierto se ven perjudicados considerablemente.

Fotos @ Eric Pamiés / Clara Orozco / Christian Bertrand / Gisela Jané / Sergio Albert