Me llamo Martin Scorsese y esto es EL IRLANDÉS

Antes de empezar lo que va a ser mi humilde crítica, debo confesarme pecador. Sí, pecador porque esta obra es merecedora, que no mecedora, de mi dinero y por lo tanto, de ser vista en cine. Así no fue y sí, la vi en casa.

Chuminadas aparte.

¿Qué hay de nuevo Martin?

Una vez más uno de los grandes dinosaurios de la industria, cuando se mueven causan estragos y este señor ex-cocainómano, acaba de demostrar porque es uno de los nuestros, digo de los grandes.

En este filme nos demuestra lo que le ha hecho ser el puto amo y no es ni más ni menos, que los gánsteres.

Quería callar bocas y pienso, que en parte lo ha conseguido.

Una vez más, en este magnífico año cinematográfico asistimos a una película con sello de autor. Esta vez estamos ante la esencia del mejor Scorsese, que eso en parte no significa nada.

En esta ocasión nos cuenta la historia de Frank Sheeran un veterano de la segunda guerra mundial, que anda por la vida sin escrúpulos y maximizando su exponente de cabrón a tope.

Se ve mezclado con las mafias de entonces y desde ese momento su escalada de crímenes le hacen ser alguien.

Siendo fiel a las narrativas que me gustan a mí, empezaré suave con las cosas más destacables que hacen que haya que verla y finalizaré con una masacre de puntos que me chirrían. 

3,2,1. Acción

Sin duda lo que más me gusta y hace la delicia del espectador, es el transcurso narrativo por el cual se desenvuelve toda la historia.

Aquí no puedo negar que es sublime, se nota que quienes desarrollan el guion son “capos”.

La mezcla y el entrecruce de personajes, llega a ser tan vertiginosa y a la vez tan inversiva que es imposible no hacerte uno con lo ocurrido.

En contra diré, que los giros que da la historia, a mi se hacen bastante previsible y como tal, no son para nada una sorpresa.

Si algo define este largometraje es su majestuosidad. Presente en todos los elementos que lo conforman; la interpretación mastodóntica de cada uno de los personajes que cómodos en su rol interpretan lo que ya para ellos es lo normal, la escenografía es muy precisa con el contexto, la fotografía es maravillosa digna del mejor Scorsese rezumando arte en cada encuadre y lo más sublime, las autorreferencias a su propio cine.

Este ultimo punto solo lo puede hacer un gigante como él. En el irlandés, vemos multitud de momentos que nos recuerdan a sus obras maestras, como es el caso de Uno de los nuestros, Casino y aunque no es su obra, pero lanza un guiño muy bonito a El Padrino.  Buscarlo porque esta.

¡Es hora de los katanazos!

A riesgo de que me partan la cara por lo que voy a decir, me la trae un poco al pairo.

Vamos a ver maestro del cine, como haces una película de tres horas y media y no eres capaz de crear una banda sonora que te deje con el ojete torcido.

A ver, que sí, la música muy intradiegética te mete en contexto sí, pero sin más. En ningún momento el acompañamiento auditivo me pone la piel de gallina, no consigue transportarme a la mente del criminal, no hace más que darme tildes contextuales sin más pretensión de ello.

En el punto musical, a pesar de tener buenos temazos, creo que se tendría que haber trabajado más hacía el personaje principal haciendo cada nota musical a medida su psicología.

Aquí quiero mencionar a mi amigo y compañero Manu (@don_sopalajo seguirlo porque es muy crack) Ayer abrió un debate sobre el uso del CGI para rejuvenecer a los actores. Con calma.

¿Qué coño te pasa Hollywood? ¿Vas a estar resucitando muertos del siglo XX en todo el siglo XXI?

Es que ya estoy más que harto, parece que nos os dais cuenta de que así estáis bloqueando la incorporación y el flujo de nuevos talentos e ideas creativas a la industria, siempre lo mismo en bucle.

Tanto cuesta encontrar actores más jóvenes que puedan hacer un papel, yo recuerdo a Joseph Gordon-Levitt haciendo de Bruce Willis de joven en la película de Looper y me pareció brutal su interpretación, ¿tanto cuesta eso? O ¿es qué quiere más dinero para que la peli parezca más titánica?

Guiño a Marvel, Sr. Scorsese.

A pesar de que los actores son maravillosos, tampoco los veo salirse de lo que han hecho toda la vida, gánsteres.

Se sienten cómodos en ese papel y durante casi cuatro horas, solo demuestran ser cabrones y malos sin escrúpulos.

Digo yo que, durante tanto tiempo de duración, podrías desarrollar un poco más su psique, decirnos que les motiva a matar, que traumas arrastran, cual es el fruto de su odio etc.

Los personajes nacen gánsteres y mueren gánster, por lo que vemos evolucionar su vida con el paso del tiempo, el cual se reflejan muy bien en las elipsis, pero ni rastro de sus motivaciones.

¿Piensa lo mismo un matón de treinta años que otro de cincuenta? Lo dudo.

Conclusión

Para concluir me gustaría decir porque no es una obra maestra.

Primero, a pesar del magistral despliegue técnico a nivel audiovisual con un estilo muy propio, termina la película y mi cabeza piensa, “esto ya lo había visto antes”, es decir no me rompió el cerebro ni consiguió hacerme reflexionar ni cuestionarme nada, gánsteres matando gánsteres.

Os recomiendo que veáis Un profeta, esta si que me dejó perplejo.

En segundo lugar, tras un esfuerzo por mostrarnos una visión detallada del mundo criminal desde un enfoque crepuscular de lo que es su género fetiche, marcándose un Clint Eastwood en Sin perdón, quiere darnos algo nuevo y casi lo consigue, aunque cae en el mismo sitio de siempre.

Y para terminar, Martin hace una peli tan del género que muere en si misma, incapaz de ser concisa y sintáctica, se regocija en la muerte como elemento constructivo de todo y valga la redundancia, muere en su propio género.

Al final del todo, no me sorprende. Para mi va a ser unan película sin más, con una muy buena dirección pero que no ha causado ningún furor en mi persona.

Espero la veáis y podáis sacar vuestras propias conclusiones.

“Las obras maestras no son nunca más que tentativas afortunadas.” (George Sand)