Si crees que vas a ir a ver una comedia romántica de toda la vida que te haga reír más que reflexionar, olvídate, esta no es. Materialistas es mucho más que eso y Celine Song (la directora de Vidas Pasadas) nos regala una crítica a la sociedad sin anestesia, con algo de humor si, pero muy realista y concreta.
Eso sí, luce como una comedia romántica clásica por su estética con decorados brillantes, outfits impecables… Pero se siente más como una dramedy, irónica y algo fría, que provoca a veces incomodidad. Luce comedia romántica clásica al seguir el ingrediente fundamental del amor verdadero que gana sobre todo, pero a la vez lo mezcla con un dilema bien concreto y materialista ¿es amor de verdad o es solo un intercambio financiero, alguien con un buen balance con el quien asegurarte un estatus social?
Vamos a ver de qué va
Lucy (Dakota Johnson, impecable en este papel) es una matchmaker de élite en Nueva York. Eso significa que su trabajo, en la agencia Adore, consiste en conectar parejas exitosas con criterios tan fríos como “altura, guapura, cuenta bancaria, edad..” ¿Suena familiar? Básicamente la versión de lujo de las app de citas.
En un entorno inesperado, reaparece su ex John (Chris Evans), un chico modesto que sueña con ser actor, que a sus 37 años sigue compartiendo piso y al que le cuesta llegar a finales de mes.
A la vez conoce a Harry (Pedro Pascal). Harry a lo contrario de John es un hombre glamouroso, millionario y sofisticado. A partir de ese triángulo amoroso, la película se convierte en una reflexión sobre lo material, sí… pero también sobre lo humano.
Cuidado que aquí hay spoiler
Ademas del dilema amoroso, Lucy tiene que lidiar también con un dilema laboral ya que su mundo profesional se derrumba al saber que una cliente suya sufrió un abuso en una cita organizada por ella. Un giro de trama que no te esperas para nada viendo la película y que también hace reflexionar y empatizar con Lucy que se siente responsable de lo sucedido.
Final de spoiler y comienzo de críticas por los haters
Como en todo siempre hay dos caras de la moneda y aunque a mí me haya gustado mucho, y la recomendaría a cualquiera, online se ha desatado el caos y varias opiniones negativas al respecto de la película. Algunos espectadores critican el romantizar de la pobreza y denuncian la toxicidad de volver con tu ex por el miedo a la soledad.
Personalmente no comparto la opinión ya que ya solo por definición de comedia romántica hay que esperarse que el amor verdadero prevalezca sobre todo y en este caso no fue por falta de opciones. Song contestó también a las críticas mostrándose visiblemente contrariada.
Tuvo la oportunidad de contestarlas en una entrevista de Letterbox: “Es realmente decepcionante. La pobreza no es culpa de los pobres”, dice. “Creo que es el preocupante reflejo de cómo la gente adinerada se ha ganado nuestro corazón [y nos ha convencido] de que si eres pobre es tu culpa, o de que eres una mala persona si eres pobre. Me preocupa mucho que alguien hable así de mi película y de mis personajes, y los considere en términos tan clasistas”.
En conclusión una película que me ha sorprendido y me hace apreciar a Celine Song cada vez más.