Loren Mairena: «Actuar ha estado vivo en mí desde siempre, es mi forma de ser libre»

Con una pasión innata por la interpretación desde niña, Loren Mairena nos abre las puertas a su mundo interior y nos cuenta cómo su amor por actuar nació jugando sola en su habitación. La actriz nos habla de sus referentes, su emocionante reto en Valle Salvaje, y su profunda admiración por su personaje Luisa. Un viaje inspirador hacia el coraje, la entrega y la búsqueda de historias que dejen huella.

Sobre su carrera:

¿Cuál fue el momento exacto en que supiste que querías ser actriz?

Lo primero de todo quería agradeceros el poder compartir este espacio con vosotros. La verdad que es algo que ha estado siempre presente en mí desde que he sido muy pequeña. Recuerdo cuando les decía a mis padres que no se preocuparan por mí cuando abrían la puerta y me veían jugando sola. Mi mejor plan siempre era estar sola en mi cuarto y jugar con una serie o película de fondo mientras repetía los diálogos de cada una de ellas, de principio a fin. Y así me podía tirar muchas horas todos los días. Ser actriz siempre ha sido para mí un sueño, pero sin pensarlo, me gusta actuar desde que tenía 4-5 años. Hacía mis propios cortometrajes con mis amigas, yo escribía el guion, grababa, editaba las escenas, dirigía y encima me ponía de protagonista, hasta con créditos y agradecimientos incluidos, y acababa proyectándolo en una pantalla y en presencia de mi familia. Es una sensación fuerte que nunca medité, simplemente estaba vivo en mí. Y a los 15 años tomé la decisión de arriesgarme y encaminar mi vida profesional a lo que más me llenaba y me hacía feliz. Estudié (y lo sigo haciendo), me mudé a la capital y aquí estoy.

¿En qué película o serie te hubiera encantado actuar?

Uf, no sabría decirte una en concreto. Primero, porque me encantaría ponerme en la piel de personajes femeninos como por ejemplo la novia en “Kill Bill”, Jackie Brown, una Miranda Priestly o incluso Ginger en “Casino” (por decirte algunas de tantas), pero, por otro lado, me fliparía trabajar en series o películas haciendo el personaje que sea con tal de participar y estar ahí, como por ejemplo en “El Señor de los Anillos”, una fantasía.

Sobre su trabajo en Valle Salvaje:

¿Qué fue lo más difícil de rodar una escena de parto sin haber sido madre?

Recuerdo que cuando leí esa parte del guion me impuso mucho respeto. Nunca he sido madre, nunca he vivido un parto… y de pronto te ves con la responsabilidad de encarnar algo tan intenso y real. Me informé y pregunté las vivencias de muchas madres que conozco, y lo interesante es que cada una vivió el proceso de formas muy distintas, desde el embarazo hasta el posparto. Quería hacerlo con todo el respeto, la entrega, la vulnerabilidad y la verdad posibles, pensando en todas esas mujeres reales que pasaron por algo así en un siglo sin medicina moderna, sin garantías de sobrevivir. Fue un viaje duro, pero también me atraía. Me removió por dentro. Y lo curioso es que, a pesar de lo intenso, no me importaría volver a vivirlo.

Si pudieras vivir un día en la piel de tu personaje Luisa, ¿qué harías distinto a ella?

Me gusta la pregunta. La verdad, no creo que yo pudiera superar la valentía que tiene Luisa y, por tanto, actuaría diferente a ella, seguro. Ahora vivimos en una época en la que, afortunadamente, contamos con más derechos, más libertades… y aun así ella, hace tres siglos, se atrevió a todo. Si fuera Loren la que tuviera que vivir su vida, dudo que tuviera ese coraje. Ojalá. La admiro profundamente por eso. Es una madre coraje, una mujer imparable, dispuesta a jugarse la vida por defender su dignidad. Es brutal. Tiene una fuerza que viene de su historia, de haber crecido sobreviviendo y protegiendo a los suyos… con un claro instinto de supervivencia que la caracteriza, y eso la convierte en alguien que, sinceramente, me da mil vueltas.

Futuro:

¿Hay alguna historia que te encantaría protagonizar, pero todavía no se ha contado?

No tengo algo concreto en mente. Lo que realmente busco es una historia que merezca ser contada, bien construida, con un recorrido que me rete y me haga crecer como actriz. Y si a eso le añades que me emociona y puedo disfrutar del proceso, entonces, sin duda, será bienvenida con los brazos abiertos.