Las películas sobre casinos y apuestas tienen algo cautivador. Quizá sea por el subidón de adrenalina que transmiten, por la emoción de las apuestas a todo o nada o por el simple hecho de ver a alguien caminar por la delgada línea que separa el éxito del fracaso.
En este artículo, echaremos un vistazo a las mejores películas recientes sobre el mundo del juego, para recordar por qué este género tiene tanto tirón entre el gran público.
Molly’s Game (2017)
La primera película de la lista no es otra que la famosa Molly’s Game, ópera prima de Aaron Sorkin, que en IMDb tiene una puntuación de 7,4 sobre 10. Sus inteligentes diálogos, sus situaciones ingeniosas y la química de su elenco son las claves de su éxito.
El filme explica la historia real de Molly Bloom, conocida como la «princesa del póker» e interpretada por una fantástica Jessica Chastain. Se trata de uno de esos personajes a los que coges cariño incluso cuando las cosas se empiezan a torcer.
Diamantes en bruto (2019)
La siguiente es Diamantes en bruto, un filme un tanto angustiante que transmite a la perfección la ansiedad del protagonista. Dirigida por los hermanos Safdie, tiene una puntuación del 91 % en Rotten Tomatoes, lo cual supone una excelente carta de presentación.
La película narra la vida de Howard Ratner (Adam Sandler), un vendedor de diamantes adicto a las apuestas. Aunque cada decisión que toma es más caótica que la anterior, resulta imposible no bancarlo. Verle avanzar sin saber si acabará saliéndose con la suya o si tropezará con algún obstáculo en el camino te mantiene en vilo en todo momento.
La película está ambientada en el famoso distrito de los diamantes de Nueva York, y entre los protagonistas encontramos al propio Kevin Garnett. Por si había dudas, huelga decir que no se trata de un cuento de hadas en Las Vegas, sino de un filme estresante donde la suerte no es más que una ilusión.
La última apuesta (2015)
La tercera de la lista es una completa desconocida. La última apuesta es más sosegada que la mayoría de las películas del género, por lo que sus golpes son más duros si cabe. Ben Mendelsohn interpreta a Gerry, un jugador en decadencia al que hace tiempo que le ha abandonado la fortuna. Sin embargo, un día conoce a Curtis (Ryan Reynolds), un espíritu libre con mucha labia que parece traerle suerte.
Ambos deciden embarcarse en un viaje por el sur de Estados Unidos para intentar hacer fortuna. Un aviso: no estamos ante un relato de grandes premios en la que todo sale a pedir de boca, sino más bien ante una a historia de sueños rotos sobre la complejidad de las conexiones personales. Detrás de los chascarrillos y las manos de póker se esconde una melancolía que arde a fuego lento.
Aunque podríamos meterla en la categoría de road movie, el destino de los protagonistas nunca parece claro, ya que hasta el final no sabemos si se redimen o se dirigen a un destino trágico.
El jugador (2014)
En El jugador (2014), Mark Wahlberg se pone en la piel de Jim Bennett, un profesor de literatura con una vida aparentemente tranquila, pero cuya adicción al juego amenaza con arrebatárselo todo.
El filme ofrece una mirada cruda de la autodestrucción disfrazada, con un protagonista que se tambalea entre la arrogancia y la desesperación.
De la misma manera que Kendrick Lamar le dijo a Drake que «en lugar de una batalla de rap, esta es una larga batalla contigo mismo», El jugador no habla de grandes victorias, sino de convencerse de que, por muy bajo que caigas, siempre tendrás una escalera en el fondo.
A medida que crecen las deudas del protagonista y su mundo se desmorona, la película abandona un poco el mundo del juego para hablarnos sobre la tendencia del ser humano a perseguir la ruina con los ojos bien abiertos. Película dura, pero que vale mucho la pena.
Corrupción en el poder (2010)
Mientras que en las películas anteriores las cartas se jugaban en mesas de póker, en Casino Jack se juegan en las salas del poder. Kevin Spacey interpreta a Jack Abramoff, un personaje cuya ambición por el poder y el dinero acaban por sumirle rápidamente en un escándalo público.
La película muestra las cartas políticas que se juegan a puertas cerradas, donde hay muchísimo en juego y las consecuencias pueden ser fatales. La historia de Abramoff es una tragedia moderna de traje y corbata y un recordatorio de que algunas de las apuestas más peligrosas no se hacen con fichas, sino con influencia política. Se trata de un filme duro, y lo peor de todo es que está basado en una historia real.
Conclusión
Desde los albores del cine, los directores han mostrado siempre su predilección por historias sobre el mundo del juego. Lo cierto es que las películas del género son una buena manera de representar las luchas y apuestas de la vida, con la diferencia de que el cine nos presenta a los personajes bajo un foco brillante y con ropa generalmente cara.
Uno de los motivos por los que estos thrillers continúan teniendo tanto éxito es el modo en que arrastran al espectador a la mesa de juego, como ocurre tanto en los vistosos casinos de Las Vegas como en los modernos casinos online, donde la tensión aumenta con cada carta repartida, con cada giro de ruleta y con cada partida jugada.