Estafadoras de Wall Street

¿Para qué quiero jefe si puedo montármelo por mi cuenta?

por Ester C. Murillo

Destiny, interpretada por Constance Wu (Crazy rich asians), es una joven con una infancia difícil que intenta probar suerte en el mundo de los locales de striptease.

Pronto descubre la cara B de este tipo de establecimientos: sí, está lo bonito; la cantidad de billetes que recibe cada noche, la efervescencia, las luces, la música, los hombres poderosos…pero desgraciadamente, esos mismos hombres poderosos, esos tiburones de las finanzas de Wall Street, son unos auténticos depravados convencidos de que con una American Express pueden conseguir absolutamente todo lo que deseen.

Afortunadamente para Destiny, la stripper más famosa del local, la mismísima Ramona, interpretada por Jennifer Lopez (La madre del novio), decide acogerla en su seno cual mamá gallina con taconazos de infarto y tanga.

Sucede entonces la ecuación perfecta: si Destiny es una alumna aplicada y Ramona una maestra excelente, nos da como resultado…billetes, ¡mogollón de billetes! ¿Qué podría salir mal? Pues…¡bienvenida seas crisis económica de 2008!

Los clientes predilectos del local ya no ganan lo que ganaban antes, y en consecuencia, ya no se gastan en el local el pastizal que antes solían soltar en una sola noche.

Entonces a Ramona, que es más lista que el hambre, se le ocurre un brillante plan: “ir de pesca”. ¿Es un plan honrado? No. ¿Se pueden meter en un lío? Probablemente. Pero esto es Wall Street, y aquí el que no corre vuela; y eso Ramona lo tiene clarísimo.

Una película muy entretenida, divertida, nada pesada, con su toque justo de ternura y con una Jennifer Lopez (ojo a sus lecciones de pole dance) más que correcta. ¿Una actuación Oscar®? Me parece excesivo, pero cosas más raras se han visto y solo el tiempo lo dirá.