Pavarotti: Nessum Dorma

Pavarotti

Nessum Dorma

por Ester C. Murillo

La vida personal y la carrera artística del que fue uno de los mejores tenores del mundo, Luciano Pavarotti (1932-2007) se entrelazan en el documental Pavarotti, dirigido por el célebre director de cine, Ron Howard (Willow) que se estrenará en España en enero de 2020.

Con este documental de casi dos horas de duración, podremos saber más sobre la vida de este singular artista; mediante el uso de extractos de sus mejores arias, entrevistas a su familia (hijas, viuda y ex mujer), y a grandes amigos como Plácido Domingo y José Carreras (con los que formó Los tres tenores), y músicos como Paul Hewson (Bono, U2). El documental también cuenta con grabaciones caseras y entrevistas del artista en distintos canales de televisión

Nació en la ciudad italiana de Módena, hijo de Adele, empleada de una fábrica de cigarros y de Fernando, panadero y tenor aficionado, quien poco a poco fue introduciendo a su hijo en el mundo de la lírica; y gracias a él comenzó sus estudios vocales.

Desde su infancia marcada por la posguerra italiana, le veremos poco a poco superarse en el mundo de la lírica, pasando de aparecer en recitales regionales en los que ni siquiera cobraba, a llenar escenarios de todo el mundo logrando aplausos de casi una  hora de duración.

Su vida profesional

Si recordamos a Pavarotti, nos viene a la memoria la imagen de un hombre muy grande y rechoncho, de cara sonriente y de mejillas regordetas que parecía siempre estar de buen humor. Así le recuerdan siempre todos los músicos, pianistas, directores de orquestra y compañeros de profesión que aparecen en el documental.

Todos mencionaron sus virtudes: su generosidad, su carisma y vitalidad, pero también sus inseguridades.

A Luciano Pavarotti le encantaba rodearse de gente, cocinar para ellos grandes fuentes de pasta italiana, reír, beber vino y pasarlo bien. Pero en el fondo, era una persona que estaba muy sola. Pese a estar por aquel entonces casado con su novia de toda la vida, Adua Veroni, con la que tenía tres hijas (Lorenza, Cristiana y Giuliana) debía viajar continuamente por medio mundo para cumplir con sus compromisos profesionales, lejos de su familia y sus amigos.

Era entonces, en la soledad de su habitación de hotel, cuando aparecían los temores, las dudas sobre si podría cantar el aria para el concierto de esa noche o si sería un  rotundo fracaso; y para mitigar esa sensación de inquietud, se daba atracones pantagruélicos de comida. Viajaba siempre con maletas de más que llenaba de paquetes de su pasta favorita, embutidos, patas de jamón, y botellas del mejor vinagre del mundo, el de su ciudad natal.

Luciano Pavarotti vivió sus mejores épocas como tenor en la década de 1970 y 1980 con actuaciones magistrales que ponían la piel de gallina. Sin embargo, en la década de 1990, su imagen inmaculada (tanto en lo laboral como en lo personal) empezó a desvirtuarse.

Por una parte, a raíz de la publicación de unas fotografías del tenor junto a su asistente, más de treinta años menor; le llevaron a poner fin a su matrimonio de treinta y cuatro años para poder estar con la joven.

Esta noticia fue muy criticada por ciertos sectores conservadores de la sociedad italiana: ¿Cómo podía él, el italiano más famoso del mundo acabar con un matrimonio cristiano? ¿Qué hacía esa joven con un hombre que podría ser su padre? Pavarotti decidió hacer oídos sordos a las críticas y casarse con Nicoletta Mantovani(con la que ya tenía una hija, Alice) en Módena. El matrimonio duró hasta el fallecimiento del cantante el 6 de septiembre de 2007 por cáncer de páncreas.

Por otra parte, el hecho de que se relacionara con estrellas del pop y rock como StingMichael Jackson, Mariah Carey, U2, Bryan Adams o Bruce Springsteen, no gustó demasiado a una parte de sus compañeros de profesión y público, más puristas: ¿qué era eso de ir mezclando churras con merinas? ¡El mundo de la ópera no debe mezclarse con géneros populares como el rock and roll! ¡Si Caruso levantara la cabeza!

Nuevamente Luciano Pavarotti hizo caso omiso a las críticas y se dedicó a lo que mejor sabía hacer con las personas con las que quería colaborar. Mítica es por ejemplo, la actuación que ofreció junto a los músicos Brian Eno, Bono y The Edge al interpretar el tema Miss Sarajevo, y que hace que se me salten las lágrimas.

En definitiva, este documental es una gran excusa para volver a escuchar a este genio tan especial, descubrirle si aun no lo conoces y cantar con el cepillo del pelo cual micrófono su famosa aria Nessum Dorma de Turandot.