Una miniserie de 6 capítulos alrededor de 15 minutos cada uno. La puedes ver en un día, eso sí acuérdate de tener a mano un paquete de Kleenex.
El creador, autor y director de la serie es un caricaturista italiano, muy conocido en el Bel Paese: Zerocalcare (Michele Rech), que por cierto es también el que dobló las voces de todos los personajes menos la de su conciencia.
En estos seis capítulos vemos al protagonista, Zero, que relata su vida y pasa el tiempo con sus amigos de toda la vida Sarah y Secco, mientras debate cuestiones existenciales con su conciencia en forma de armadillo y evidencia la importancia de la salud mental, tema principal e hilo conductor de los seis capítulos.
Menos el personaje de Alice y su historia (que no desvelamos para evitar spoilers) todo lo demás es autobiográfico al 100% como define el mismo autor, que también desveló que tuvo que insistir mucho para que la plataforma aprobara el proyecto que finalmente se convirtió en una de las series del año.
Cortar por la línea de puntos parece estar dividida en dos partes, la primera más divertida, tanto por los acontecimientos cuanto por el tono, el dialecto y los gestos tan típicos de los italianos, y la segunda más dramática y profunda a pesar que el tono es de reflexión mixto a sarcasmo (traído en gran parte por a conciencia de Zero) a lo largo de todos los capítulos.
Es una serie de la que me hablaron muchos amigos, italianos y non y que por eso despertó mi curiosidad. Aunque se estrenó en noviembre y vivimos en un mundo en el que si ves algo 10 días después ya está “fuera de moda”, con esta serie no puede pasar, es actual y hará reflexionar siempre y mucho.
Quiero volver a verla y empezar a leer Zerocalcare, mientras espero que Netflix estrene otra temporada.
La recomiendo mucho.
