‘Colour out of space’, el horror cósmico, el descenso a la locura, Nicolas Cage y las alpacas

Sitges 2019 Día 7 / Película 14

Colour out of space

El horror cósmico, el descenso a la locura, Nicolas Cage y las alpacas

por Àlex Caballero

Para adaptar un relato del maestro Lovecraft a la gran pantalla con cierta solidez y profesionalidad, algo harto complicado visto lo realizado hasta la fecha con las adaptaciones del escritor de Providence al cine, era necesario contar con un excéntrico y estrafalario director capaz de llevar el delirio cósmico de Lovecraft a los niveles requeridos por sus fans más incondicionales.

El elegido ha sido Richard Stanley (quien también adapta el relato a la pantalla), firmante a principios de los 90 de dos obras de culto por excelencia como son Hardware,1990 y Devil Dust1992. Un tipo que desde entonces no se ha prodigado demasiado por la gran pantalla pero que ha perdurado en la memoria de muchos gracias a aquellas dos rara-avis tan viscerales y complejas.

Un casting complicado

Una vez acertado con el director, hace falta poner a un actor de “nivel” para vestir la película lo suficiente como para atraer público a las salas.

Aún siendo una película en la que la familia que nos presentan en la historia tiene mucho que decir convirtiéndose en un filme que reparte el protagonismo de manera equitativa, la estrella de la función no es otra que Nicolas Cage

Puede que para muchos este ya sea un dato que vaya en detrimento de su gusto, Cage es un actor tan amado como odiado, pero hay que admitir que después de lo expuesto en Mandy (Pan Cosmatos2018) el pasado año, la elección se presentaba de lo más acertada para adentrarnos en el descenso a la locura de un sencillo padre de familia.

Un resultado notable

Pues bien, con todas las cartas encima de la mesa hay que reconocer que el resultado es de lo más notable.

Con un tratamiento del color (otro de los protagonistas clave de la película) que no dejará a nadie indiferente (acusado de rosas y lilas a mansalva) y un aroma a serie-b ochentera que tira de espaldas (esos efectos prácticos son oro puro sirviendo de homenaje a Rob Bottin), la película es bastante fiel al relato de Lovecraft, o al menos eso es lo que han dicho los fans del escritor. 

A término personal y más allá del diseño de la película, la dirección, la banda sonora y la indiscutible calidad de los FX (tanto en el apartado digital como en el práctico), he de admitir que para mi Nic Cage es una de las bazas mejor jugadas de la película.

Encarnando a un sencillo padre de familia que vive apartado de la ciudad criando alpacas como medio de vida, (siendo el recurso gracioso más acudido y agradecido de la película), sin sus desmanes actorales, su sobreactuación histriónica y ese cara de tonto a las tres que pone en la mayoría de los planos previos a su desbordante locura (lo digo sin acritud), esto no funcionaria de la misma manera.

Y sí, compro incluso esos desvíos a la simpática ridiculez de Cage potenciando aún más ese carácter bis que tiene la película.

Sin duda alguna estamos ante un filme que representa notablemente el horror cósmico y el clásico descenso a la locura de los personajes de H.P. Lovecraft adaptando de manera correcta el relato en cuestión con la ventaja de tener a un Nicolas Cage con el gas a fondo en el modo interpretativo supino. 

Puntuación 8