Reflexiones desde mi espejo

Blog de Opinión

Manuel Gris

Cosas que podéis hacer confinados

Como he dicho en un gran número de ocasiones: el tiempo pone a cada uno en su lugar. Siempre. Y ahora que el gobierno que tenemos se ha posicionado como lo que es, es decir, un régimen dictatorial que busca hundirnos en un globalismo maquillado con el peor de los populismos, creo que ya va siendo hora de que nos hagamos a la idea de que no tenemos escapatoria.

¿Quién va a hacer algo?, ¿tú en el sofá?, ¿aquella que prefiere seguir callada para que nadie la señale? ¿La oposición? Que va, hombre, que va.

¿Y qué vamos a hacer cuando nos prohíban hacer nuestra vida normal? Pues para eso estoy aquí, querido amigos enjaulados.

La siguiente lista busca como fin que mientras el estrés sea algo que casi ansíes, en lugar de despertarte cada mañana, los minutos en los que os dejan arrastraros sean un poco más de color de rosa. O rojo, o negro, o sin color no vaya a ser que especificarlo sea racismo.

Sacaros la carrera de repostería

Como está claro que a partir de ahora estudiar la ESO o un Bachillerato va a ser tan inútil como cagar con los pantalones puestos, y que de ninguna de las maneras las siguientes generaciones van a saber lo que es pensar por su cuenta, creo que es un buen momento para que la exigencia y la perfección que necesita la repostería se instaure como una necesidad básica en vuestras vidas.

Además, en cuanto nos den la hora a la que debemos aplaudir como focas en nuestros balcones ya podremos dedicar el resto de nuestro día a mezclar, hornear, medir y comer, en lugar de leer, pensar, opinar y salir a la calle a quejarnos. Piensa en ese rico olor a bizcocho, ¿a qué ya no recuerdas el de la libertad?

Hablar con vuestros seres queridos

Primero hay que ser básico y asegurarse de que alguno de ellos sigue vivo o no está hospitalizado, sobre todo los más mayores que son la diana que se ha buscado con la pésima gestión de la pandemia.

Una vez sepáis si tenéis a alguien con quien hablar, no es mala idea comenzar a hacerlo cada día sin límite de tiempo, por eso de que cuando alguno de ellos, o tú mismo, perezca no sientas que has perdido la oportunidad de decirles que les quieres o han significado algo para ti. 

Mirar series de Netflix y Filmin

Sin buscar publicitar a dos plataformas que anteponen la ideología progresista más estúpida al talento de lo que producen, este consejo está patrocinado por el Moños, y si él es capaz de ver todas las series del mundo en su mansión, que coño, ¡vosotros también podéis!

Así que si apenas os queda masa gris y, por supuesto, queréis permanecer en todo momento dentro del rebaño, no os olvidéis de vuestra dosis diaria de un par de varias horas de caja tont… perdón, de medio de comunicación legalmente aceptable.

Tener sexo con vuestra pareja/juguete sexual/vosotros mismos hasta reventar

Es sabido que el sexo por aburrimiento no es ni mucho menos lo más excitante del mundo, pero si algo nos ha enseñado el votar para las elecciones en este país es que sudar durante mucho rato para acabar teniendo una pequeña alegría que, pasado el rato, seguramente olvidaréis haberla tenido o incluso la despreciéis, es lo mejor para que nadie se salga del tiesto y siga aplaudiendo lo que se esté sufriendo en ese momento.

Así que aunque no apetezca o la cosa no se levante, es mejor seguir dándole al tema sí o sí, no vaya a ser que nos dé por asomarnos a la ventana y la completa ruina nos lleve hasta la realidad que estamos tirando a la basura.

Morirnos

La vida es algo que se acaba antes de que siquiera te hayas dado cuenta de que la has malgastado, así que me parece una de las mejores cosas que podéis hacer en vuestras casas: moriros.

¿Es muy radical?, pues sí. ¿Nos ocasiona miedo porque desconocemos lo que hay detrás?, pues ya tiene algo más divertido que el comunismo y el socialismo que ya se sabe de siempre que es puta mierda. ¿No tiene vuelta atrás?, pues claro, ¿y cuándo lo tiene las cosas buenas, como el amor, el engordar por comer chocolate, o las cajas B y las denuncias falsas?

Hay cosas que justo lo bueno que tienen proviene del desconocimiento que nos trae de regalo.

Así que, POR FAVOR ovejitas de Twitter, mamporreros pagados con nuestros impuestos, o todos los que le bailan el agua a los que saben a ciencia cierta que no les van a regalar más que la completa nada: ¿qué tardáis en desaparecer?

Que el hecho de pensar que alguien os echará de menos no os detenga: eso NUNCA va a pasar.