Reflexiones desde mi espejo

Blog de Opinión

Manuel Gris

Consejos para enfrentarse a la libertad

El encierro obligatorio es algo que a ninguno de nosotros nos sienta bien. Lo sabían los rabinos de la edad media, lo sabía ETA, y ahora lo sabemos todas las personas normales.

Y como ya empiezan a aparecer en nosotros las primeras pruebas de que nos estamos volviendo gilipollas por llevar tanto tiempo entre las mismas cuatro paredes (¡y con las mismas personas!), y las neuronas de la gente patinan más de lo debido en estos tiempos que corren (las redes son una prueba increíblemente clara de ello), voy a daros cinco consejos no solo para afrontar la tan ansiada libertad, sino para aprovecharla al máximo llegado el momento.

También podéis seguir siendo idiotas una vez acabe esto, pero no os lo recomiendo (a menos que ya lo fuerais antes, en tal caso: sigue así, amigo, ¡vuela libre!).

No uses escaleras ni transporte público

Como muy pocos de nosotros tenemos la suerte de tener una casa con jardín por el que corran nuestros hijos, ¿verdad?, algo que nos ayudará a hacer más llevadero nuestro choque con la realidad es caminar mucho, más de lo que el pasillo de casa o el balcón nos permite, y flexionar mucho las rodillas para algo que no sea sentarnos ante la tele o en el váter.

Además hemos comido más de la cuenta, y seguramente solo nos entrarán los chandals o pantalones de pijama, que para el caso son lo mismo, así que saquémosle provecho a este ridículo factor y usemos nuestro cuerpo para algo que no sea abrir bolsas de patatas fritas o cervezas, ¿sí?

No mires directamente al sol

A muchos se os habrá olvidado, pero hay algo en el cielo llamado SOL que sirve para iluminar el mundo y hacer que crezcan las plantas, y esa estrella, si se mira fijamente como alelados, puede quemarnos los ojos. Así que cuando os enfrentéis al aire libre y notéis algo de calor en la nuca, no os giréis de golpe buscando quien os está echando el aliento en la espalda rompiendo las medidas de seguridad, porque será solamente eso: el SOL.

Ya puestos, os recomiendo que lo disfrutéis en lugares donde no huela a vosotros o dé a las ventanas de los vecinos (que a todos nos gusta un desnudo por sorpresa, pero a la larga cansa (¿he dicho yo eso?)), como en playas, bosques, o casas rurales. ¡Veréis que locurón!

Entrad en comercios tales como librerías, bares, mercados o tiendas familiares:

Este apartado es algo serio, como el que sigue, y busca sobre todo que la libertad recién adquirida sirva para que, más pronto que tarde, nuestras vidas vuelvan a ser como antes: incluidas las vidas de los que llevan pequeños comercios.

Estas valientes personas que se han lanzado de cabeza al divertido mundo de los autónomos o empresarios, han tenido que comer mucha mierda en estos días, viendo como los becerros salían a aplaudir al balcón por no sé qué buena causa pero se olvidaban de quejarse por haberles cobrado la cuota de autónomos, no bajarles impuestos, u obligarles a no despedir a nadie viendo como sus ahorros/subsistencia se veían bajo cero y bajando.

Una vez fuera, en libertad, es vuestra oportunidad de no ser unos desagradecidos ni unos anormales, pasando de grandes superficies, enormes restaurantes o grandes cadenas, y acercándoos a esos comercios (en caso de que alguno pueda abrir…) en las que sus ventas les ayude a volver a empezar.

Demostrad que los aplausos de marioneta iban en serio, y convertiros realmente en mejores personas.

Id al teatro, al cine, a espectáculos, ¡disfrutad de la verdadera cultura!

Que sí, que en Netflix y HBO y Filmin y Disney+ y en Amazon Prime a veces hay alguna cosa que valen la pena, pero igual que en el punto 3, los verdaderos artistas, los que viven de ello y arriesgan (y no viven de subvenciones, ni las piden en los Goya, ni pertenecen a ese grupito que ya no arriesgan porque eso conlleva pensar o tener talento) con espectáculos realmente inspiradores, nos necesitan.

Ellos también se han visto abandonados por el sistema, pagando cuotas e impuestos injustos en tiempos de confinamiento, y la mejor manera de intentar que el gobierno no gane y seamos unos agradecidos con paguitas, debemos volver a crecer como sociedad y no perder las ganas de descubrir, pensar, acercarse y, no es repetición sino que debe hacerse más, pensar.

Yo sé que voy a ir de teatro en teatro y de cine experimental a cine de barrio cuando todo acabe, y usaré los viajes para leer las últimas compras que haya hecho en esa pequeña librería de amigos. ¿Y tú?

Aprender de esto, y ser mejores

La raza humana suele ser un animal olvidadizo, que no solo tropieza dos veces con la misma piedra, sino que a la tercera seguramente la cogerá y la chupará o se la meterá por el culo.

Y como estoy seguro de que muchas personas van a agarrar por el cuello a la tan ansiada libertad y, sin más, intentarán seguir con sus vidas como si nada hubiese pasado, buscando olvidar este confinamiento y lo que nos ha acarreado, voy a daros un consejo a todos: NO OLVIDÉIS.

Sé que parece algo sencillo, casi instintivo, pero me parece que muchas de las personas que en redes se dedican a defender cosas sin sentido, a atacar a otras personas sin muchas razones de peso, o directamente hacen caso cuando nos incitan desde arriba a pelearnos entre nosotros por la supuesta “verdad” detrás de las más de 40000 muertes que nos ha dado la mala gestión de la crisis (los datos oficiales no me los creo, así que tiro de lo que dicen las funerarias y morgues, ¿problem?), os vendría bien sentaros un poco y, cuando todo pase, mirar hacia atrás y verlo todo con más calma en una terracita.

Entender qué nos ha pasado, cómo nos ha pasado, y quién tiene o no responsabilidades.

Y es que si después de que alguien nos dé una patada en los huevos seguimos frente a él con las piernas abiertas, esperando a que no vuelva a hacerlo, no hemos aprendido nada de nada sobre la naturaleza humana y lo asquerosamente mierda que puede llegar a ser.

—————————–

No parecen difíciles de seguir, ¿verdad? Más bien parecen consejos escritos por alguien en pijama que ha dormido tan bien la noche anterior que no sabe si esto lo está soñando o es real, pero si lo pensáis fríamente estoy seguro de que un atisbo de verdad, una pizca de razón, hay en mis palabras. Y, en el fondo, tenéis ganas de que llegue el momento de llevarlos a cabo.

No tengo mucha esperanza en la mayoría de trolls y asnos que en redes siguen a la suya buscando beneficios a partir de defender lo indefendible, pero con que seamos más que ellos, con que no tengamos miedo a agarrar nuestra libertad y no dejar que nos la roben, creo que todo irá bien.

¿Qué es lo peor que nos puede pasar?

Sí, ya sé que la lista es larga… me la guardo para otro día ;)