‘Alien Romulus’, la película que la saga necesitaba

Cuatro tips de la saga

Para los que nacimos en la década de los 70, o incluso los 80, la saga de Alien, iniciada por Dan O’Bannon y Ronald Shusett, es prácticamente sagrada, sobre todo si estamos hablando de las dos primeras películas firmadas por Ridley Scott (Alien, 1979) y James Cameron (Aliens, 1986).

Ambas clásicos indiscutibles de la cultura pop cinematográfica que han traspasado con creces la pantalla para instalarse en el imaginario popular de manera inalterable. Todos tenemos claro que lo que vino después, no fue ni la mitad de memorable que aquel impresionante arranque de saga con el terror y el cine de acción metido dentro de la coctelera de la ciencia ficción que tan bien supieron combinar en sus dos primeras entregas, pero no vamos a denostar aquí ninguna de sus dos posteriores. Tanto la de Fincher (Alien 3, 1992), como la de Jeunet (Alien Resurrection, 1997), son dos peliculones dignos de la saga, aunque indudablemente me quede con Resurrection.

Poco después llegarían esos híbridos más que disfrutables, la primera de ellas es una maravilla de muchos quilates, con el díptico de Alien Vs. Predator en 2004 y 2007 respectivamente. Puede que la segunda no estuviera a la altura, pero miradas como puro entretenimiento de serie-B sin demasiadas ínfulas ni pretensiones, poco se les puede reprochar. Aunque ninguna de las dos estuvieran metidas en el cánon de la saga, se hace imposible no comentarlas. El problema vino, o al menos para mí, cuando el director de la original, el grandilocuente Ridley Scott, quiso retomar la saga y reescribir el origen, el planteamiento y el significado de todo. Otros dirán que es una ampliación del universo y los conceptos del imaginario de la saga, pero yo no compro nada.

En 2012 llegaba Prometheus, la película que inició toda la polémica y que más ha polarizado al fandom de la saga, y en 2017 Scott nos entregaba Alien Covenant, una continuación a la altura del desastre de su predecesora. No vamos a entrar en que siendo películas de ahora, sus motivaciones y planteamientos son más actuales y por eso el fandom de la vieja escuela no entiende este nuevo enfoque, porque no es así. Scott se sume en un delirium tremens incomprensible, degradando la saga a una especie de farsa ridícula y sin sentido en la que nada funciona. Ni el tono, ni los personajes, ni las nuevas ideas, casan de manera alguna con la filosofía y el origen de la saga, y eso que estamos hablando del director que firmó la primera, la que para mí, es la mejor de todas.

La buena noticia

En 2024 nos llega la noticia de que Fede Álvarez, ese tipo que hizo una reescritura actual y admirable de la mítica Evil Dead (Posesión Infernal, 1981) en 2013 , dejándonos con un revitalizante reboot de la saga que ha dado lugar a nueva entrega bastante reciente (Evil Dead Rise, 2023), ha sido el elegido para resucitar (literalmente) la saga de Alien.

Además de la dirección, el uruguayo se asignaba el papel de productor ejecutivo de la película y firmaría el guión a cuatro manos junto a Rodo Sayagues para asegurarse el 100% del control de la historia. Una noticia que no a todos convenció pero que, de momento, a mi ya me tenía en alerta en el mejor sentido de la palabra. Pero no todo acaba con el nombre de Fede Álvarez como mi mayor reclamo, cuando veo que Walter Hill (quien también produjo la primera de la saga) y Ridley Scott están metidos en la producción, la cosa se pone seria, aunque no voy a negar que ver a Scott por ahí me daba algo de miedo.

La campaña de promoción en EE.UU. ha sido de lo más espectacular. Inundando las calles con figuras y carteles promocionales. Pero lo más increíble de todo, han sido las performances que han montado en lugares concretos haciendo que algunos actores se presentaran con face huggers enganchados a sus caras, o incluso con aliens dentro de su pecho, en sitios plagados de gente. En el metro, en los taxis, en las entradas de los centros comerciales, en los cines, obviamente la Fox tiene dinero para eso y para mucho más, pero está claro que la confianza del estudio en la película era evidente.

La película (con spoilers)

LOS CONTRAS.

Empecemos por lo que menos me ha gustado de la película de Fede Álvarez para que no sea todo un elogio continuo. Hay tres cosas muy concretas, la primera y más evidente es el equipo protagonista. Tanto personajes como actores, me resultan de lo más insulsos, olvidables y prescindibles.

Admito que Andy (David Jonsson), el sintético del equipo, es un personaje bastante bien escrito y que la relación que tiene con Rain (Cailee Spaeny) le da algo de profundidad emocional al conjunto haciendo que empatices mínimamente con ambos, pero no consigue que me preocupe realmente por ninguno de ellos.

Por mucho que la variedad étnica esté ahí, al final de la película no recuerdas ni sus caras. Tenía claro que nadie iba a estar a la altura del equipo original de la primera, y mucho menos que alguien tuviera el carisma de Ellen Ripley (Sigourney Weaver), pero la troupe de jovenzuelos escogida para enfrentarse al organismo más letal y perfecto del universo, no me ha convencido nada.

Otra de las cosas que menos me ha gustado, sin ser algo criticable, es que está compuesta por retazos de las tres mejores películas de la saga, Alien, Aliens y Alien Resurrección. Todo aquí, ya lo hemos visto antes y la construcción del guión tampoco ha sido ni demasiado árdua, ni demasiado original, algo que ocurre también con la música de manera muy descarada. Llámalo homenajes si quieres, pero yo lo llamo falta de ideas y utilizar lo mejor de la saga para reciclarlo y presentarlo a las nuevas generaciones de manera fresca y efectiva. Algo que también ha contentando a la mayor parte del fandom de la vieja escuela jugando con la nostalgia y lo que ya conocemos de ella. Una jugada redonda.

Y lo tercero que me ha escamado, por ponerle pegas a la película, ha sido el diseño del monstruo final. Se nota la mano de Scott ahí, lo siento pero es así. Claramente nos ha colado un diseño que nos remite a la cara de los protagonistas de Prometheus, eso es innegable. Si tengo que escoger mi híbrido favorito entre humano y alien, me quedo con el de Resurrection seguro, más deforme, menos definido y más terrorífico. Y admito que el final de esa criatura mirando a Ripley a los ojos mientras muere, me provoca una emoción indescriptible.

LOS PROS.

Ahora vamos con lo mejor que tiene la película de Fede Álvarez. Ante todo, el tono que potencia. Álvarez ha querido filmar una película de terror en el espacio, y así lo ha hecho. Con mucha inspiración de la primera parte de la saga, Fede Álvarez le pone la garra, el ritmo y la pasión de fan de la saga, para entregar un producto que funciona como un tiro en todos los sentidos.

Hay acción, hay historia, hay muertes memorables, hay escenas sangrientas y hay momentos estelares, pero sobre todo hay mucha tensión y muchos sustos, y eso le sienta de maravilla a la película de Fede Álvarez.

Otro de los puntos fuertes, más allá de la dirección, es todo el apartado técnico de la película. Empezando por el diseño de producción, la música, la ambientación, el vestuario, los props… todo está trabajado a un nivel envidiable, pero lo que más destaca de ese apartado técnico son, sin duda alguna, sus efectos especiales, tanto los digitales, que son pocos y están muy bien metidos, como los prácticos, que son la mayoría y son memorables.

La única pega que le pongo en ese sentido, es el digital de Ian Holm, creo que es demasiado justo para el nivel del resto. Desde el aspecto gore de las escenas más sangrientas, hasta las persecuciones y los cara a cara, tanto de los face huggers como de los xenomorfos, a los que se enfrentan los protagonistas, todo está cuidado al detalle. Hay una ayuda evidente teniendo en cuenta que es una película oscura y cerrada, eso hace que todo sea más fácil, pero el mérito es enorme en ese apartado.

Me encanta su arranque con la explotación de la población por parte de la corporación Weyland-Yutani y el plan de escape que tienen montado el grupo de rebeldes, es de lo poco original que encontramos en la historia. Pero continuando con sus aciertos mayúsculos, tenemos que entrar en la creatividad de ideas. Resulta muy difícil sorprender a los fans de la saga de toda la vida, casi 45 años después de la primera película, pero Fede Álavarez lo consigue. Ese momento gravedad cero con la sangre corrosiva de los aliens flotando en el ambiente, es estelar.

En esa misma línea tenemos la conexión que Alien Romulus tiene con la saga de Alien. Hay un trabajo muy concreto para que la cinta funcione de manera independiente para cualquiera que comience con ella a adentrarse en el universo de Alien, pero para los más estudiosos en la materia, Fede Álvarez va soltando datos muy concretos que la relacionan con varias de las películas de la saga.

Para empezar, Alien Romulus está situada 20 años después de la original de 1979. Dato que nos facilita Rook, un androide que tiene la misma cara de Ash (Ian Holm), el sintético en la película original, y que aquí juega un papel bastante similar al de aquella.

Eso nos deja en una posición cómoda para seguir la historia, faltan todavía 30 años para que recojan a Ripley del espacio y vayan a la colonia terraformista de Weyland-Yutani a la que viajan en Aliens (1986). La verdad que por ahí, tienen una vía muy aprovechable para siguientes entregas.

Por otro lado, y más allá de las referencias evidentes a Alien (1979) en cuanto a estética, ritmo, tono, historia y estilo, estando Ridley Scott en el paquete de producción, no podían faltar los enlaces con su comentada Prometheus.

Durante la película aparece el mismo suero negro que nos presentaron en Prometheus, con un peso muy específico en el último tramo de la película, y esa extraña criatura final de la que ya hemos hablado anteriormente y que tiene como inspiración para su diseño a los ingenieros de Prometheus. Con todo ello consigue meter a Romulus en el cánon de la saga sin necesidad de forzar nada, ni comprometerse excesivamente con ello.

En conclusión, Alien Romulus es la película que le hacía falta a la saga, tan válida para las nuevas generaciones como para los más veteranos de la saga. El equilibrio que ha conseguido en ese aspecto Fede Álvarez es indiscutible y nada fácil. Así que sí, Romulus está entre lo mejor de la saga de Alien, eso es así.